CAPITULO VIII. LA MAGIA CURATIVA Y LOS 7 CHAKRAS.
PRIMER NIVEL DE PODER:
LOS CHAKRAS, PUERTAS INTERDIMENSIONALES DEL MICROCOSMOS.
Siete ventanas se abren desde nuestro nivel sutil hacia el Cosmos,
haciéndonos seres ligados en cada momento al universo en sus
diferentes niveles de existencia, tanto visibles como invisibles.
Necesitamos estudiar el mundo de los chakras para entender que
nuestra ligazón con el Macrocosmos es algo real, y a la vez
mejorable.
El ser humano está ligado al Macro aunque jamás se haya parado a
pensar en ello. Las energías cósmicas en todo momento llegan y
penetran a cada ser humano.
Se podría decir que los 7 chakras son la emanación en el plano
psíquico o astral de las 7 glándulas endocrinas o, dicho de otra
manera, los 7 chakras son la contraparte astral sutil de las 7
glándulas endocrinas del cuerpo físico. Precisamente, en el dominio
de la fisiología las glándulas endocrinas o de secreción interna
establecen una clara relación entre fisiología y estados psíquicos,
a pesar de que todavía son muchos los puntos que permanecen
obscuros para la endocrinología.
Nosotros nos vamos a centrar ahora en la vertiente mágica,
energética y de terapia de los chakras.
Desde el punto de vista de la Magia Curativa, las enfermedades,
sufrimientos y conflictos humanos se deben a desequilibrios o
dislocaciones en el funcionamiento de los chakras, los cuales
pueden manifestarse en estos en forma de: suciedad, obturación,
apertura excesiva, desbalance entre unos y otros, etc.
El desequilibrio de la energía de los chakras por separado y entre
sí, tal como veremos en breves párrafos, mantiene una enorme
cantidad de facultades y potencialidades del ser humano no sólo
dormidas, sino muchas veces totalmente inconscientes para la
persona.
SEGUNDO NIVEL DE PODER:
TEORIA MODERNA SOBRE LOS CHAKRAS.
Todo en el universo se comporta de manera espiral, o "espiritual".
Todo absolutamente en el Cosmos está hecho de ruedas o núcleos
giratorios de energía, desde las majestuosas galaxias espirales de
decenas de miles de años luz de diámetro, hasta los minúsculos
átomos que conforman un pequeño grano de arena. Las plantas, los
troncos de los árboles, los planetas, los seres humanos, el
universo infinito... todo está compuesto de partículas con
movimientos circulares en torno a un núcleo, ya sea en el nivel
macrocósmico, por ejemplo el sistema solar, como en el nivel
microcósmico, en el caso de los electrones girando vertiginosamente
en torno al núcleo. Por tanto, el concepto de círculo, espiral,
rueda o movimiento orbital en torno a un núcleo es una manifestación universal en la naturaleza.
Los chakras de alguna manera son remolinos o vórtices de energía
en
los cuales se produce una intersección o nudo de fuerzas vitales de
la naturaleza. Cada chakra capta, cataliza y emite energías y
fuerzas vitales en los planos sutiles, sobre las cuales se va a
sustentar la estructura y la evolución de nuestra conciencia; es
decir, los siete chakras en conjunto forman un método arquetípico
para modelar la conciencia y, por ende, tal sistema es un
instrumento valioso de desarrollo personal de carácter mágico,
con
enormes posibilidades de aplicación en la terapéutica.
Dicho de otra manera, los chakras son centros o nódulos de enorme
actividad energética, la cual se da con tres funciones: receptiva,
asimiladora y transmisora de las energías vitales. Los chakras son
núcleos centrales en esa complicada red sutil que coordina nuestro
cuerpo y nuestra mente. Es bien sabido que las experiencias en la
vida en cada persona no se manifiestan o no se presentan de manera
fortuita o desorganizada y, además, cada individuo ante las
vivencias que tiene frente a sí desarrolla unos comportamientos
coordinados, los cuales le condicionan simultáneamente en lo
físico, emocional, mental y espiritual. Es decir, si alguien recibe
por sorpresa la visita de alguien muy querido que estaba en el
extranjero, esta situación provocará una reacción simultánea
en
todos los niveles: expresión facial coordinada de alegría, cierto
estremecimiento en el pecho, dilatación de las pupilas, infinidad
de recuerdos de la infancia que llegan a la memoria y tratan de
aflorar desde el subconsciente hacia el consciente, pensamientos
relativos al por qué y el cómo de la imprevista visita, y así
sucesivamente... Es decir, desde los comportamientos más
instintivos hasta los esquemas de actuación más conscientemente
planificados, y desde las emociones cotidianas hasta los actos de
inspiración artística, los chakras son los arquetipos,
estereotipos, modelos o "programas" en función de los cuales el ser
humano recibe, transforma y emite simultáneamente en los diferentes
niveles en los cuales él existe.
Son por ello los chakras elementos inteligentes y coordinadores que
tienden un puente continuo y sutil entre la mente y el cuerpo, el
espíritu y la materia, el pasado y el futuro, los cielos y la
tierra, con lo cual sus aplicaciones son básicas y fundamentales
desde el punto de vista de la Magia o de la Psicología
Trascendental.
Como hemos dicho, los chakras existen y actúan a la vez en
diferentes dimensiones o niveles, con lo que simples reacciones
físicas como tener una "pelota" en el estómago, sonrojarse, tener
un nudo en la garganta, tener pálpitos en el corazón, o sentir
un
hormigueo intenso en la coronilla de la cabeza, pasan a ser hechos
o acontecimientos con una interpretación o significado de carácter
trascendente. De este modo, actividades sencillas y cotidianas
pueden ser también enclavadas o relacionadas con alguno de las
chakras; así, por ejemplo, el sueño y los recuerdos oníricos
están
relacionados con el sexto chakra; el vicio con los juegos de azar
puede plantearse como un desequilibrio en el segundo chakra; una
persona que habla por nerviosismo y que es incapaz de controlar lo
que dice o de callar un poco, tendría que ser tratada en su quinto
chakra; mientras que alguien que manifiesta desde pequeño un talento artístico llamativo, posee ya de nacimiento
un desarrollo
especial del cuarto chakra.
Inclusive, desde el punto de vista histórico, antropológico,
cultural y sociológico, el sistema de los chakras tiene importantes
elementos que aportar.
Así, en lo tiempos primitivos la humanidad sobre todo tenía que
desarrollarse en el nivel del primer chakra, trabajando la materia
y asegurando su supervivencia, nivel en el cual centraba
prácticamente toda sus fuerzas y su atención.
Posteriormente, el nacimiento de núcleos sociales más organizados,
los viajes de exploración a tierras lejanas por mar, el
establecimiento de distintas clases y funciones sociales, el
desarrollo de un código moral, la introducción de una clase
sacerdotal en el esquema sociológico, y el inicio de los
intercambios comerciales con otros pueblos, marcaron la época en la
cual la humanidad comenzó a desarrollar y profundizar en las
experiencias del segundo chakra.
La revolución industrial y la revolución científica, entre los
siglos XVIII y XIX, dieron paso a una era que todavía vivimos en la
cual la técnica, los mecanismos de poder y la competitividad tienen
un lugar preponderante, todo lo cual se encuentra en conexión
directa con el tercer chakra.
Inclusive, hay quien habla de la proximidad de lo que se ha dado en
llamar la Edad de Oro de la humanidad, la era de paz, o la era del
Acuarius, en la cual el hombre no tendrá que ser más un enemigo
para el hombre y las relaciones humanas van a llegar a niveles
importantes de equilibrio, tanto en el plano personal y familiar
como en la esfera internacional. Se supone que esto coincidirá con
un cierto despertar global del cuarto chakra.
Desde el punto de vista mental, cada uno de los chakras representa
una manera de filtrar las energías objetivas que recibimos del
medio ambiente. Así, si una persona se encuentra especialmente
concentrada en el nivel del cuarto chakra, tenderá a interpretar la
realidad desde el punto de vista de la estética, el amor, y la
búsqueda de los términos medios, mientras que otro individuo que
se
encuentra con su atención centrada en el tercer chakra,
probablemente va a filtrar la realidad más en función de la
competitividad, la consecución enérgica de sus objetivos, y la
necesidad de asumir el riesgo para acrecentar su poder personal,
todo lo cual es análogo al nivel o fase de conciencia del
mencionado chakra.
Hasta cierto punto el sistema de los chakras es análogo a una
persona que sube y baja a conveniencia por el ascensor exterior de
un rascacielos. En función de la altura a la que se coloque, se
encontrará visualizando un paisaje más genérico y abstracto,
cuando
se halla a la altura de los últimos pisos, o bien, si decide volver
a ubicarse en el nivel de las primeras plantas, podrá acceder con
mayor facilidad a los detalles del paisaje y del movimiento que se
desarrolla en las calles próximas. Si quisiera mantener una visión
equilibrada entre lo genérico y lo particular, probablemente
pulsaría el botón del ascensor que le colocara hacia la mitad de
la
altura de la edificación.
De esta manera actúa nuestra conciencia, la cual en la práctica
se
manifiesta a través de la capacidad de atención selectiva, puesto que no podemos atender a más de dos
o tres cosas al mismo tiempo.
Cuando la atención se focaliza en un punto, ya sea concreto o
abstracto, entonces hablamos de concentración, y es bien sabido que
es imposible también concentrarse en más de un elemento a la vez.
Así, la existencia humana requiere en un momento dado que nuestra
atención vaya a buscar un número de teléfono en la guía,
pero luego
pasan por nuestra psiquis determinados recuerdos o experiencias
vividas con aquella persona con la cual vamos a hablar por
teléfono, con lo cual la atención ha sido requerida hacia niveles
de carácter más psíquico y subconsciente. Pero puede ocurrir
que,
una vez ya hablando con nuestro amigo, éste nos haga una pregunta
de carácter técnico relacionada con nuestra profesión, con lo
cual
nuestra atención ha de situarse en el nivel del proceso de datos de
la memoria y en la relación de información. Pero, ¿qué sucede
si
este amigo llega posteriormente a nuestra casa para hacer
conjuntamente una meditación?. Entonces sucede que nuestra atención
ha de replegarse sobre la psiquis y entrar en un estado de
interiorización.
En síntesis, la existencia humana se manifiesta en diferentes
niveles de experiencia. Y esto tiene una relación directa con los
chakras, y con ese ascensor que es capaz de subir, bajar y volver
a subir a conveniencia. Es perfectamente posible que una vez
terminada la meditación, el ascensor de nuestra conciencia tenga
que bajar al piso inferior, pues sencillamente hemos sentido la
necesidad de cubrir algo aparentemente tan físico como ir al
baño...
Veamos otro ejemplo que puede ilustrar las diferentes fases o
niveles de la conciencia. Imaginemos que vamos a una biblioteca
pública, y que el empleado nos dice que se encuentra muy ocupado y
que nos da permiso para entrar nosotros personalmente a buscar el
libro deseado. Pero, una vez que estamos allí, no encontramos más
que un montón de pilas desordenadas de libros tirados no solamente
en las estanterías, sino también regados por todo el suelo, y en
ese momento parece que el mundo se nos viene encima, puesto que
hemos oído de buena tienta que esa biblioteca tiene más de 150.000
volúmenes almacenados. La tarea de buscar lo que queremos sería
algo prácticamente imposible.
De la misma manera, nuestra conciencia sólo puede asimilar
experiencias que poseen una organización intrínseca. Así, por
ejemplo, está la experiencia de disfrutar de la contemplación de
un
cuadro de un gran artista; pero se puede dar otro nivel de vivencia
ante la misma obra, como puede ser el reírse o ridiculizar el
aspecto grotesco de la figura que hay en la pintura; o la atención
podría centrarse en el análisis intelectual de la obra, en función
de la escuela a la que perteneció, la biografía personal del autor
y la técnica que él usó; pero también la conciencia podría
vivir la
experiencia, si hubiera la habilidad para ello, de la restauración
de la obra, empezando por el análisis detallado de los componentes
de la pintura, la técnica específica, y otra infinidad de detalles
necesarios. Es seguramente muy difícil o prácticamente imposible
que alguien pueda realizar todo eso al mismo tiempo: contemplar en
general la obra, ridiculizar la obra, intelectualizar la obra, y
restaurar la obra.
Con este ejemplo práctico observamos que la conciencia, ante un mismo acontecimiento objetivo externo, puede
experimentar y
registrar las vivencias en diferentes niveles o en función de
distintos modelos o patrones psicológicos.
Trate usted ahora de ponerse en la mente de una persona que se pone
delante de una máquina tragaperras, lo cual puede ser aparentemente
un ejemplo poco apto para un curso de Magia, pero el Mago y el
estudiante de Magia han de aprender a observar lo trascendente en
los acontecimientos cotidianos, ya que también en este caso que
citamos se mueven enormes fuerzas de carácter mágico. supongamos
que alguien en un viaje turístico va con su pareja y otro
matrimonio amigo a un casino y, más que nada por curiosidad, cambia
5.000 pts. en monedas. Primero consideremos que la citada máquina
tragaperras no es una simple caja de metal con unos componentes
electrónicos, sino que simultáneamente es un núcleo de energías
sutiles, las cuales se expresan físicamente a través de sus
colores, los sonidos particulares que emite, y un indicativo donde
se especifican las instrucciones para lograr el premio. En esta
persona que sólo está jugando por divertirse un rato, se produce
internamente una sensación de emoción mezclada con diversión,
junto
con una remota y juguetona idea en la mente basada en la
posibilidad de sacarse efectivamente el premio. Según pasa el rato,
ve cómo se ha gastado más del 60 % de las monedas que tenía
cambiadas y que aquello no da los frutos apetecidos. Se ve algo
presionado por sus amigos a volver a intentarlo, pero cuando ya
sólo le quedan 1.000 pts. tiene una sensación a medias entre el
aburrimiento y la desilusión por no haber podido multiplicar su
dinero. Para esta persona, su segundo chakra se abrió ligeramente
a las energías provenientes de la máquina tragaperras durante la
apenas media hora en que se gasto sus 4.000 pts. pero, a
continuación, su chakra se ocluyó o cerró totalmente y allí
ya no
penetró más la energía sutil proveniente de la máquina.
