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CAPITULO 9. ARCANO 7.
Ver lámina
9.1. DENOMINACIONES.
La denominación más frecuente de este Arcano es "el Carro". Damos
una mayor aproximación a su esencia y significado de raíz si establecemos
tres niveles en su influencia: el HEROE CONQUISTADOR, EL LUCHADOR Y EL
AGRESIVO.
No usamos en el Taro Cosmopsicológico la denominación "el Carro",
ya que se refiere al nombre de un objeto más que a un atributo esencial,
el cual en cualquier caso se haya inscrito en la propia lámina como
recordatorio en forma de dibujo. Preferimos, por tanto, centrar las tres
palabras-clave básicas en el personaje central de esta lámina, es
decir, el que conduce el Carro.
En los tres casos (el Héroe, el Luchador y el Agresivo) existe un enorme
dinamismo y energía intensa que se proyecta hacia delante con ímpetu
y sin amedrentamiento.
Este Arcano expresa la idea de lucha y batalla, pudiendo ser esto, en
diferentes planos, desde lo espiritual-elevado hasta lo material-mezquino.
Todo lo que representa arrojo para afrontar un riesgo y las dotes necesarias
en aquellas situaciones delicadamente peligrosas, están bajo este Arcano.
El control de las energías externas a partir de una fuerte disciplina
interna, es fundamental para que el carro no se desvíe de la ruta ni
vuelque en una desajustada maniobra. Por eso en ocasiones este Arcano
es denominado "el Triunfo". Ello abarca la victoria espiritual conseguida
después de mil y un sacrificios que conducen, tras un desierto que
se ha cruzado, al lugar llamado Tierra Prometida.
Sin embargo, igualmente el Arcano 7 representa la violencia para conseguir
objetivos de ambición personal, no importando el daño que se pueda
causar a otros, sino sencillamente vencer al enemigo para someterlo y
apartarlo como posible impedimento cara al poder que se persigue. Si es
necesario arrollarlo todo al paso, ningún principio moral va a impedir
que se ejecute el imperativo del instinto animalizado interior.
9.2. RELACION COSMOPSICOLOGICA.
Las analogías del Arcano 7 es, desde el ángulo del Taro Cosmopsicológico,
por analogía esencial Arcano-signo, con el Carnero.
Normalmente se atribuye la relación del Arcano 7 con el signo del Cangrejo,
pero pienso que el lector y estudiante a esta altura comprenderá por
qué esta opción (Arcano 7-Cangrejo) es tan forzada e incongruente.
Los autores que defienden esta 2º opción suelen argüir explicaciones
en el sentido de que el carro representa lo material, o colocando dos
lunas sobre los hombros del guerrero, para luego decir que éstas indican
la personalidad externa o superficial (la Luna, regente del Cangrejo).
En cualquier caso, por mucho que se quiera hilvanar esa versión, a
la vista salta que no hay una congruencia ni racional ni intuitiva entre
el recio guerrero y el muy hogareño y sensible signo del Cangrejo.
Ahora seguramente será más fácil entender la asimilación que
en el Taro Cosmopsicológico hacemos entre el Arcano 4 (Emperador) y
el signo del Toro.
La idea del gobernante que gobierna y mantiene un imperio o reinado (signo
del Toro) es muy diferente a la contextura de aquél que se lanza a
la conquista de lo indómito, lo difícil o lo inexpugnable. Por ello,
el Arcano 7 (el Héroe Conquistador) es el que forja las victorias y
los logros con la firmeza de su brazo, el ardor de su corazón y la
claridad de su mente. No gusta de situaciones cómodas ni estabilizadas,
sino que ansía nuevos terrenos donde todo esté salvaje para comenzar
de nuevo, con todos los ingredientes de la aventura, a forjar el hierro
a golpe de yunque y martillo.
Por ello, la intuición analógica queda satisfecha al considerar
al signo zodiacal del Carnero como regente del Arcano 7.
Este signo es el de los líderes natos que arrastran y tiran hacia delante
con fuerza, el de los militares que se enfrentan con energía al enemigo,
el de los sujetos competitivos que persiguen logros y victoriosos resultados
con osadía, el de los personajes agresivos que se lanzan a su próxima
escena con suficiente odio, y el de los guías espirituales que conducen
con soberbia intuición e idealismo a su pueblo al lugar correcto.
Hablemos un poco ahora del HEROE CONQUISTADOR. El es el que con una enorme
fortaleza interna puede conducir el Carro del Dinamismo y de la individualidad
hacia el ideal que se persigue.
