El término ‘retrógrado’ denota el movimiento de retroceso aparente de un planeta. Durante el período en que el planeta en tránsito deja el movimiento directo y se mantiene retrógrado, la influencia del tránsito es un poco diferente:

Por ejemplo, cuando Urano, Neptuno o Plutón en tránsito forman un aspecto exacto con un planeta natal generalmente registramos la necesidad de hacer cambios relacionados con la faceta de la vida asociada a ese planeta natal. Sin embargo cuando el planeta en tránsito deja el movimiento directo para volverse retrógrado, nuestros esfuerzos por hacer alteraciones o por adaptarnos pueden verse obstruidos o bloqueados, y también nuestro deseo o necesidad de cambiar puede disminuir durante ese tiempo.

La energía del planeta en ese período, parece inducir unas experiencias de tipo contemplativo, de índole reflexiva, un comportamiento más introspectivo o reservado que de costumbre, y puede haber una sensación de déjà vu en función de la naturaleza del astro, debido a que un planeta puede pasar sobre cierto grado hasta tres veces.

Los lapsos retrógrados de los planetas dan la oportunidad de llegar realmente a la esencia de una materia, porque obligan a ir a la médula una y otra vez. Esto puede ser frustrante y tedioso, pero al final es muy útil para hacer frente a algún aprendizaje que se puede estar evitando y que necesariamente se tiene que abordar.

Mercurio tiene la fase retrógrada más corta, 22 días como promedio, TRES veces al año.
En Venus este ciclo de retrogradación también es corto, 42 días y se repite CADA UN AÑO Y MEDIO aproximadamente
En Marte este ciclo dura alrededor de 2 meses y medio y se repite cada DOS AÑOS más o menos.
Júpiter permanece alrededor de 3 meses y medio retrógrado cada año.
Saturno se mantiene retrógrado alrededor de 4 meses y medio cada año.
Urano, Neptuno y Plutón se mantienen retrógrados alrededor de 5 o seis meses cada año.