Veamos el caso contrario. Alguien llega solo y se coloca frente a
la máquina, con un estado de ánimo a medias entre el complejo de
culpabilidad porque sabe que está retrayendo cierta cantidad de
dinero de su sueldo, el cual necesita su familia y, por otro lado,
esa sensación de cierto poder que le da el enfrentarse a la
máquina, basado específicamente en la posibilidad de que por fin
la
pueda vencer. Seguiremos viendo a esta persona durante horas y
horas y probablemente al final de la sesión su sueldo completo del
mes haya quedado en las entrañas de la citada tragaperras. Este
individuo se marchará con la cabeza gacha y con un mayor complejo
de culpa del que había traído pero, lo más sorprendente, es
que en
su mente y en su psiquis todavía reside la idea de "hoy no te he
vencido pero la próxima semana sí lo haré". En este caso, el
segundo chakra de la persona ha estado excesivamente abierto
durante el tiempo que estuvo en interrelación mágica y energética
con la máquina de azar y, todavía, al abandonar el casino, el
chakra continúa abierto, desarrollando un vórtice o remolino de
energía y tratando de absorber, hasta el último momento, eso que
podríamos llamar la "energía astral del casino".
Según este sistema, podemos observar claramente que lo que para una
persona es sólo un objeto de diversión y para otra puede ser
simplemente una cacharra "engañabobos", para un tercero es
prácticamente uno de los objetivos fundamentales de su vida. ¿Cómo puede suceder esto?. Quien no tiene el
vicio en sus venas, verá
como absurdo y ridículo que alguien pueda poner en peligro su
profesión, su equilibrio psíquico y hasta su familia por una
máquina que da premios que se pueden considerar como
insignificantes o ridículos. En cambio, para aquél cuyo segundo
chakra genera un torbellino absorbente de fuerzas frente a la
máquina tragaperras, el estar ante ella es prácticamente como
colocarse frente a otro mundo, en otra dimensión, en otro espacio,
en otra esfera... aunque tal nivel sea visto desde fuera
simplemente como un "vicio" o, quizás, desde el punto de vista de
un médico o de un psicólogo, como una "enfermedad" psicológica
que
requiere un tratamiento.
Es así que los seres humanos, muchas veces, por causa de ese
movimiento circular increíblemente potente de los chakras, que
absorbe, procesa y emite un determinado tipo de energías, nos vemos
involucrados en experiencias que para otros resultan increíbles,
ajenas, o simplemente indiferentes.
En este sentido se puede explicar también la apertura que en
determinados momentos viven o sufren los artistas de carácter
inspirado, que llegan a introducirse tanto en la creación de su
obra artística, que prácticamente se olvidan de sus necesidades
físicas o materiales. Pueden estar durante horas o inclusive días
en un estado de semi-éxtasis o conexión con ciertos niveles del
universo, ligados a la estética, la belleza y la armonía. Si esta
percepción es elevada, balanceada y humanista, nos encontraremos
ante una apertura armónica del cuarto chakra.
Otro ejemplo. Si se tratara de un personaje excesivamente psíquico
o fanático desde el punto de vista místico y religioso, que está
demasiado involucrado con un determinado culto sectario, entonces
nos hallaríamos ante el caso de una potente espiral energética,
un
tanto desbalanceada, en el nivel del sexto chakra.
Pero pensemos ahora en el atleta que entrena, que sufre, que ve que
mejora, y que quiere más, más y más entrenamiento, porque observa
que llegado un momento determinado supera el cansancio, con lo que
prácticamente puede seguir y seguir durante todo el día, pues su
cuerpo no le presenta ninguna queja. Este es un nivel en el cual la
apertura y la potencia del primer chakra han llegado a niveles
extraordinarios.
Son todos estos ejemplos ilustrativos de la universalidad que posee
el sistema chákrico para explicar la naturaleza humana.
Para profundizar en la estructura íntima del sistema de los
chakras, hay que estudiar la contraparte o correspondiente astral
de la columna vertebral, que se llama en el sistema sánscrito
SUSHUMNA.
La columna en el plano astral y mental es un canal central
integrador, que conecta los chakras y sus diversas dimensiones.
Hasta cierto punto la podemos visualizar como una gran autopista
por donde viajan estas energías psicosomáticas, tal cual nuestras
carreteras asfaltadas sirven para transportar y distribuir las
mercancías desde el fabricante hasta los consumidores. En este caso
el fabricante es, ni más ni menos, Dios, la Divinidad, la Fuente
Universal, la Mente Divina o la Naturaleza, y el consumidor es el
individuo. Continuando con el ejemplo, podríamos considerar a cada chakra como un lazo, nudo o nódulo en
los cuales se entrecruzan
infinidad de carreteras, tal como sucede en los entrecruzamientos
de las grandes autopistas norteamericanas. Partiendo de la vía
principal o Sushumna hay numerosas vías secundarias, entre las
cuales se encuentran los llamados meridianos en la acupuntura
china, y que para los clásicos de la India se denominan nadis.
Hemos hablado del chakra como un vórtice. Un vórtice es el centro
de un torbellino, de un remolino o de un ciclón, y que se genera
con un fluido (aire o agua) en movimiento bajo ciertas condiciones
atmosféricas o acuáticas. Los chakras se relacionan o se conectan
con la conciencia de una manera similar a como funciona un
remolino; su actividad giratoria aspira o expulsa dentro de su
nivel particular un determinado tipo de fuerzas o energías, con una
pauta que es muy parecida a la de un ciclón o un huracán; todo
lo
que en ese momento se encuentra en un subplano específico de
vibración resulta atraído hacia ese centro, para luego ser
procesado y, a su vez, retransmitido de nuevo hacia afuera.
Como usted sabe, en cada plano del universo, por ejemplo en el
plano astral, no existe un único tipo de vibraciones, pues si eso
fuera así todas las personas tendríamos un similar nivel de
experiencias sentimentales y afectivas; más bien, sucede todo lo
contrario, ya que en el plano astral existen infinitos subplanos
astrales y, lógicamente, un chakra puede conectar en cada momento
solamente con uno de esos subplanos.
Como sabemos, todo lo que gira se encuentra en un proceso de
cambio, el cual puede ser evolutivo o involutivo. Así, por ejemplo,
si el primer chakra entra en una dinámica involutiva de enfermedad
física, tenderá a atraer vibraciones del subplano astral
correspondiente, que a su vez harán acrecentar la enfermedad. Es
decir, lo primero que tendrá que hacer la persona es superar su
pesimismo y su falta de fe, para invertir el proceso de absorción
de energías y posibilitar que a través del primer chakra penetren
energías curativas, evolutivas y ascendentes.
Pero podemos preguntarnos, ¿por qué nos es tan difícil cambiar
de
nivel de experiencia si existen tantos planos astrales y mentales
"donde elegir"?. La cuestión es bien sencilla: nosotros somos
"seres de costumbres". Esto significa que tendemos a repetir
patrones de comportamiento cotidiano, patrones de expresión
sentimental, patrones o esquemas de pensamiento e, inclusive,
patrones o estereotipos a la hora de ejercer nuestra fuerza de
voluntad. Por tanto, la evolución de los chakras se halla muy
ligada al determinismo, porque realmente el determinismo existe,
pero no como algo absoluto o fijo. El determinismo se da hasta el
preciso instante en que alcanzamos un cierto nivel de vibración, y
entonces damos el salto evolutivo hacia un nivel superior, lo cual
coincide con la apertura de uno o varios de nuestros chakras hacia
otros subplanos sutiles de manifestación. Pero aquí no podemos
confundir la idea de Karma, pensando que nosotros evolucionamos en
función de lo que hagan nuestros chakras, sino que debemos
comprender perfectamente que estos se mueven, giran, se abren, se
cierran, se desbloquean y se sintonizan en función de nuestros
procesos personales interiores.
Se entiende por "bloqueo" de un chakra a lo que sucede cuando una
persona se queda como estancada en una determinada pauta de comportamiento, y esta pauta se reproduce sin cesar
a sí misma,
limitando momentáneamente a ese individuo en un nivel de
experiencia determinado, como podría ser una determinada relación
personal, un empleo molesto, una manía o, simplemente, una forma
rígida de pensar y de estructurar la realidad mentalmente.
Hasta cierto punto, se puede decir que el ser humano es como un
receptor de radio, pero somos más complicados que esto puesto que
poseemos siete emisores-receptores de radio funcionando
simultáneamente. Cada uno de estos emisores-receptores tiene la
capacidad de sintonizar con tal o cual onda (subplano), pero
simultáneamente hay o debería de haber una coordinación entre
todos
ellos.
La vida nos va presentando experiencias que no teníamos nosotros
planeadas previamente. Por ejemplo, alguien comenzó a escalar en su
empresa, profesional y económicamente, y pensó que durante los
dos
o tres próximos años una parte mayoritaria de su esfuerzo personal
iba a ir dirigida hacia ese fin, pero resulta que de repente tuvo
que solicitar una baja forzosa en el trabajo para atender a un
pariente próximo que se puso enfermo en otra provincia. Esto
proporcionó a este individuo una óptica más amplia de su vida,
la
cual nunca hubiera desarrollado por voluntad propia, pues ni
siquiera habría tenido la capacidad para imaginarla. Aquí se ha
producido un salto de una experiencia característica del tercer
chakra (el poder), a una experiencia imprevista propia del cuarto
chakra (el amor).
Entonces, ¿cuál es el estado ideal de "funcionamiento" de un
chakra?. Como siempre sucede, el Camino o Sendero del Medio es el
más conveniente. Un chakra que no está hiperactivo (muy abierto)
y
que tampoco se encuentra hipoactivo (muy cerrado) es lo ideal.
Si alguien va montando en cólera progresivamente y no atina a
controlarse, aumentando sus impulsos o instintos de agresión hacia
algo o alguien, nos encontramos ante una hiperactividad funcional
momentánea del tercer chakra. En cambio, si otra persona se
encuentra atemorizada, amedrentada o incapaz de reaccionar,
entonces se trata de alguien con su tercer chakra excesivamente
hipoactivo.
Basándonos en estos ejemplos, podemos entender perfectamente que el
sistema de los chakras es un método de autoperfeccionamiento
individual y de evolución de la conciencia, ya que conociendo en
profundidad el significado y el mecanismo de las Ruedas de la Vida
seremos mucho más capaces de controlar y usar su funcionamiento. Es
mucho más sencillo mejorar nuestra vida cuando conocemos los
conductos por los cuales la conciencia está percibiendo el medio
ambiente exterior, y de esta forma estaremos menos indefensos hacia
cierto tipo de experiencias y energías, que con la fuerza de
voluntad podremos superar más rápidamente o, inclusive, pasar por
alto sin que nos afecte en lo más mínimo.
Así, cuando un chakra está debidamente equilibrado, la persona es
capaz de registrar internamente el subplano al cual está abierto el
chakra en ese preciso instante, con lo que no habrá necesidad de
quedarse "ciclado", enredado o estancado mucho tiempo en ese
subplano o subnivel. Dicho de otra manera, un chakra equilibrado
posibilita a la conciencia un vivo y activo enriquecimiento con las
experiencias propias de un cierto subnivel astral, pues no se produce
el fenómeno del apego o el anclaje a ese subplano astral o
mental.
Por el contrario, un chakra excesivamente abierto no es capaz de
tamizar o de filtrar adecuadamente las energías y corrientes
astrales y mentales que están circulando en un subplano específico,
con lo cual la persona se puede ver "invadida" o superada por tales
vivencias o circunstancias, ya que están penetrando hacia la
conciencia en tropel, sin dar suficiente tiempo para la toma
consciente de decisiones.
En sentido contrario, un chakra demasiado cerrado u ocluido impide
que las experiencias o energías sutiles de ese subplano o nivel
accedan a la conciencia, con lo cual se produce un fenómeno de
estancamiento o dilatación de ese ciclo evolutivo.
Tampoco es raro que se pueda pasar como en un continuo de un
extremo al otro, es decir, ir de la excesiva apertura a la
oclusión, como sucede en el caso de alguien que se lanza en exceso
a determinado tipo de experiencias, y que luego termina por
adquirir una cierta repulsión, rechazo o temor hacia las vivencias
que al principio persiguió. Obviamente, ninguno de estos dos
extremos es bueno.
En síntesis, hasta ahora hemos hablado de diferentes estados o
atributos del funcionamiento típico de los chakras. Definimos un
parámetro o factor que es el grado de apertura-cierre de un chakra,
ligado directamente al mayor o menor grado de acceso que la
conciencia está teniendo hacia un subplano o nivel de experiencia.
Pero también existe el componente de la velocidad de giro,
relacionado con la sintonización específica del chakra, lo cual
posibilita que éste en un momento determinado deje de sintonizar
con un subplano determinado y pase a sintonizar con otro subnivel
astral o mental.
La sintonización de un chakra con un nivel o subplano de vibración
más elevado y evolutivo se produce cuando el chakra previamente se
ha equilibrado o balanceado con el nivel anterior. En cambio, se
puede dar el hecho de que un chakra se sintonice con un nivel
inferior después de que el individuo sistemáticamente haya
mantenido un chakra en un estado de desequilibrio o desbalance
prolongado, tanto de apertura excesiva como de cierre. Veamos algún
ejemplo.
Supongamos que alguien haya estado completamente cerrado a la
función de ayuda a las personas de su entorno, con lo cual podemos
decir que ha tratado de mantenerse al margen de esto con un estado
de cierre de su cuarto chakra. Si la persona no aprende en un lapso
de tiempo determinado la lección que tiene delante en cuanto a la
caridad y la necesidad de dar algo a los demás, es perfectamente
posible que uno cualquiera de sus chakras cambie de sintonía y que
le abra las puertas a otro tipo de experiencias en las cuales
quizás se vea forzado a recibir ayuda de otros, para que su
conciencia se cultive en lo que antes no fue capaz de ver desde el
otro ángulo.
Otro ejemplo. Una persona está en un estado de hiperactividad
sostenida de su tercer chakra, buscando continuamente ascenso,
poder, capacidad para ordenar y mandar a los demás y desarrollando
esto en un ambiente de falta de respeto y agresividad respecto a sus competidores. Esta situación de apertura
excesiva del tercer
chakra podría dar lugar a un cierre del sexto chakra en forma de
necesidad imperiosa de replegarse sobre su mundo interior, que es
lo que mal se ha dado en llamar "depresión". Así, por tanto
insistir en la apertura del tercer chakra, el sistema global
psicosomático de las chakras tiene que balancearse por otro medio,
y esto lo hace requiriendo al individuo una mayor atención sobre sí
mismo y sobre su mundo interno, lo cual él percibirá inicialmente
como agotamiento psíquico y nervioso, pues ha llevado las cosas
hasta el límite. Esta experiencia, que en un principio pudiera
parecer negativa, posteriormente va a generar el descubrimiento en
esta persona de una serie de actividades y percepciones que hasta
entonces no había tenido: meditar sobre sí misma, recordar las
experiencias del pasado, o leer algún que otro libro relacionado
con la relajación o las prácticas de introspección.
En síntesis, el sistema de los chakras es netamente evolutivo, por
lo que cuando un chakra se ha equilibrado y balanceado en un nivel
o subplano vibratorio, el chakra cambia su sintonía o frecuencia de
onda y se compenetra o establece conexión con otro subplano
vibratorio de experiencias. Entonces nos encontraremos ante otro
nivel de vivencias a desarrollar en el que, por ser nuevo,
inicialmente cometeremos errores, tanto por excesiva apertura o
hiperactividad del chakra, como por un cierto cierre del mismo.
Cuando hayamos conseguido el equilibrio con ese subplano o nivel
sutil del cosmos, entonces el chakra de forma "automática"
sintonizará o se modulará con otro nivel de experiencias, y así
sucesivamente.
Hay cuatro vías fundamentales de penetrar en el mágico mundo
interactivo de los chakras:
A. FUNCIONAMIENTO TEORICO.
Entendiendo el funcionamiento teórico de cada chakra o nivel
concreto, meditando en su simbolismo y relacionando las
conclusiones con experiencias que hayamos vivido o que estemos
viviendo.
B. ATENCION MENTAL.
Fijando la atención mental (concentración) en la zona corporal
correspondiente a un determinado chakra, para tomar nota con la
conciencia de las sensaciones que captamos y lo que percibimos.
C. VIVENCIAS.
Cuando se produce una experiencia determinada en nuestra vida
cotidiana y percibimos que algo relativamente importante está
ocurriendo, tratando de dilucidar con qué chakra se está conectando
tal vivencia.
D. EJERCICIOS.
Realizando ejercicios de equilibrio y de balance para el
funcionamiento general de los chakras o para alguno en específico;
tales ejercicios pueden poseer una base física, pueden tener un
sustrato psicológico, o pueden sustentarse en la Magia.
Al principio podemos ir concretizando y materializando el
aprendizaje de nuestro sistema de chakras basándonos en sensaciones
de carácter físico o psicofísico. Por ejemplo, si queremos hacer
un autodiagnóstico del cuarto chakra, pongamos en el pecho nuestra
atención mental, y percibamos si esa región la encontramos
especialmente viva y abierta, o si notamos que existe relajación y
fluidez, o bien, si percibimos dolor y tensión, etc. El estado
físico de la zona del cuarto chakra nos suministra muchos datos
acerca de los procesos internos que pueden estar sucediendo.
A continuación, haríamos un recuento de las actitudes psicológicas
relacionadas con el cuarto chakra, y una especie de autotest para
valorar en qué nivel nos encontramos. Por ejemplo, si nos
encontramos en paz con nosotros mismos, si somos tolerantes con los
demás, si sabemos percibir la belleza de nuestro entorno en algunos
momentos a lo largo del día, si podemos relacionarnos con las
personas de manera cordial y amable o si, en el aspecto desarmónico
del chakra, tendemos a ver las cosas excesivamente de color de
rosa, nos preocupamos demasiado por los demás sin que tengamos
realmente verdaderas posibilidades de ayudarlos, si nos conmueve
cualquier historia romántica o sentimental que observamos en un
programa de televisión o, simplemente, si evadimos nuestras
responsabilidades y no nos enfrentamos con las circunstancias por
miedo a generar tensiones en los demás o en nosotros mismos.
TERCER NIVEL DE PODER:
LA INTERRELACION DEL YO CON EL UNIVERSO: LIBERACION Y MANIFESTACION.
Como sistema de conjunto, los siete chakras forman un espectro o
una gradación progresiva entre la conciencia cósmica y la materia.
Los chakras inferiores (1,2 y 3) son los que manejan un tipo de
energías más densas, las cuales poseen una mayor relación con
el
mundo físico visible, el cuerpo físico y los niveles vinculados
con
los estados de la materia. Según vamos ascendiendo, la densidad de
vibraciones manejadas es más sutil, lo cual se manifiesta también
en el elemento de la naturaleza análogo a cada chakra (tierra,
agua, etc.), que posteriormente comentaremos. Es así que los
chakras superiores son menos densos y muchas veces las experiencias
ligadas a ellos trascienden en mucho las limitaciones del tiempo y
del espacio análogas a las interrelaciones materiales de los
chakras inferiores o iniciales.
Así, por ejemplo, el quinto chakra se relaciona con la
comunicación, el lenguaje y el pensamiento racional, mientras que
el sexto chakra funciona en el nivel de la imaginación, las
imágenes, la visualización y los símbolos.
Todo esto es un proceso dinámico, ya que las energías que la
conciencia recibe, transforma y emite en los chakras superiores
puede transmitirse internamente a través del Sushumna hacia los
chakras inferiores, haciéndose progresivamente más concretas tales
fuerzas internas. Por ejemplo, supongamos que va a montar un
gabinete de carácter humanista con un amigo, que es a la vez su
socio. Usted en primer lugar visualiza, imagina o crea las imágenes
de cómo considera que tal actividad ha de ser en el futuro (sexto
chakra), pero posteriormente necesita ir racionalizando,
esquematizando y planificando de manera más concreta y lógica sus
visualizaciones anteriores, lo cual seguramente hará hablando horas y
horas acerca del tema con su socio, perfilando detalles,
descartando opciones, y planteando posibilidades (quinto chakra).
De esta manera, el proceso continúa en sentido descendente hasta
llegar al momento en el cual "se coloca la primera piedra", que es
el que corresponde precisamente al inicio o estreno del nivel del
primer chakra.
De manera global se puede decir que en el sistema de los chakras
existen dos corrientes fundamentales que recorren en sentido
vertical nuestra columna vertebral, yendo la primera de abajo hacia
arriba, mientras que la segunda va de arriba hacia abajo. La
primera es la CORRIENTE LIBERADORA O ASCENDENTE, mientras que la
segunda es la CORRIENTE DE MANIFESTACION O DESCENDENTE.
La "corriente liberadora" es la que por lo general ocupa el papel
de protagonista en toda la literatura acerca de los chakras y de
carácter espiritualista o esotérico, puesto que se identifica con
la vía de la liberación personal, el ascenso hacia niveles
superiores de conciencia, el contacto con la Divinidad, y un sinfín
de tópicos similares. Esta corriente o fuerza ascendente va en
primera instancia muy lentamente, superando las limitaciones
físicas, propias de los tres primeros chakras, hasta que poco a
poco se va abriendo hacia mayores grados de libertad. Desde el
punto de vista de la psicología humana trascendental, ésta es la
ruta o sendero por el cual la persona se va desapegando de las
ataduras del dominio físico y alcanza una perspectiva más completa
de los niveles abstractos o simbólicos. Pero no es lógico perder
de
vista que la corriente ascendente se origina en el nivel inferior,
ligado en parte a los instintos, las raíces y los deseos.
La "corriente de manifestación" se inicia cuando la persona
ejercita un acto de voluntad consciente (séptimo chakra), se
inspira en una visualización determinada (sexto chakra),
racionaliza y verbaliza sus proyectos (quinto chakra), se lanza con
decisión a actuar (tercer chakra), y así hasta que se produce la
manifestación o expresión en el mundo de la realidad física
(primer
chakra). Es clave entender que cada fase de este proceso
descendente es un paso limitativo, y hasta cierto punto una
restricción de la libertad, porque se trata de un acto de origen
consciente que se va materializando según se toman decisiones, y
según se hacen elecciones sucesivas... Al imponernos una
limitación, nuestro entendimiento muchas veces ideal e inconcreto
adquiere el tono suficiente como para llegar a ser específico y
aplicable, pues se trata de ir de lo abstracto a lo simplificado y
de lo general a lo particular.
Aquí encontramos un elemento filosófico y esotérico esencial,
pues
ese concepto del que tanto se ha discutido, que es el determinismo,
en realidad no es negativo para el ser humano, sino algo positivo
e imprescindible. Según la mente se quiera manifestar hacia la
materia, tendrá que ir adaptándose, habituándose y flexibilizándose
a la realidad que van imponiendo las circunstancias. No se trata de
conformismo, sino de un acto creativo o creador, ya que esa
circulación de la energía del pensamiento hacia abajo para
plasmarse en materia, genera en ésta mayor orden, dinamismo,
concierto y propósito.
Manifestarse es autolimitarse voluntariamente, e inclusive
"comprometerse" o, dicho en el lenguaje coloquial, "pisar bien firme
con los pies en la tierra", siendo plenamente consciente de
que el origen del proceso está en los niveles de la mente y de la
conciencia.
Para que esta ruta vertical, tanto ascendente como descendente se
produzca, es necesario que ninguno de los chakras se encuentre en
un estado de distorsión, tanto por el extremo de la hiperactividad
como por el lado de la oclusión o hipoactividad. Para que algo
llegue a manifestarse y a realizarse con toda su plenitud, es
necesario estar vigilante de las transformaciones sucesivas que se
producen en esa energía vertical al pasar por cada uno de los siete
chakras.
Para los clásicos antiguos de la India, SHIVA es el principio
masculino, que se identifica con la conciencia pura no manifestada.
Representa la felicidad y se le concibe como un ser sin forma,
sumido en la meditación. Shiva es el potencial divino inactivo, que
se encuentra separado de las manifestaciones, y que a veces se le
llama El Destructor debido a que es necesario destruir o purificar
las pasiones y el Karma para llegar a la revelación de la
conciencia. Se considera que Shiva reside en el chakra corona, o
coronario, es decir, el séptimo.
SHAKTI es la contrapartida femenina de la conciencia pura. Es la
madre del universo y el símbolo de la creación, llamada también
Maya, palabra que habitualmente se suele traducir como "ilusión",
aunque en realidad en el idioma sánscrito significa "lo mágico",
"lo artístico", "lo sabio" y "lo poderoso". Maya es la sustancia
del universo manifiesto y, en realidad, es también una proyección
de la conciencia, aunque no es la conciencia misma. Es decir, la
realidad externa o Maya de cada persona varía y cambia en función
de sus estados de conciencia.
Estando en relación directa con las dos corrientes antes citadas,
ambas divinidades tienden a aproximarse entre sí. Shakti, conforme
se eleva de la Tierra, es el símbolo de la "aspiración divina del
alma humana", mientras que Shiva es la "gracia divina", que bajo
determinadas condiciones y en un momento preciso desciende o se
manifiesta hacia el mundo de la realidad física.
Ambas fuerzas o divinidades residen en cada ser humano, por lo que
sólo hace falta practicar determinados principios para favorecer la
unión armónica entre ambas potencialidades, lo cual nos hará
vivir
experiencias cada vez más trascendentes.
Originalmente los chakras se vinculaban a una divinidad femenina
llamada KUNDALINI, descrita como una serpiente que duerme,
enrollada tres vueltas y media alrededor del primer chakra, en la
base de la columna vertebral. El nombre procede de la palabra
Kundala que significa "enroscada".
En la tradición tibetana e hindú, esta diosa despierta y comienza
a subir, chakra por chakra, hasta alcanzar la corona en la cima del
cráneo. Al atravesar cada chakra produce el despertar de la zona o
plano correspondiente y cuando la travesía ha concluido se dice que
el individuo ha alcanzado la iluminación completa. Por esta razón,
se ha concedido siempre la máxima importancia al despertar de la
Kundalini y, por tanto, al desarrollo de la "corriente liberadora"
que, tal como habíamos descrito, es la corriente ascendente. Esto
ha generado una serie de mitos o tabúes acerca de la Kundalini: El despertar de esta energía, así como
su tránsito, han de ser iniciados por un gurú iluminado.
B. El proceso empieza por abajo y se expresa como una ascensión
hacia la corona.
C. El nivel más alto es el mayor estado de conciencia alcanzable,
y los chakras inferiores quedan en un segundo término; y
D. La Kundalini está mejor despierta que dormida, y su despertar es
siempre una gran fuente de felicidad.
En cada uno de estos mitos o tabúes existe una parte de verdad,
pero también pueden inducir a errores importantes.
Lo que sí se puede afirmar es que la experiencia del despertar de
la Kundalini es algo único cuyo resultado es un cambio poderoso de
la conciencia, manifestado en forma de lucidez, mayor amplitud del
entendimiento, sensación de gran pureza interna, felicidad extrema,
y otros.
Kundalini es el concepto universal de una poderosa fuerza que
reside dentro del ser humano, pero también es impredecible y
peligrosa, puesto que en su ascenso existen riesgos y pruebas, así
como posibles desviaciones.
En cualquier caso, se ha dado mucha menor importancia al movimiento
descendente de la fuerza, lo cual es en sí un error de apreciación
importante. Dicho de otra manera, los espiritualistas y esoteristas
en ocasiones llegan a ciertos desequilibrios internos y en su vida
diaria por trabajar exclusivamente el concepto ascendente de la
fuerza interior. Sin embargo, el verdadero camino del equilibrio
precisa el trabajo intenso sobre la fuerza descendente de la
conciencia chákrica, tendente a la manifestación en obras
tangibles.
Infinidad de grupos, en ocasiones sectarios, propugnan el
despegarse de lo que llaman "aspectos inferiores de la vida",
haciendo que sus acólitos o discípulos entren en una dinámica
de
evasión o apartamiento de la realidad familiar, económica y
sociológica. Esto con el tiempo lleva a un desequilibrio tanto
individual como del propio grupo en sí, ya que es imposible caminar
en el sendero solamente "haciendo presión hacia arriba". Es
imprescindible, para mantener el equilibrio y andar en el término
medio, trabajar la fase descendente de la fuerza interna, pues de
otra manera las personas se quedan algo así como "descolgadas" de
la realidad, pensando que el mundo es demasiado imperfecto, que el
fin del mundo está próximo, que las personas que les rodean no
son
"elegidos", o un largo etcétera de ideas de carácter limitativo.
Si lo observamos objetivamente, este tipo de actitudes conduce
justamente a lo contrario de lo que teóricamente es su finalidad
original, pues no se está respetando el concepto de unidad y se
está formando una barrera, a veces muy poderosa, entre el yo y la
realidad. Es curioso observar que la intención original del sistema
Yoga es el Yug, la unión, y no la separación entre la conciencia
humana y la realidad. El verdadero yoga sería, más bien, todo lo
contrario: unir la conciencia con la realidad, trabajando tanto la
faceta ascendente como la descendente de la energía interior.
Actualmente hay varias teorías acerca de lo que en realidad es
Kundalini y cómo se activa. Citemos brevemente cinco enfoques que
de alguna manera son los más importantes:
= A. Kundalini se activa por medio de un estímulo emitido
por una fuente externa de conciencia.
Cualquier interacción que tengamos con otras personas se desarrolla
también en el nivel chákrico. Cuando nos relacionamos con personas
regidas especialmente por los chakras inferiores, nuestros propios
centros reaccionarán en consecuencia, y tal interacción nos
rebajará. Por el contrario, si se produce una interacción
estimulante para los chakras superiores, como podría ser el tratar
con personas cultas o espirituales, este nuevo influjo de energía
ayudará a despertarlos, pues nuestra atención se vuelve hacia esos
centros superiores. No olvidemos que por lo general la energía
vital suele seguir el camino de la atención, es decir, el punto
hacia donde dirigimos nuestra capacidad de atención o de
concentración.
B. La Kundalini es una energía de carácter sexual.
En realidad, no es que la energía Kundalini sea una energía sexual,
sino más bien que la energía sexual es una manifestación específica
de la energía Kundalini. No podemos olvidar que el despertar de la
energía Kundalini se genera inicialmente en la base de la columna
vertebral, en analogía con el primer chakra, el cual se conecta con
las funciones e instintos vitales de alimentación, vestimenta,
vivienda, protección y procreación.
C. La Kundalini es una energía química.
El séptimo chakra está relacionado con la glándula pineal o
epífisis, la cual es una glándula de secreción interna que produce
la melatonina, cuyos efectos consisten en: aumento de la percepción
extrasensorial, agudización de las facultades de visión, y
generación de intensas experiencias mentales. Se puede producir un
despertar puntual de la Kundalini por efecto del café, la marihuana
o los alucinógenos, pero ello genera luego una caída brusca, por
lo
general dolorosa, de esa energía hacia niveles todavía más
inferiores que los de partida.
D. La Kundalini es el resultado de un ejercitamiento
rítmico vibratorio del organismo.
Como es bien sabido, las ondas de carácter cerebral están
relacionadas con la actividad física, psíquica y mental. Mediante
el manejo y el ejercitamiento de ritmos más sutiles,
fundamentalmente por medio de la respiración y también a través
de
las percepciones de los sentidos (música, uso refinado del tacto,
sensualidad, deleite de la vista, etc.) así como la práctica de
actividades mentales elevadas (meditación, contemplación,
relajación, y otros), se consigue que los ritmos cerebrales sean
más sutiles, lo cual hace que la conciencia se traslade o se
transporte hacia estadios más elevados.
E. El despertar de Kundalini se produce de una manera
natural cuando el canal que conecta todos los chakras está
despejado y libre de impedimentos.
Según este concepto, los chakras funcionan como inhibidores de la
Kundalini, cuya actividad regulan de tal modo que ésta pueda ser
canalizada razonablemente; de lo contrario, dicha actividad
"quemaría" el organismo psicofísico, pues no sería capaz de
absorber la fuerza vital generada por la Kundalini.
CAPITULO IX. LOS 7 CHAKRAS.
PRIMER NIVEL DE PODER:
PRIMER CHAKRA: MULADHARA (LA TIERRA).
Es el centro fundamental, el que se localiza en la base de la
columna vertebral, es decir, a la altura del coxis. Se encuentra
regido por el elemento tierra. Recordemos que son 4 los elementos
de la naturaleza: fuego, aire, agua y tierra. Su planeta afín es
Saturno, los signos zodiacales análogos son Capricornio y en
segundo lugar Acuario, siendo su metal el plomo.
Este centro interdimensional está en relación fisiológica con
las
glándulas sexuales y con el plexo nervioso llamado pélvico. Pero
ahora nos centraremos en las cualidades psíquicas a desarrollar por
medio de este centro de energía sutil, así como también en la
dimensión de experiencias con la que se corresponde.
La palabra Muladhara significa raíz. El nervio ciático, que es el
nervio periférico más grande del cuerpo, desciende por la pierna,
y por su función viene siendo como una raíz del sistema nervioso.
Los pies y las piernas, al facilitarnos la locomoción, permiten que
nos ocupemos de las tareas necesarias para obtener la sustancia de
la tierra. Además, nuestros pies tocan el suelo que nos sustenta y
a través de ellos nuestro sistema nervioso conecta con la tierra,
elemento del primer chakra.
Si no equilibramos este chakra antes de atender a los demás
podríamos crecer sin echar raíces y faltos de fundamento, y ello
lo
notaremos como una sensación de falta de estabilidad.
Hay quien piensa que nuestro cuerpo físico nos tiene como
"atrapados", y que hay que tratar de superar esa servidumbre. Esta
es una interpretación que mantiene la consabida división o
disyuntiva mente/cuerpo y nos niega la vivencia equilibrada y
unitaria de nosotros mismos. No es que el mundo físico en sí sea
una trampa, sino más bien lo que se pretende es que se trascienda
la simple apariencia del mundo físico.
La Psicología Trascendental insiste en la necesidad de penetrar
hacia lo que hay detrás del plano físico, pero no huir o tratar
de
escapar de él. Esta última actitud sería algo similar a una
persona
que va al teatro y que, en su pretensión de dilucidar y profundizar en
el trasfondo de la obra teatral que está viendo, decide
levantarse e irse, considerando que la representación es
simplemente Maya o ilusión, y que la mejor manera de entender el
trasfondo es no dejarse engañar por los sentidos.
Parece más lógico permanecer sentado, relajado, atento y muy
motivado contemplando la representación teatral, para a partir de
ese caudal de información trascender hacia el intríngulis más
profundo y esotérico del guión de la obra.
Muchísimas personas aficionadas al esoterismo, cuando piensan en
cuestiones tan "espirituales" como los chakras, imaginan por lo
general un movimiento ascendente de energía que nos eleva a los
dioses sublimes que lo rigen todo "desde allá arriba".
La emisión de energía en sentido descendente, que hay quien llama
"toma de fundamento", "enraizamiento", o simplemente
"materialización", es tan poderosa y en todos los aspectos tan
reveladora como la energía Kundalini ascendente, o quizás más...
La toma de fundamento, o manifestación creativa material, es un
proceso de contacto dinámico con la tierra, según el cual
reforzamos nuestra solidez y, lo que es más importante, nuestra
presencia en el aquí y ahora.
Si no se trabaja adecuadamente el primer chakra somos inestables,
y perdemos nuestro centro con facilidad oscilando como veletas al
viento, sin tocar con los pies en el suelo y extraviándonos en un
mundo de fantasías. Este desequilibrio significa que hemos perdido
nuestra capacidad de contenernos y de sujetarnos a nosotros mismos.
Cuando perdemos la conciencia de nuestras raíces y de nuestros
cimientos, la atención se distrae del momento presente, y es cuando
los demás nos juzgan como "ausentes"; en esta situación psicológica
particular notamos que la incapacidad para conectar con el aquí y
ahora es enorme, lo cual genera un círculo vicioso por efecto del
cual desearíamos "estar en otra parte", o simplemente evadirnos.
A través de nuestras raíces recibimos alimento, fuerza, estabilidad
y desarrollo, y cuando estamos separados de la fuerza magnética de
la naturaleza esto nos conduce a una situación de aislamiento, por
lo que podemos ser víctimas fáciles de cualquier manipulación.
Cuando nuestras raíces conectan y reciben la vibración terráquea,
entonces estamos ligados abajo, próximos a la tierra y humildes,
afianzados en el suelo con una sensación íntima de seguridad porque
sabemos que YA NO ES POSIBLE CAER. Vivimos sencillamente en un
estado de gracia marcado por la tranquilidad, la solidez, y la
seguridad. No podemos olvidar que el plano terrestre es un gran
circuito de pruebas para nuestros ideales, creencias y proyectos.
Aquello que tenga fondo, sustancia y cimientos hallará su camino
para manifestarse, lo mismo que sucede con nuestros pensamientos y
acciones los cuales, repetidos y ejercitados suficientemente,
condensan las ideas en manifestaciones sólidas y tangibles.
Esta idea de tomar la energía vital de la Tierra a través de
nuestras raíces se conecta también con el concepto de la salud
y de
la enfermedad. Cuando estamos separados o desligados de esa fuerza
de la madre naturaleza, entonces perdemos la conciencia de la
unidad con nuestros orígenes, y la enfermedad y el desequilibrio
pueden surgir. Por ello, el desarrollo del primer chakra significa
también la superación de la enfermedad y de las limitaciones
físicas. La toma de fundamento o enraizamiento implica limitación. Cada
paso a través de los chakras en sentido descendente se dirige hacia
lo más sencillo, lo más definitivo y lo tangible. Esta limitación,
que por lo general asusta a muchos, es un principio esencialmente
creador. Si no limitamos nuestras opciones o nuestras actividades
nunca podremos terminar nada. Así, la limitación es imprescindible
para la manifestación. El enraizamiento o la toma de fundamento es
la aceptación armoniosa de la limitación natural humana.
Así como un pararrayos protege el edificio en el cual está
instalado enviando las cargas eléctricas a tierra, igualmente
nuestro enraizamiento protege al organismo psicofísico evitando la
"sobrecarga" con las tensiones de la vida cotidiana. Por ello,
podemos decir que el enraizamiento es una manera de disolver el
estrés.
Recordemos que los chakras filtran la energía del ambiente y que su
patrón giratorio determina ciertas frecuencias, con lo cual sólo
las vibraciones resonantes o afines a ese patrón giratorio pueden
penetrar el chakra y acceder al núcleo de la conciencia. Las demás
vibraciones son rechazadas y forman lo que se podría llamar el
"ruido de fondo", el cual por lo general es olvidado con facilidad
por la mente consciente.
Hay muchas personas que piensan que por el simple hecho de trabajar
intensamente los chakras superiores las puertas del cielo se abren
de par en par, pero con frecuencia se pueden presentar experiencias
duras, las cuales demuestran que eso no es así. Las dificultades
psíquicas que poseen algunas personas provienen de tener los
chakras superiores demasiado abiertos, al tiempo que los inferiores
carecen de la estabilidad necesaria para soportar el "bombardeo" de
energías psíquicas que captan "por arriba". Es lo que se ha dado
en
llamar "hipersensibilidad psíquica", algunos de cuyos casos llegan
a necesitar de psicólogos o inclusive de psiquiatras. Por ello, el
sentido común recomienda a este tipo de personas hacer ejercicios
físicos, realizar manualidades, y desarrollar tareas cotidianas tan
sencillas como cortar el césped o pintar una valla con alegría
y
plenitud, para de esa manera ir equilibrando los chakras inferiores
con los superiores.
Tomar fundamento y enraizarse es similar al acto de enfocar el
objetivo de una cámara fotográfica hasta lograr que la doble imagen
se funda en una sola. Es algo así como unificar en un punto
intermedio el ideal con la simple realidad.
Cuando las raíces o fundamentos personales están funcionando
correctamente, las decisiones se toman con facilidad, se disipan
enseguida las preocupaciones relativas al futuro y los
acontecimientos del presente adquieren más interés, brillo y
genialidad.
El espiritualista verdadero da cada vez más importancia al trabajo,
ya que sabe que toda la naturaleza trabaja de continuo y que ése es
uno de los aspectos fundamentales de Dios. No hay que entender la
rutina como tal, sino como un proceso de repetición, ejercitamiento
y concentración, y es uno de los caminos más sencillos para que
las
energías sutiles adquieran densidad suficiente y se manifiesten en
la realidad. Por el contrario, la persona que tiene que
desenvolverse en condiciones de cambios e improvisaciones permanentes
se agota en el simple nivel de la supervivencia, que es
el del primer chakra, puesto que se ve obligado a rehacer sus
cimientos una y otra vez.
En el lado opuesto encontramos que una exagerada adhesión o amor
por la rutina y la invariabilidad puede ser igualmente nociva.
Tengamos en cuenta que el mundo físico no es la meta, sino
solamente un instrumento.
El primer chakra se encuentra conectado igualmente con los
instintos básicos, entre los cuales encontramos el instinto de
supervivencia. Si bien es altamente involutivo que los chakras
superiores o los estados superiores de la conciencia estén
subyugados a los instintos que residen en los chakras inferiores,
también puede ser tremendamente negativo para la evolución personal
que los instintos del primer chakra sean anulados, adormecidos o
dejados en un plano de actividad mínima. Así por ejemplo, el
instinto de supervivencia hace reaccionar nuestro organismo
psicofísico global ante cualquier peligro o amenaza para la
integridad personal, pero no sólo en el plano físico, sino también
cara a nuestra integridad psíquica, mental e, inclusive,
espiritual. Por esto no es raro que aquellas personas que basan su
desarrollo personal casi exclusivamente en el cultivo de los
chakras superiores, de carácter más abstracto, en ocasiones tengan
enormes "patinazos" en asuntos de la vida cotidiana, los cuales
cualquier otra persona normal y corriente e incluso sin cultura
podría evitar con gran facilidad. Este es el síndrome del "mucho
para arriba y casi nada para abajo", quizás llevando al extremo
aquello de que "buscar primero el reino de los cielos y los demás
vendrá por añadidura". Es obvio que nada debería llevarse al
extremismo, que es lo que se da en llamar hoy en día
"fundamentalismo", puesto que la realidad humana y la realidad
histórica demuestran que los extremos no son buenos.
Por mucho que la atención mental de alguien esté saltando de un
tema a otro sin orden y sin disciplina en una fase dada de su vida,
si su supervivencia orgánica se viera afectada, el primer chakra
demandaría su atención bruscamente hacia lo inmediato y, aunque
fuera durante unos momentos, el individuo conectaría con sus
instintos, los cuales teníamos más desarrollados como hombres y
mujeres cuando vivíamos en contacto con la naturaleza.
El instinto de protección no tiene por qué estar ligado
exclusivamente a posibles peligros o agresiones físicas, sino que
se puede activar cuando alguno de nuestros chakras superiores capta
que podemos ser atacados psíquicamente por otra persona; pero lo
curioso es que cuando no existe instinto de autoprotección en el
plano del primer chakra, muy difícilmente el talento de protección
se manifiesta en los chakras superiores.
La ventaja que tienen los instintos es que cuando se les tiene
"bien educados", éstos no van a demandar nuestra atención sino
cuando es estrictamente necesario, con lo que queda activado en
nosotros una especie de "piloto automático" que solamente dará
la
luz de alarma cuando haya algún factor objetivo amenazador.
Hay personas que continuamente padecen achaques de salud, que todos
los días se levantan y se acuestan con la preocupación de "qué
voy
a comer hoy" o, simplemente, que se encuentran con la ansiedad o la
angustia de estarse relacionando diariamente con personas o con situaciones
de una manera rutinaria o mecánica, sin posibilidad de
elevar las circunstancias. Cuando se produce dolor o sufrimiento en
nosotros quiere decir que hay un bloqueo importante de energía en
alguno de los niveles chákricos, con lo cual es necesario hacer una
labor de autorreconocimiento, pues si hay una experiencia sostenida
ambiental que nos está haciendo sufrir, es ni más ni menos porque
internamente hay algo en nosotros que no está permitiendo la
evolución de las circunstancias hacia un nivel superior.
Si es usted del tipo de personas que se consideran muy despegadas
de lo material o que dicen abiertamente que "el dinero no les
importa", ándese con cuidado. Una aparente sensación de desapego
de
lo terrestre en un momento dado se puede convertir en un
impedimento para la evolución espiritual. Comience practicando un
ejercicio tan sencillo como el saber tener y poseer las cosas,
guardando de forma segura sus pertenencias, conservando
adecuadamente su dinero o el fruto de sus esfuerzos, magnetizando
con su cariño la materia que tiene a su alrededor día a día
y, en
definitiva, siendo respetuoso con la materia universal que le
rodea. No considere a ninguna fuerza de la naturaleza como inferior
o menos importante, y en las fuerzas de la naturaleza obviamente
incluimos a los objetos materiales. Sepa apreciar en la naturaleza
que le rodea el trabajo que ella hace día a día para perfeccionar
sus manifestaciones y para, a pesar de todo, mantener este planeta
en relativo equilibrio, aunque muchas veces la humanidad no es
respetuosa con el propio planeta que la alberga.
Revísese internamente para saber si tiene su primer chakra
programado o ejerciendo un patrón de "conciencia de pobre", pues es
bien sabido que si se piensa con estrechez acerca de la materia,
ésta también se nos manifiesta con la misma parquedad. "Ni ser
pobre es una virtud, ni ser rico es un defecto".
El lenguaje del primer chakra es la forma, y el cuerpo físico es
nuestra forma. El primer chakra se encuentra muy relacionado con la
curación y la comprensión del cuerpo, para lo cual necesitamos
aceptar, sentir, valorar y amar este último. Aprendamos a hacernos
más sutiles en la captación de las formas, pues la vista, el tacto,
el movimiento y todas las demás sensaciones y expresiones del
cuerpo material son también una manera de amplificar nuestra
conciencia. "No necesariamente es más espiritual quien más cierra
los ojos, y no siempre es más humilde el que más camina mirando
hacia el suelo".
Todos hemos leído acerca del poder del pensamiento, pero si alguien
nos dice que el primer chakra es capaz de crear materia, seguro que
nuestra mente racional rechinará un poco y tal vez termine por
concluir que ésta es una aseveración un tanto exagerada. Hablar
de
materialización es ni más ni menos que hablar de condensación.
Así,
por ejemplo, los planetas del sistema solar en su momento fueron
simplemente gas interestelar, el cual por efecto de la gravedad se
fue concentrando debido a la atracción generada por el primitivo
centro del sistema que se iba formando. A mayor masa, mayor fuerza
de gravedad, y tal proceso estuvo en el origen de nuestro sistema
planetario. En esto vemos un claro ejemplo de que lo sutil y lo en
origen etéreo puede dar lugar, mediante la convergencia de ciertas
fuerzas naturales, a algo que nosotros podemos llamar luego como
puramente material. Obviamente, nosotros
no podemos crear materia, pero sí podemos
transformarla y participar activamente en ese proceso de la
alquimia o transformación evolutiva de la naturaleza.
VERTIENTE ESOTERICA DE MULADHARA.
Hablar de Chronos o Saturno, planeta afín a Muladhara, es hablar
del tiempo o, mejor, del tiempo y del espacio. La relación de
Saturno con la materia universal y con la Tierra es clara.
Muladhara de ese modo es todo lo relacionado con nuestra
arquitectura física: instintos sexuales, necesidad de alimentación,
sensaciones físicas, etc.
Sólo pongámonos a pensar durante un momento todo lo que tiene que
pasar, hacer y superar el individuo para conseguir un nivel
adecuado en la satisfacción y mantenimiento de sus necesidades
básicas: comida, vivienda, desplazamiento, apareamiento, vestido y
similares.
Es precisamente el equilibrio del chakra Muladhara el que facilita
el dinamismo de esa a veces lenta, pesada y densa dimensión
espacio-temporal ligada a nuestro cuerpo físico.
A este respecto es interesante meditar en la vertiente esotérica
del problema clásico de la cuadratura del círculo. Como sabemos,
en
el lenguaje de los símbolos el cuadrado es la materia y el círculo
es el espíritu. Por tanto, la cuadratura del círculo es la
materialización (cuadratura) de los ideales (círculo). Dice el
refrán: "del dicho al hecho hay mucho trecho". Este trecho es la
dimensión espacio-temporal saturniana y ese trecho no es sólo de
distancia sino también de tiempo.
"El tiempo es oro", dice el adagio, y efectivamente así es. Saturno
es el plomo que hemos de transmutar en oro progresivamente, y el
dominio del tiempo es otra de las cualidades o virtudes
desarrolladas por mediación del chakra o puerta interdimensional de
la base de la columna.
No son pocas las cosas importantísimas en relación con Saturno,
y
todavía nos quedan algunas por citar. Una es la cualidad o poder de
Muladhara en relación con la locomoción, pues la activación
de este
primer chakra genera precisamente la posibilidad de viajar sin
cansarse.
Para terminar, la potencia y fluidez de la energía sexual se
localiza igualmente en conexión con el centro Muladhara.
Para terminar con nuestro desarrollo teórico, digamos que SATURNO
posee un mensaje secreto, pues SAT en el lenguaje sánscrito
significa Sagrado y de URNO viene urna, con lo que queda "urna
sagrada". Así es, pues aunque parezca Muladhara un centro de
simples cuestiones terrenales, por su propia ubicación se delata
como la base del desarrollo equilibrado de todas nuestras
potencialidades.
SEGUNDO NIVEL DE PODER:
SEGUNDO CHAKRA: SVADHISTHANA (EL AGUA).
Físicamente se sitúa a la altura de la quinta vértebra lumbar
y
posee relación con el plexo hipogástrico y con las glándulas
endocrinas suprarrenales.
Posee relación con el elemento agua, el estaño y el planeta
Júpiter, siendo los signos zodiacales afines Piscis y, en segundo
lugar, Sagitario.
La palabra Swadhisthana proviene de la raíz Swad, la cual significa
"endulzar", lo que simboliza el paso del nivel restrictivo y
material del primer chakra a un plano de mayor expansión,
recreación y, hasta cierto punto, felicidad.
El segundo chakra, al estar regido por el agua, tiene relación no
solamente con los sentimientos sino igualmente con los deseos. Se
puede decir que Swadhisthana o "el reino de la dulzura" es como una
especie de "cielo" con relación a la materia o tierra que
representa el primer chakra. Al comenzar el despertar del segundo
chakra, el ser humano siente la necesidad de superar las barreras
de la simple actividad física y de mantenimiento de sus necesidades
básicas, entrando en un terreno en el cual el placer, las
relaciones, la cultura, los viajes, y la vida social son elementos
esenciales.
La fuerza del deseo es enorme, puesto que se encuentra en la base
de la propia motivación humana y hace que el hombre y la mujer se
expandan, tratando de abarcar otros niveles de experiencia que van
más allá de la rutina y responsabilidades diarias. Aunque todo
deseo surge por alguna razón, es evidente que el deseo es una
espada de dos filos, pues se puede dar la tentación de ir
continuamente detrás de objetos externos que supuestamente producen
satisfacción.
Si la tierra -representativa del primer chakra- tiene el atributo
de la solidez y, por tanto, la capacidad de la construcción de algo
con unos materiales que son rígidos, el agua del segundo chakra es
el símbolo universal de la "ley del mínimo esfuerzo" o de la mínima
resistencia; así, todo los ríos acaban por desembocar en el mar,
y
siempre ellos buscan la ruta de menor resistencia.
El placer como re-creo produce salud y armonía en el organismo
psicofísico, así como rejuvenecimiento del espíritu y una tónica
sana en las relaciones personales y culturales. En cambio, el
placer como di-versión desenfrenada produce un desgaste de las
energías vitales personales.
No cabe duda de que es una tendencia natural humana el buscar lo
bueno, es decir, tener una casa más cómoda, disponer de una más
amplia biblioteca, enviar a los hijos a la mejor y más cara
universidad, disponer de tiempo y dinero suficiente como para ver
mundo, tener la posibilidad de charlar y hacer tertulia con los
conocidos de una forma relajada, o alternar socialmente con
determinados grupos o círculos con los cuales poseemos una cierta
afinidad. Todas estas actividades bien encaminadas producen una
armonía entre la mente y el cuerpo, pero es fácil quedarse atrapado
en este chakra, y la trampa proviene tanto de evitar la felicidad y
el placer como de entregarse excesivamente a ellos.
Se trata de entrar en una dinámica de felicidad ligada a la
sabiduría, y no de la felicidad sintonizada exclusivamente con el
placer momentáneo.
Algunos sistemas de creencias budistas e hindúes afirman que los
sentidos engañan y que sólo sirven para enmascarar la verdadera
naturaleza de las cosas pero, si esto fuese cierto, ¿no nos habría
sido más práctico haber nacido simplemente como seres etéreos
y sin
contacto con la realidad física?.
La sensualidad es otro aspecto ligado a este chakra y al planeta
Júpiter, y por ello algunos autores encuadran la función de la
sexualidad en conexión con el segundo chakra y no con el primero.
A este respecto es más lógico pensar que la sexualidad como
instinto básico se encuentra relacionada con el primer chakra,
mientras que la sensualidad o refinamiento del amor está en
analogía con el segundo chakra, Swadhisthana.
Disfrutar de unas buenas y relajadas vacaciones, pasar un rato de
entretenimiento en el teatro o en la ópera, relajarse yendo de
compras, o divagar en una conversación hablando de política y moral
en un tono desenfadado, para algunos espiritualistas de
fundamentalistas podrían parecer actividades "trampa", con carácter
limitador para la evolución personal. Pero es necesario hacer
funcionar el discernimiento, y ver que estas actividades pueden ser
sencillamente complementos de la evolución humana, y que también
contribuyen a la apertura de la conciencia hacia realidades cada
vez más expandidas.
Continuando con el avance en el estudio del segundo chakra, también
hay que añadir los sentimientos y los afectos como parte de su
radiación y su nivel vibratorio.
Así, por ejemplo, el instinto de protección hacia las personas
allegadas tiene su origen en este chakra, el cual motivó a lo largo
de la historia de la humanidad que se estableciera la célula
familiar con unas raíces morales y de carácter sagrado, y
sustentada fundamentalmente en el matrimonio. Además, ese
sentimiento paternalista y protector fue creciendo progresivamente
hasta alcanzar el concepto de clan, de tribu y posteriormente de
pueblo.
La protección hacia otra persona está relacionada tanto con la
crianza como con la aportación de energía, cariño y muestras
de
afecto a la familia, los hijos y los protegidos en general. Este
instinto paternal o maternal es fundamental para el desarrollo
equilibrado de la psicología humana.
La empatía es otro de los fenómenos psíquicos relacionados con
Swadhisthana, y ésta se define como "la capacidad de compartir las
emociones de otras personas"; o, también, "la participación
afectiva, por lo común emocional, que desarrolla un sujeto en una
realidad ajena".
Este es uno de los elementos fundamentales que hace que los seres
humanos se relacionen socialmente y se inclinen a formar grupos,
asociaciones, agrupaciones artísticas o clubs deportivos.
Por ejemplo, para el individuo que es aficionado a un determinado
club deportivo, ésta es una manera de identificarse afectivamente
con una serie de personajes, emblemas, colores, actos y símbolos,
y con los cuales adquiere una relación de cierta reciprocidad, ya que
unas veces recibe alegrías y en otras ocasiones sólo tristezas,
pero él sigue aportando una contribución a ese club para que salga
hacia adelante.
Otro ejemplo es la afición tan extendida por todo el mundo de estar
pendiente de lo que hace la princesa tal, de la vida personal del
marqués cual, o de las andanzas de la actriz que está de moda en
el
momento, tratando de acercarse, comprender o identificarse con las
experiencias que viven los célebres de nuestra sociedad.
También las agrupaciones de carácter festivo, artístico y cultural
entran dentro de este componente de necesidad de interrelación
psicoafectiva.
Como sucede con todo, esto puede tener una doble vertiente, pues
esta inclinación a la empatía social y a identificarse con un
determinado grupo puede generar, aunque no necesariamente, que la
persona se deje influenciar excesivamente y pierda parte de su
individualidad.
Aquí es conveniente indicar que el primer chakra es afín al número
uno, es decir, a la individualidad, el ego, la preocupación por el
yo mismo, y hasta el egoísmo.
En cambio, el segundo chakra es análogo al número dos, que es el
complemento del uno con el uno, es decir, la dualidad que se
manifiesta en la relación del yo con su pareja, del yo con sus
amigos, del yo con el ambiente, del yo con la sociedad, y así
sucesivamente.
La sociabilidad es una inclinación a constituir familias más allá
de la propia familia genética.
Así, la estructura social es una especie de plano extendido del
segundo chakra, y ante cuyas fuerzas difícilmente se puede estar
aislado. Si el segundo chakra de cada sujeto se comparase con un
vaso de agua, entonces la estructura social sería el mar. Puede
suceder, por tanto, que las aguas individuales en cierta medida
sean absorbidas por el gran mar social, pero también puede ocurrir
que nuestro propio cántaro se abastezca positivamente en
determinados momentos de parte del líquido marino.
Estos baños que nos damos en el mar social como producto del nivel
de experiencia del segundo chakra, pueden ser motivados tanto por
necesidad de diversión como por afán cultural, deportivo, político,
de distinción social, de superación de la soledad, de aprendizaje
de los demás, o de cualquier otro tipo.
Este es el chakra que hace que la influencia social propia del
momento y del lugar llegue a nosotros desde edades muy tempranas,
pero también es la ruta adecuada para nosotros poder intervenir,
dentro de ciertos límites, en nuestro propio medio ambiente.
VERTIENTE ESOTERICA DE SWADHISTHANA.
Júpiter se conecta con la abundancia, la filosofía, la riqueza,
los
viajes al extranjero, la proyección lejana de la mente, los
conceptos morales, etc. El paso de Saturno a Júpiter es un momento
peligroso, donde las pruebas de tipo económico y sexual están a
la
orden del día. Es casi el tránsito de la Tierra (Saturno) al
Empíreo o al Olimpo, la morada de los dioses...
El "sueño americano" se denomina en EEUU, que es algo así como la
filosofía de "el que la busca se la gana". Es la abundancia y la
realización de los ideales personales, basadas en el esfuerzo y el trabajo
eficiente (Saturno), así como en el "pensar en grande"
(Júpiter).
Júpiter posibilita como poderes o facultades algunos que son
realmente arquetipos de la mente subconsciente humana. Por ejemplo,
la "suerte" es uno de ellos. En realidad, sabemos que la suerte no
existe, pues ella es más bien un factor o ley matemática que muchas
veces desconocemos.
Muchas de las experiencias ligadas a Júpiter vienen dadas por el
crecimiento económico, llegando a algo así como la tierra prometida
de la abundancia. En ese momento se comienza a vivir la felicidad
y la plenitud jupiterianas, con posibilidad de acceder a nuevos y
más amplios círculos sociales, al mundo de la cultura y de la
filosofía, a los contactos fluidos y frecuentes con el extranjero,
etc.
Júpiter es realmente el que abre las puertas a la capacidad de
atracción de situaciones favorables, a las cuales el público en
general suele llamar suerte. Así, encontramos como "poderes"
jupiterianos desde la posibilidad de atraer riquezas y buena
fortuna, hasta la apertura de nuevos y enriquecedores contactos
sociales que son la lanzadera para otros niveles sociales, pasando
también por una salud pletórica y una superación de los clásicos
síntomas de la vejez.
Es realmente Júpiter el elixir de la larga vida. Pero no sólo
quedan ahí los poderes o facultades desarrollados con el segundo
chakra, pues también nos hemos de extender al dominio de la Magia
y la organización. Es decir, Júpiter es el que hace que el ser
humano sea capaz de poner en movimiento y organizadamente los
distintos elementos de su entorno social y afectivo. Así, en el
cuento "el aprendiz de brujo" sucede exactamente lo contrario: el
discípulo comienza a vitalizar los objetos del cuarto y luego no es
capaz de controlarlos. Debido a que el elemento agua es el
relacionado con el plano psíquico, siendo a la vez Júpiter el que
genera la expansión, podemos hablar respecto a Svadhisthana de la
"expansión psíquica". ¿Esto qué significa?.
La magia de este chakra se encuentra en la posibilidad de proyectar
formas psíquicas optimistas y tolerantes. Se ha dicho que los
pensamientos bajos o irrespetuosos "rebotan o regresan" a su
emisor. Así, la llamada suerte jupiteriana es en realidad el
producto, el resultado o el efecto de la emisión de glóbulos
psíquicos con una carga positiva hacia el mundo psíquico.
Se entiende por GLOBULO PSIQUICO a una secuencia de emociones o
estados internos coherentes que son creados en la psiquis,
energetizados con la técnica apropiada y proyectados hacia las
esferas psíquicas sutiles.
Así, el segundo chakra produce el despertar de la capacidad de
emitir ondas psico-afectivas amplias, abiertas y universales, con
lo que cualquier mala suerte, maldición, destino cruel, desarmónica
influencia de las enemistades, etc. es neutralizada y atajada.
Por tanto, Svadhisthana es el que gobierna y expande el plano
psíquico normal, el de todos los días. Su fuerza hace posible el
mantenimiento de un estado sostenido de jovialidad o de "tomarse
las cosas con filosofía" aun en los momentos difíciles.
Svadhisthana genera la superación de las bajas influencias
psíquicas a través de una adecuada autoprotección psíquica
y mental.
Svadhisthana posibilita la superación de las sensaciones de pesadez
propias de una gravedad desbalanceada excesivamente hacia el
Saturno del primer chakra. Por eso Júpiter y el segundo chakra
están relacionados con el estaño, metal mucho más ligero y fino
que
el plomo saturniano. Las mencionadas sensaciones de pesadez que
elimina el despertar del segundo centro vital van desde las
digestiones lentas hasta las sensaciones psíquicas de agobio y
opresión producidas por el mundo de la calle y del trabajo.
TERCER NIVEL DE PODER:
TERCER CHAKRA: MANIPURA (EL FUEGO).
Físicamente tiene relación con el plexo solar y con el páncreas
endocrino. Se ubica a la altura de las últimas vértebras dorsales
y debajo del diafragma.
Su planeta regente es Marte, el metal es el hierro y su elemento es
el fuego. Los signos zodiacales afines son Aries y en segundo lugar
Escorpio.
El tercer chakra es afín al número tres, el cual representa la
superación o unificación de la dualidad; es decir, ante dos
opciones opuestas hace acto de presencia la voluntad dinámica que
rompe con la duda previa y que, por tanto, asume un riesgo al optar
por una línea de acción específica. Por ello, la finalidad de
este
chakra es el fuego, símbolo de la transformación, en este caso
mediante la decisión dinámica.
El segundo chakra representaba la polaridad del placer y de la
felicidad, mientras que el primer chakra era el símbolo de la
resistencia y la responsabilidad. Con el tercer chakra, superamos
esa dualidad y emprendemos una acción deliberada y consciente. Este
nivel de experiencia está conectado con la voluntad de hacer y
representa la superación de la inercia, así como la chispa esencial
que enciende las llamas de nuestro poder personal.
En cierta medida, el primer chakra representa la fuerza del
rozamiento que retiene y refrena, mientras que el segundo chakra es
la fuerza de la inercia, que representa la facilitación, la
relajación y el dejarse llevar.
La misión del tercer chakra es la de superar la dualidad entre las
dos fuerzas anteriores.
Imaginemos al golfista, que pone su voluntad en acción y da un
golpe seco a la bola (rozamiento: primer chakra), y esto hace que
se manifieste una fuerza activa con una trayectoria concreta, al
superarse la inercia del reposo original de la bola (inercia:
segundo chakra).
Pensemos ahora en el jugador de béisbol, que con su guante
intercepta de manera cortante la bola que cruzaba volando el campo
de juego, deteniéndola en seco. En este caso, es el rozamiento del
guante (primer chakra) el que frena la inercia del movimiento de la
pelota (segundo chakra), y todo ello debido a un acto consciente
de voluntad del jugador.
En nuestra vida personal, es la voluntad de acción (tercer chakra)
la que vence la inercia de los ciclos que se perpetúan a sí mismos,
haciéndonos llegar a nuevos niveles de transformación. Hay un punto en
el cual una vez superada la inercia se comienza a emitir energía
con facilidad, y el tercer chakra entonces adopta una velocidad de
giro o de revoluciones adecuada. Es algo similar al acto de poner
en marcha un coche con el arranque, después de sucedido lo cual el
motor prosigue su ciclo con mayor facilidad.
El movimiento, conforme se hace más intenso y veloz, genera calor,
y el calor, a su vez, facilita y estimula el movimiento, siempre
que no se pase de un determinado nivel de temperatura, pues
entonces se podría producir un sobrecalentamiento del proceso.
El tercer chakra nos insiste en que meditemos en nuestro concepto
acerca del poder, el cual no hay por qué entenderlo siempre como
dominación de uno sobre otro. Hay una interpretación más espiritual
del poder al concebirlo como integración, es decir, como algo que
brota de dentro y que induce a un individuo a la unidad y a la
conexión con las fuerzas que le rodean. Al pensar en el poder
deberíamos entenderlo más como un verbo que como un sustantivo;
es
decir, se trata más de generar y de crear que de poseer cosas.
El tercer chakra, ligado al plexo solar, es ardiente y aporta luz,
calor y energía, representando nuestro "a Dios rogando y con el
mazo dando".
Manipura significa "gema radiante", incandescente, que brilla como
el Sol. El fuego es la chispa de la vida que enciende la voluntad
y motiva a la acción. El poder del tercer chakra es poder de vida,
de vitalidad y de conexión, ya que el fuego es un proceso de
combinación y de combustión.
Hay un poder que está basado en la conciencia, la motivación, la
luz, la calidez y los propósitos amplios. Sin embargo, no todas las
manifestaciones del poder son luminosas, ni muchísimo menos.
Existe un poder gris o grisáceo, el cual se quiere imponer a través
del miedo, dominando a los otros con esta herramienta psicológica.
Lo curioso del caso es que aquellas personas que blanden el miedo
como arma de poder son en sí mismas personas cobardes y temerosas,
que se encierran en sí mismas y son incapaces de abrirse a la
energía de la vida, a la energía del Sol. Estos "hombres grises"
realmente "ni comen ni dejan comer". Son como una especie de cuerpo
frío que continuamente absorbe el calor del entorno pero que no
genera fuerza propia, y lo peor del caso es que luego comercian con
esa fuerza vendiéndosela a aquéllos a los cuales previamente se
la
han robado.
Para romper el ciclo del miedo es necesaria una identificación de
cada individuo con su yo, la cual debe ser autoafirmativa y al
mismo tiempo comprensiva. Hay que amarse a sí mismo, concederse
espacio para respirar, salir cada día de exploración y de aventura,
y permitirse el cometer errores como camino de aprendizaje, pues de
lo contrario faltará el aire y no podrá arder el fuego interno.
Hay quien busca el poder fuera de sí, como algo ajeno, en vez de
sentirlo dentro de sí mismo; y así pretende siempre estímulos
exteriores, como forma de excitación y actividad fuera de su propio
ser.
El verdadero poder interior se basa en la autoconfianza, en la
fuerza de voluntad y en la disposición para cambiar. Es la facultad
para superar la inercia y para encaminar la vida hacia aquello que amamos,
aquello que nos inflama, lo que nos desafía y lo que nos
renueva. En ese momento, nos adaptamos al cambio de las cosas,
afinamos con el cambio de la vida y nos convertimos en canales para
la transformación del mundo que nos rodea.
Dicen los sabios que el poder no es una propiedad que alguien pueda
poseer, ni controlar, ni mucho menos quitar a los demás; el poder
no es sino un proceso al cual el ser se puede abrir...
Si queremos vivir los niveles superiores de experiencia de este
chakra, y poder acceder a los demás, tendremos que redefinir y
revivir la experiencia del poder como algo que enaltece, potencia,
vigoriza y desarrolla. El poder ha de estar al servicio del
desarrollo social y de la evolución individual, y no como freno a
ambos.
El poder gris está basado en la imposición de una separación
y de
un orden sectario. Una cosa es el poder como imposición de una
voluntad personalista que no respeta la individualidad de los
demás, y otra cosa es el poder como recepción de la energía
solar
superior y que se manifiesta en lo concreto como justicia y afán
creador.
El poder de cualquier grupo u organismo depende de su solidaridad,
su unidad, su capacidad para combinar y coordinar sus fuerzas
internas, y del respeto que exista a la creatividad individual de
cada cual. El poder como control o "poder sobre" implica separación
de la unidad.
En la unidad integrada, por el contrario, funcionamos como un todo.
En tanto que manifestaciones del todo, no vamos hacia el poder ni
vamos a conseguir el poder, sino que captamos la manifestación y la
existencia del poder en nosotros mismos.
Los sujetos que están dominados por otros se encuentran
"alienados", que es "un estado en el cual los individuos se sienten
aislados, no dueños de sí mismos, y no participantes en el orden
que les rodea". En este estado se pierde la chispa interior, el
entusiasmo, la voluntad y el deseo, con lo que la persona no está
identificada ni con lo que hace, ni con lo que es en ese momento.
La energía por sí sola no constituye el verdadero poder, puesto
que
es necesario darle una dirección creativa, consciente y
responsable.
No olvidemos que la voluntad entendida como una combinación entre
mente y acción es el medio por el cual podemos forjar el futuro a
partir del aquí y el ahora. En este sentido, nos podríamos plantear
hasta qué punto somos nosotros mismos la causa de nuestras
circunstancias y no las víctimas de ellas. Sería perder el tiempo
esperar a que la justicia impere en el mundo y, por ello, el tercer
chakra es el nódulo energético capaz de filtrar el infortunio y
las
adversidades, convirtiéndolos en combustible para la voluntad.
El tercer chakra equilibrado no es una cadena de acciones
desorbitadas sin planificación y guiadas principalmente por la
fogosidad momentánea. Se trata de actuar descubriendo primeramente
las causas de lo que sucede a nuestro alrededor y, posteriormente,
proyectar la energía en tales causas y no en los efectos. Un tercer
chakra fortalecido observa los errores del pasado como soporte y
fundamento para los éxitos del futuro. En tal sentido, se contempla
al mundo como una vibrante y atractiva serie de oportunidades,
evidentemente no exenta de riesgos, pero en ningún momento existe el
miedo, ni hacia el pasado en forma de remordimientos, ni hacia
el futuro como amedrentamiento.
La voluntad es, en síntesis, la combinación consciente entre la
fuerza y la forma. Para aprender a desarrollar la voluntad, el
primer paso consiste en darnos cuenta de que tenemos voluntad, y de
que ésta realmente es una función que nunca cesa, es decir, como
facultad espiritual que es, ni tiene principio ni tiene fin. Cuando
la persona siente cierta impotencia para hacer cosas, entendiendo
que ello se debe a falta de voluntad, está recayendo en un grave
error. El problema no es que no tenga voluntad, sino que no ha
sabido conectar con ella, no ha podido utilizarla y, por tanto, no
la ha cultivado.
El ser humano se ve desvalido cuando no toma conciencia de que su
capacidad para hacer, accionar causas y transformar tiene realmente
origen en la voluntad divina. Por tanto, no hay que confundir la
humildad con el desvalimiento. Recordemos que "el hombre sólo logra
convocar y utilizar aquellas fuerzas a las que estaba previa y
verdaderamente predispuesto", por lo que el acto de conexión con la
voluntad esencial requiere de una predisposición psíquica y mental.
La verdadera voluntad refleja una integración del yo con el todo,
al menos hasta cierto nivel, y ella se manifiesta como una
emanación de las profundidades del ser.
Existe también el concepto de voluntad cósmica, el cual captamos
como una voluntad superior y más inteligente a la nuestra.
Hay quien piensa que esa voluntad divina que está reservada para
nosotros se averigua solamente leyendo las cartas del Tarot, la
carta astral o la bola de cristal, pero en buena medida el "truco"
está en dejarse aconsejar por las circunstancias, es decir, por
nuestra realidad, lo cual no significa ni dejarse dominar por ellas
ni tampoco caer en el extremo de intentar ignorarlas. Se ha dicho
que existe para cada caso una única solución, que es la verdadera,
la efectiva, la más responsable y, por tanto, la más acertada.
Esta
capacidad de decisión inteligente en función de la realidad
esencial que nos rodea es en buena medida una forma de conexión con
nuestra voluntad esencial y, por ende, con la voluntad cósmica. No
se trata de que las circunstancias nos gusten o no nos gusten, sino
que éstas son las reales en ese preciso instante. Negar el valor
que posee la realidad es algo así como cortar en una película
aquellos trozos que no nos gustan, lo cual sería una especie de
"censura existencial".
El concepto de misión individual también afina con la idea de
vocación personal. Para averiguar cuál es ésta, para identificarse
con ella y para desarrollarla con plenitud necesitamos ir
dilucidando poco a poco quiénes somos, de dónde venimos y hacia
dónde vamos, pues en ese misterio se encierra la vocación a la
cual
debe orientarse nuestra voluntad. Este proceso de descubrimiento de
la vocación o de la propia misión individual no puede estar guiado
por la ansiedad o por las prisas, pues hay que tener en cuenta que
"demasiada luz es perjudicial", lo cual significa que solamente en
el momento adecuado podremos ir viendo un poco más allá en el
horizonte. Es algo parecido a cuando el escalador o montañista va
ganando metros poco a poco, y cada vez su visión sobre el entorno
paisajístico es más completa.
Como sabemos, todos los chakras tienen sus aspectos positivos y negativos,
y el abuso de la voluntad personal amenaza con
atraparnos en este tercer nivel.
En cambio, cuando la voluntad personal y la voluntad cósmica se
aúnan, sencillamente hay que dejarse llevar por ella con plena
confianza.
No hay que entender el poder como un fuerza bruta o de simple
ímpetu y empuje, sino que hay que pulir la fuerza personal para
tratar de alcanzar la técnica necesaria. Obviamente, si una persona
adquiere destreza, habilidades y ejercitamiento en un área
determinada, ya sea profesional, intelectual, artística o
humanista, evidentemente su fuerza se multiplicará, con lo cual
también su poder interior dará frutos y realización personal.
Esta
es en buena medida la fase en la cual la humanidad se encuentra
actualmente o, por lo menos, una parte de la humanidad, la cual
está enfrascada en una lucha contra reloj para desarrollar nuevas
tecnologías y avances de carácter industrial. Como siempre sucede,
la técnica en sí ni es buena ni es mala, sino que depende del uso
que la conciencia le dé.
Por último, la energía del tercer chakra requiere también
dosificación y control, pues no se trata de lanzarse cuesta abajo
a toda velocidad y sin mirar, pues podríamos darnos de frente
contra ciertos obstáculos. En cierta medida, Marte, regente de este
chakra y afín a lo militar, nos habla de la necesidad de la
estrategia, la astucia y el conocimiento profundo de las
circunstancias y del terreno antes de lanzarnos a la acción.
Además, es preciso escoger metas y desafíos que estén a nuestra
medida, para así evitar fracasos gratuitos.
VERTIENTE ESOTERICA DE MANIPURA.
Este centro es realmente la batería de energía más potente que
poseemos. Por ello, las personas que han realizado un esfuerzo
enorme o las que han sido sometidas a una experiencia que les ha
generado miedo, sienten un gran peso o un gran vacío en esa zona
(plexo solar).
Cuando existe un exceso de energía Yang o positiva en ese área
(apertura excesiva), se suele sentir un apelotonamiento o masa de
energía, el cual suele estar ligado a estados de excitación no
suficientemente controlados o balanceados.
En cambio, cuando se percibe en la zona del plexo solar un vacío o
falta de energía (cierre del chakra), estamos hablando de una
concentración excesiva de energía Yinn o negativa, y ello suele
venir unido a los estados depresivos. Se suele considerar al plexo
solar y a su contraparte en el astral (chakra Manipura) como el
gran receptor-emisor de energías vitales en el ser humano.
Si consideramos que el ser humano se encuentra inmerso en un gran
teatro de energías cósmicas, podemos interpretar los golpes y las
dulzuras de la vida como nuestra relación chocante o fluida
respectivamente con tales fuerzas. Así, el chakra Manipura ha de
estar debidamente revitalizado pero no recargado para poder
mantenernos en equilibrio ante esas energías cósmicas.
Por todo ello, para muchos investigadores del tema este chakra
posee relación con la facultad de la digestión, es decir, el poder
de asimilar lo nutritivo y de desechar lo dañino. En realidad, esta función
de Manipura viene ayudada por la del segundo chakra, ya que
este último se conecta con la actividad renal, es decir, la de
filtro de impurezas y suciedades.
Cuando citamos a Manipura como análogo de la digestión nos
referimos a ello especialmente en el plano astral, ya que nosotros
continuamente estamos digiriendo bien o mal las influencias
cósmicas con las cuales estamos en relación.
Si bien los golpes de la vida se aguantan por este tercer centro de
energía, también es cierto que la capacidad de vencerlos radica
en
él. No olvidemos que Marte y el elemento fuego se conectan con el
liderazgo, el ímpetu, la valentía, la apertura de nuevas rutas
y
proyectos, la acción directa, la extroversión, y la lucha por un
ideal. Una adecuada potencia en Manipura permite dos cosas:
primero, vencer los ambientes, situaciones y estados internos
apáticos y faltos de energía; y, segundo, el ser capaz de mantener
el ritmo y el control de las circunstancias en las atmósferas de
stress, excitación o incluso agresividad. Y esto no es poco.
El arte de la decisión está también bajo la fuerza del Manipura.
"Poner la fuerza necesaria en el lugar adecuado y con una reacción
precisa" es casi un lema para los que realizan un aprovechable uso
de este chakra.
Es bien conocido el uso que se hace en las artes marciales de la
concentración en el chakra Manipura, puesto que los deportistas en
general necesitan especialmente de un tercer centro poderoso y
balanceado, pues la energía vital, el ímpetu y la respuesta, así
como de los reflejos en general, se localizan en conexión con el
Manipura.
CUARTO NIVEL DE PODER:
CUARTO CHAKRA: ANAHATA (EL AIRE).
Este chakra está situado cerca del corazón y posee analogía con
la
glándula endocrina timo y con el plexo nervioso cardíaco.
Como centro energético es el que se localiza en el medio del ciclo
septenario de los chakras. Precisamente ello posee claras analogías
con sus virtudes, poderes y atributos, los cuales se encuentran en
conexión con la idea de equilibrio, armonía, fusión, amor,
suavización, etc.
La relación planetaria de Anahata es con el planeta Venus y su
elemento es el cobre, el cual utilizamos precisamente como material
conductor. Los signos zodiacales afines son Libra y, en segundo
lugar, Tauro.
En el corazón, donde espíritu y materia realizan su fusión, Shiva
y Shakti se unen, y en su danza eterna de la creación irradian su amor
sobre todo lo que existe y así hacen posible la continuidad
del universo. Recordemos que éste es el chakra central, situado a
la mitad de la escala, y en el cual han de equilibrarse los chakras
superiores con los inferiores, y viceversa. El amor de este chakra
se expresa como aceptación gozosa de la misión y el lugar que nos
ha correspondido dentro del todo, con una vivencia de paz interior
que irradia como producto de la armonía con el propio yo.
Anahata significa en sánscrito, "el ruido que se hace sin que dos
cosas hayan chocado", lo cual podríamos resumir como lo intacto, lo
prístino, lo virgen y lo puro. El elemento de este chakra es el
aire, asociado con el conocimiento, el amor y todas las cosas
ligeras y espirituales. El aire simboliza la libertad, el vuelo de
los pájaros, lo fresco y abierto, lo sencillo y lo suave... Es, en
definitiva, el aliento, el prana o el T'Chi.
Mediante este chakra se perciben las relaciones sutiles que existen
entre las diferentes cosas y niveles del universo, para lo cual se
necesita internamente un estado de equilibrio. Es decir, cuando la
mente está funcionando en ondas extremas, muy raramente es capaz de
captar las sutilezas de las interrelaciones que hay entre todo lo
que existe. Ya dice la sentencia iniciática que "el Todo está en
todo, y todo está en el Todo".
De este modo, el amor se contempla como una combinación entre
interrelación, afinidad y equilibrio. Cuando el ser humano empieza
a percibir las relaciones que hay entre los diferentes fenómenos de
la vida, entonces está entendiendo, viviendo y disfrutando de las
leyes tan justas y perfectas que rigen el cosmos.
Todo lo que permanece y sale adelante es producto de un equilibrio
entre sus partes, lo cual significa que los extremos están
condenados de nacimiento a morir, o bien a integrarse en el justo
camino del centro. Igualmente, para que el ser humano continúe cada
vez más vivo y consciente de su sendero necesita ir descubriendo de
continuo el punto de equilibrio entre sí mismo y lo que le rodea,
y esta ecuanimidad sólo se alcanza en la plenitud del corazón,
como
centro gravitatorio que es de nuestro ser. Nada ni nadie se puede
dormir en este proceso, pues lo que resulta un punto de equilibrio
hoy, mañana seguramente puede estar dos o tres pasos más delante,
que es lo que los chinos llaman "el lugar correcto".
Perder el amor es envolverse en lo mundano, lo egoísta, el
aislamiento, la separación y, por tanto, es la pérdida de la gracia
y del estado idílico de la conciencia.
Cuando este chakra está excesivamente abierto, el riesgo es perder
el fundamento y las bases, con lo que la persona se siente como
volando y está literalmente "en las nubes". El equilibrio afina con
la gracia, la delicadeza, la amabilidad y, cómo no, la paciencia,
pues sólo si nos perpetuamos en esa búsqueda continua del
equilibrio entonces nosotros mismos podremos colaborar al
equilibrio del mundo.
Inclusive entre los seres que se aman en una pareja existe un punto
de balance que no es fácil de lograr, y se podría decir que "el
que
se entrega por completo al otro no hace sino labrar una desgracia,
pues es preciso buscar el equilibrio entre el amor y la
individualidad, lo que significa sacrificar un poco de ambas
cosas". El volumen de energía que
circula a través de cualquier chakra
puede ser prácticamente ilimitado, siempre y cuando se administre
correctamente, pero no podemos olvidar que para recibir también hay
que dar, y que para crecer también hay que invertir... El trabajo
chákrico no consiste simplemente en realizar mantrams, mudras o
meditaciones simbólicas para "recibir" energías. Llega un momento
en que no recibimos nada más si no somos capaces de invertir, de
experimentar y, en definitiva, de vivir...
¿Qué es la afinidad?. Es la palabra que usan los químicos para
describir la tendencia de una sustancia a entrar en combinación con
otra, lo cual ocurre debido a que la estructura atómica y, por
tanto, el numero y disposición de los electrones y protones,
resultan complementarios entre ambas. El resultado de la afinidad
es un enlace. Cuando se combinan dos sustancias debido a la
afinidad existente entre ellas, se forma un nexo que da lugar a un
compuesto estable y diferente. Cada uno de esos elementos tenía
algo que el otro necesitaba para alcanzar su balance perfecto.
Existe una cierta relación entre los enlaces humanos y los de la
química, pero los primeros son infinitamente más complejos. Nos
sentimos atraídos hacia aquellas personas que nos inspiran una
afinidad; quizás esa otra persona capte algo en nosotros que
también le atrae, y así es posible que se produzca un enlace, el
cual sería estable mientras dure ese sentimiento, pensamiento o
interés de afinidad.
Existe también una afinidad dentro del propio yo que viene a ser
como una especie de aceptación incondicional de nosotros mismos,
reconociéndonos como piedra bruta pero con todas las
potencialidades internas. La afinidad es también una cualidad
vibratoria, pues cuando nos encontramos "en afinidad" existe un
estado de armonía y de coherencia en todo lo que decimos y hacemos;
entonces, irradiamos amor porque hemos creado un centro coherente
dentro de nosotros, el cual a su vez armoniza las circunstancias de
alrededor.
Al entrar de lleno en la experiencia del cuarto chakra, se descubre
un aspecto trascendente del yo consistente en prescindir de
nuestros límites, a veces autoimpuestos y, en consecuencia,
posibilitar la fusión con una parte del mundo que nos rodea. La
experiencia del amor como una fuente que en sí es inagotable
significa la apertura jubilosa y abundante del cuarto chakra. El
amor es una fuerza unificadora, que trasciende los límites y ahonda
en el entendimiento de la interdependencia que hay entre los seres,
con lo cual es una energía que perfecciona, enseña y nutre a la
persona. El amor es la expansión y el equilibrio del aire, la
aurora que asoma por el este, el espíritu de la paloma, el espíritu
de la paz... y con él hallamos centro, núcleo y razón de vivir.
El
amor no es una cuestión de buscar conexiones, sino de comprender
que ya estamos conectados mediante sutiles relaciones que abarcan
todos los aspectos de la vida. Por encima de todo, el amor es el
sentimiento profundo de afinidad espiritual, y la sensación de
estar conmovido, elevado y exaltado por encima de los límites
normales. Es la conexión con una profunda verdad fundamental que es
común a toda vida y que en esencia todos compartimos. El convierte
lo profano en sagrado para que lo reverenciemos, y si perdemos ese
sentimiento de relación con todo lo que vive, entonces perdemos también
el sentimiento de lo sagrado, con lo que dejamos de
reverenciar y proteger a esa parte de nosotros que nos alimenta.
También existe una relación entre la curación o sanación y
el
cuarto chakra, pues curarse es restablecer el equilibrio en un
organismo psicofísico o, incluso, en una situación. Sanar es
análogo a "devolver el estado de integridad", pues las enfermedades
resultan de un desequilibrio que fracciona el cuerpo energético y
que destruye las afinidades resonantes del yo con la naturaleza.
Evidentemente, la apertura del cuarto chakra está relacionada con
sentimientos de compasión, conexión y comprensión hacia quienes
nos
rodean, y eso naturalmente conduce al afán de curar.
VERTIENTE ESOTERICA DE ANAHATA.
El ser humano por lo general recibe en forma de choques, problemas
y apuros los embates de las fuerzas circundantes. Anahata y Venus
posibilitan la canalización adecuada de esas energías, consiguiendo
el preciado equilibrio y armonización entre el microcosmos
(interioridad humana) en sus niveles físico, emocional, mental y
espiritual, por un lado, y el macrocosmos (universo externo), por
el otro.
Es bien conocido en Magia el efecto de contacto, de enchufe, de
chispazo, de pirámide, etc. según el cual la unión armónica
entre
las energías concretas (terrestres) y las abstractas (celestes)
produce un efecto de luz, al igual que sucede con los dos polos de
la corriente. Pero hay que entender que la unión de los dos polos
de la corriente puede producir tanto luz y trabajo como también un
correntazo, dependiendo del uso que se le dé a esa energía. Anahata
da la capacidad de balancear las diferentes situaciones y de
conseguir lo que poseen los árboles para soportar la fuerza del
viento: un punto medio entre la dureza y la flexibilidad.
La armonía de movimientos, la sonrisa, la imagen personal, la
moderación y el sentido común son cualidades venusinas. Pero en
el
plano de la psicología profunda Anahata da la posibilidad de elevar
y equilibrar las energías de carácter enfermizo, morboso y
negativo. La curación de ciertas enfermedades, la autocuración,
la
posibilidad de "limpiar" los ambientes psíquicos, la comunicación
con los animales y con las plantas, son algunos elementos que
indican que Anahata produce la Iniciación en el dominio, maestría
o manejo de la Magia.
No podemos pasar por alto el simbolismo del corazón para todas las
culturas antiguas y para los diferentes sistemas esotéricos.
El corazón de los enamorados, el Sagrado Corazón de Jesús, el
corazón de piedra, etc. son algunos de los conceptos o ideas que
solemos manejar en torno el cuarto centro de energía.
EJERCICIOS PRACTICOS DEL TOMO 5
AUTODIAGNOSTICO DE LOS CHAKRAS.
Este ejercicio mejorará muchos aspectos de su psicología personal
y de su relación con el medio ambiente.
A. En este caso vamos a realizar el ejercicio de pie, con las
piernas ligeramente entreabiertas. Separamos los pies unos 40 cms.
entre sí, hasta que nos encontremos cómodos y bien ubicados en
nuestro centro de gravedad.
La columna debe de estar bien erguida y su cabeza y su vista
mirando al frente.
B. Comenzamos a realizar respiraciones profundas, rítmicas,
energetizantes y a la vez suaves. Relajamos nuestro cuerpo de pies
a cabeza en la misma postura en la que nos encontramos.
C. Colocamos nuestras dos manos al frente, formando un triángulo
equilátero entre los dos pulgares -que formarán una línea recta
entre sí- y los dos índices, de los cuales cada uno será uno
de los
dos lados restantes del triángulo.
Los tres restantes dedos de la mano pueden unirse por detrás de los
dos índices imitando a estos y formando como una especie de
tejadito, lo cual es optativo. Recordemos que el triángulo es
símbolo de equilibrio de energías.
D. CONCENTRACION: visualice durante unos tres minutos el triángulo
y, más concretamente, el espacio vacío que queda dentro del
triángulo. Esta visualización es tanto física como mental: física
porque tenemos la vista puesta en el espacio triangular y mental
porque toda nuestra atención está focalizada ahí también.
E. AUTODIAGNOSTICO DE LOS CHAKRAS: a continuación vamos a recorrer
7 puntos de energía sutil. Aunque vamos a diagnosticar 6 chakras
sólo, en el sexto lo haremos en sus dos vertientes (Agna anterior
y Agna posterior), lo que da un total de 7 puntos.
La práctica consiste en recorrer por nuestro frente los puntos
corporales correspondientes a los 6 chakras superiores.
Es decir, sin tocar nuestro cuerpo haremos que el triángulo formado
con los dedos se coloque primero frente al bajo vientre (2ordm;
chakra), y posteriormente frente al abdomen (3er chakra), el pecho
(4ordm; chakra), la garganta (5ordm; chakra), la frente (6ordm; chakra
frontal), la coronilla (7ordm; chakra), y la nuca (6ordm; chakra dorsal).
Realice el simple movimiento físico de las manos ante un espejo si
quiere practicar.
Nuestra anatomía permite perfectamente que el triángulo pueda
recorrer esos puntos. Nótese que el triángulo que forman los dos
pulgares y los dos índices va semipegado al cuerpo en su recorrido
y con su punta hacia arriba. Esa punta está formada por la unión
de
los dos índices.
Sitúe el triángulo energético con la punta hacia arriba en el
segundo chakra, en el vientre inferior, ligeramente separado de la
piel. Focalice su atención en dicho punto sutil. No interprete
mentalmente lo que capta. Sólo perciba. La capacidad para dirigir
la atención voluntariamente hacia un punto u otro (base de la
concentración) le abrirá a realidades imperceptibles para la mayoría.
El tiempo ideal estimado para el diagnóstico de cada uno de esos
puntos va de medio a un minuto, con lo que el recorrido total será
de tres minutos y medio a siete minutos como máximo.
El triángulo energético realizado con las manos tiene varias
funciones:
-facilitar la focalización de la atención en el lugar donde él
se
encuentra.
-canalizar la energía del chakra hacia las puntas de los dedos de
las manos, cuyas terminaciones harán un lectura del estado sutil
del chakra. Esa lectura será al principio más subconsciente que
consciente, pero poco a poco iremos descubriendo grandes maravillas
de nuestro interior latente.
F. PUNTOS A DIAGNOSTICAR.
* CHAKRA SVADHISTHANA: la colocación del triángulo en la parte
inferior del vientre, a la altura de los riñones, va a diagnosticar
lo referente a nuestra capacidad social, de optimismo y de
expansión.
* CHAKRA MANIPURA: la ubicación del triángulo energético de las
manos a la altura del plexo solar (dos o tres dedos por encima del
ombligo) hará un diagnóstico de nuestra capacidad de reacción,
de
las posibilidades para amortiguar los ataques psíquicos del
ambiente, y del nivel de energía vital proyectable hacia el
exterior.
* CHAKRA ANAHATA: al colocar el triángulo energético en la zona
del
pecho a la altura del corazón va a tener un panorama claro de sus
estados emocionales, de las posibles penas de amor y del nivel de
su amor radiante.
* CHAKRA VISHUDHA: el diagnóstico acerca del nivel de comunicación
interpersonal, de transmisión de ideas y de la inteligencia
relacional se realizará al colocar el triángulo energético de
los
dedos a la altura de la garganta.
* CHAKRA AGNA: la toma de conciencia del estado de la memoria, de
las facultades psíquicas superiores y de la capacidad de
introspección se realiza al situar el triángulo a la altura del
entrecejo. Posteriormente, una vez que se haya hecho el diagnóstico
del 7ordm; chakra, se llevará el triángulo hasta la nuca (con el
vértice de los índices apuntando hacia el cielo), para medir la
proyección dorsal del Agna, ligada sobre todo al subconsciente.
* CHAKRA SAHASRARA: la claridad de metas, la autorrealización, la
autoconfianza, y la creatividad son algunos de los aspectos que
detectamos colocando el triángulo sobre la coronilla o parte
superior del cráneo, con su "techito" o punta superior apuntando
hacia el cielo.
G. PERCEPCIONES EN EL AUTODIAGNOSTICO DE LOS CHAKRAS.
El ejercicio requiere una técnica que todavía no se ha explicado,
pues no solamente se trata de hacer el recorrido físico de los
últimos 6 chakras con el triángulo de las manos. La técnica
en
cuestión se desarrollará en un próximo apartado. En este epígrafe
vamos a tratar de definir los tres tipos de percepciones más
importantes que se pueden dar en el autodiagnóstico de los chakras. Esta
clasificación en tres posee una base clara en el trío de
estados energéticos que son universalmente reconocidos:
* DESPLAZAMIENTO ENERGETICO HACIA EL ESTADO YANG: hay una
sobrecarga o acumulación de energía que se podría manifestar
como
stress o excitación en las funciones físicas, psíquicas y mentales
análogas a este chakra.
Este estado se percibe como sensación de dureza, abultamiento o
sobrecarga en el área correspondiente al chakra en cuestión.
* DESPLAZAMIENTO ENERGETICO HACIA EL ESTADO YINN: existe una caída
o vacío de la energía de ese chakra, que se expresará como
debilidad, apatía o depresión en las facultades físicas, psíquicas
y mentales en relación directa con este centro sutil. Las
sensaciones percibidas en el chakra al diagnosticarlo son de vacío,
depresión o frialdad.
* EQUILIBRIO ENERGETICO DEL T`CHI: el estado de energía en dicho
chakra es balanceado o armonioso, con lo que las sensaciones
detectadas en un chakra en ese estado serán próximas al confort
psicológico, el relax y simultáneamente la emisión creativa
de
energías.
Las funciones físicas, psíquicas y mentales análogas a dicho
centro
energético sutil (chakra) están en este caso funcionando
correctamente.
En el diagnóstico la sensación es de relax y de campo energético
"liso", es decir, ni hundido ni abultado.
Obviamente, según se vaya teniendo más práctica en el ejercicio
de
autodiagnóstico, la calidad de sensaciones puede variar muchísimo.
Así, llegado un momento podremos hacer un autodiagnóstico fino de
nuestros estados amorosos o afectivos al colocar el triángulo
energético en el pecho (Anahata), por ejemplo, sintiendo y
percibiendo con exactitud no sólo los estados afectivos del momento
sino, por ejemplo, nudos emocionales que han tenido su origen en el
pasado, inclusive en la infancia o, en sentido armónico, posibles
estados emocionales potenciales que están todavía no manifestados.
A la vez, mediante las técnicas que vamos a ir desarrollando poco
a poco, podremos realizar una regeneración o revitalización de
este
centro si ello fuera necesario.
No es necesario insistir más en que la terapia chakra puede ser una
verdadera fuente de nuevas realizaciones, con una proyección clara
hacia la mejora de la vida diaria y también trascendental.
H. INTERPRETACION DE LAS DIFERENTES PERCEPCIONES EN EL
AUTODIAGNOSTICO DE LOS CHAKRAS.
* SVADHISTHANA ESTRESADO: aceleramiento en las relaciones sociales,
objetivos de expansión demasiado amplios, derroche de energías,
gula, e ideales que no aterrizan.
* SVADHISTHANA DEPRIMIDO: inseguridad en las relaciones sociales,
metas o ideales faltos de peso, optimismo basado en el azar, e
inclinación a la vida comodona.
* SVADHISTHANA EQUILIBRADO: objetivos de expansión balanceados,
optimistas y a la vez factibles; buen carácter, así como capacidad
de generosidad y de amortiguar olímpicamente los embates del ambiente;
y sabiduría y sentido común en el pensar y el actuar. Se
consigue gradualmente la abundancia, la cual se va estabilizando.
* MANIPURA ESTRESADO: agresividad, irritabilidad, desasosiego,
falta de capacidad de freno cuando ello es necesario, temeridad e
imprudencia.
* MANIPURA DEPRIMIDO: temores, autocastigo y remordimientos,
agresividad no manifestada, falta de apetito.
* MANIPURA EQUILIBRADO: energía dinámica sostenida, competitiva
y
no agresiva, seguridad y capacidad de lucha al actuar, y abundante
energía vital que se despliega en forma de intensa actividad.
* ANAHATA ESTRESADO: inquietud en la vida afectiva y sentimental
personal, descontrol en las reacciones sensuales de pareja,
apasionamiento afectivo desmedido, y celos manifestados
externamente.
* ANAHATA DEPRIMIDO: depresión causada por problemas afectivos o de
pareja, celos no manifestados hacia fuera, dificultades en la
expresión amorosa, y poca felicidad y disfrute creativo de las
cosas.
* ANAHATA EQUILIBRADO: expresión amorosa feliz y autorrealizada,
existe un agradable intercambio de afecto con los seres queridos,
así como sensibilidad artística y creativa.
* VISHUDHA ESTRESADO: aceleramiento, superficialidad, contradicción
y dispersión en el mundo de las ideas, lo cual se manifiesta
también en la expresión comunicativa. Nerviosismo general.
* VISHUDDHA DEPRIMIDO: introversión comunicativa, lentitud de ideas
y poca claridad mental. Falta de reflejos y de proyectos. Las
funciones de estudio y de tipo intelectual están adormecidas o se
incurre en pensamiento monótono y rutinario.
* VISHUDDHA EQUILIBRADO: el conocimiento, la intuición, las ideas
renovadoras y la capacidad de razón fluyen correctamente. La
expresión verbal tanto hablada como escrita se desarrolla
progresivamente ganando en profundidad y a la vez en practicidad.
* AGNA DORSAL ESTRESADO: psiquismo inconsciente exacerbado,
subconsciente revuelto y que no deja lugar para el descanso
psíquico, e imaginación descontrolada.
* AGNA DORSAL DEPRIMIDO: vivencias psíquicas introspectivas muy
enrevesadas, tendiendo a la evasión. Se vive en un mundo de
ilusiones que no se manifiesta hacia fuera, lo cual conduce a la
hipersubjetividad o no ligazón de lo interno con el mundo exterior.
* AGNA DORSAL EQUILIBRADO: se manifiestan facultades psíquicas
superiores como la clarividencia. Además, la memoria es fiable y
potente. Existe armonía en el nivel inconsciente y subconsciente.
* AGNA FRONTAL ESTRESADO: hay sobrecarga en la psiquis consciente.
Probablemente se vive una fase en la que la mente no atina a seguir
el ritmo de los acontecimientos vivenciales. La hiperactividad
mental puede conllevar confusión y desgaste infructuoso de
neuronas. Todo se quiere comprender o abarcar mentalmente, lo cual
genera tensión psíquica bastante prolongada en el tiempo y de la
cual el propio interesado es consciente.
Se ha dicho que somos seres mentales y efectivamente así es. El
chakra Agna en general se relaciona también con nuestra
personalidad, carácter y forma de ser. El chakra Agna anterior o
frontal se conecta con la personalidad más bien consciente, mientras
que el Agna posterior es fundamentalmente la personalidad
subconsciente e inconsciente.
El sexto chakra es de alguna manera el cristal multicolor con que
cada uno ve la realidad.
* AGNA FRONTAL DEPRIMIDO: la psiquis consciente tiende a evadirse
de la realidad y a generar un mundo hipersubjetivo o, creando un
nuevo y práctico término, un mundo "psicocéntrico", el cual
no se
puede ver fácilmente desde el exterior.
Existe apego a la propia forma de ser, lo cual genera una cierta
comodidad mental o apego a la rutina y los complejillos personales.
* AGNA FRONTAL EQUILIBRADO: la mente se expande y resulta sobre
todo congruente en su percepción del mundo y del propio interior
del ser. No hay fugas por las cuales se pueda decir que la persona
piensa de forma caprichosa, cambiante o apegada a sus ilusiones.
Todo lo contrario, se observa un dominio sobre los cambios de
estado psíquico, con el desarrollo de una personalidad abierta,
adaptable y confiada.
* SAHASRARA ESTRESADO: suma autosuficiencia y soberbia. Cuidado
con creerse el centro del mundo!. Sentir que tiene poder sobre algo
o alguien y no saber controlarlo es el gran problema en el
desequilibrio de este chakra.
* SAHASRARA DEPRIMIDO: la persona no posee un norte claro, es
decir, sus metas a largo plazo o su misión a desarrollar en la vida
permanecen escondidas, dormidas e, incluso, no se encuentran
definidas todavía.
* SAHASRARA EQUILIBRADO: hay autoconfianza, creatividad, don de
liderazgo y metas a lo grande, lo cual va combinado con la llave de
oro de muchas puertas ocultas: la humildad.
Estos seres humanos van tomando poco a poco conciencia de su misión
individual en correspondencia consciente y dinámica con el Plan del
Universo.
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