Cómo poder mantener la cabeza bien alta, la mirada digna y las manos
certeras mientras un enorme campo de batalla ruge a su alrededor, es cosa
sólo de un ser entero, forjado en las experiencias, lleno de plenitud
y de vida, apasionado y a la vez controlado en emociones, de ideas que
sobre todo aspiran a la verdad, de impulsos guiados por lo superior, de
estrategia militar que se acopla a las más dificultosas situaciones,
de energías sin límites que rompen las mayores rutinas y monotonías,
de vista sagaz que intuye la traición y escudriña inesperadas salidas
entre los más soberanos impedimentos... y así muchas cualidades
que hacen que, el Héroe Conquistador, pueda salir adelante y guiar
a otros por donde ninguno se atrevería jamás a pasar.
La ley del sacrificio intenso, genuino y prometedor queda bajo la tutela
de este Arcano, pues aún teniendo un temperamento fuerte que no se
somete ni a tiranos ni a amenazas, es capaz de sacrificar placeres y comodidades
personales cara a la victoria final; puede discernir con nitidez cuánto
hay que esforzarse en cada momento y para qué, dando por supuesto que
él será el primero en poner el pecho al descubierto y asumir los
mayores riesgos; tiene la virtud de controlar la intensidad de la energía
haciendo que ésta no se desperdicie, se desborde ni degenere en agresividad
descontrolada y estéril; conserva el poder para mantenerse en su ideal
a pesar de la degeneración y comportamientos bajos que tratan de detenerlo;
y, además, por su autodisciplina puede dar el lugar en cualquier momento
a otro que jerárquicamente esté por encima de él, obedeciendo
sus orientaciones.
A pesar de las afrentas, deslealtades, amenazas y zancadillas que intentan
amedrentarle para refrenarle, él no duda en ningún momento que llegará
al lugar acertado, lo cual no le induce nunca a confiarse y perder la
integridad ni la alerta vigilante, necesaria y vital durante el combate.
No dejarse abatir, no perder la calma y mantener la energía al borde
de la piel, son actividades que nos introducen en la palabra-clave el
LUCHADOR.
Este a veces manifiesta un carácter irritable pero, por el desgaste
de energía y pérdida de visión que ello supone, poco a poco va
entendiendo que cualquier descontrol es síntoma de debilidad ante el
enemigo, lo cual si germina y crece sería fatal para él y los que
dependen de lo que se trae entre manos. Ocasionalmente los dos caballos
entran en lucha: uno por su lado generando cierto temor ante las apretadas
circunstancias y, el otro, incitando a una rápida acción con vistas
a un desenlace inmediato de la lucha, lo cual es peligroso porque ese
sobresfuerzo mal encaminado y orientado sería el fin. Hay en ese caso
verdadero peligro, porque los dos caballos no se ponen de acuerdo: una
acción desenfrenada y con un ligero ingrediente de temor o inseguridad,
es una mezcla desacertada. Pero el guía del carruaje sabe controlar
esas emociones y pensamientos, haciendo que sus brazos y manos manejen
con seguridad las riendas, aunando de nuevo las fuerzas en ocasiones antagónicas
de los dos corceles, el uno blanco y el otro negro. Disciplinar a los
dos cuadrúpedos es clave en esos precisos instantes, cuando el terreno
es más escabroso y es preciso estar atento a muchas cosas a la vez,
lo cual sólo puede conseguir esa mezcla entre intuición e instinto.
De todo hay que estar pendiente: la velocidad, el terreno, la dirección,
el uso de las armas en sincronía con el manejo del carro, la meta a
lo lejos... y más.
A veces todo se obscurece entre humo y odios destructores pero no se puede
parar ya que, algo más allá, el Sol volverá a relucir y todo
se verá claro de nuevo.
El Luchador tiene un noble fin, pero tampoco se anda con chiquitas a la
hora de golpear con las armas del dinamismo, la osadía, la espontaneidad
y la fortaleza de propósitos.
El AGRESIVO, en cambio, tiene un inflado ego que se dispara hacia fuera
basándose en un instinto físico poco pulido. Los conceptos de derrotar,
vencer, competir, destruir e imponer bullen continuamente en su mente.
En lo emocional, la falta de delicadeza y sensibilidad tumba cualquier
tipo de relación humana cabal o armoniosa. El temperamento colérico
e irritable predomina.
La agresividad y la violencia son la expresión en la lucha por la supervivencia
de algunas especies animales, y no todas. La ley del más fuerte, ágil
o astuto marca un sometimiento o jerarquización de unos individuos
o especies sobre otros, quedando sometidos los débiles y desadaptados.
De ahí, la madera de dictador activo de la psicología del Agresivo.
El factor moral queda bastante de lado y ya no se puede hablar de una
lucha digna, justa y caballerosa, sino de un desquite en el que todo vale
para obtener la derrota y sometimiento del enemigo.
Arrollar y arrasar son las funciones de un carro semidesbocado en el que,
si bien puede estar guiado con firmeza hacia la meta, al mantener la dirección
no se tiene en cuenta en absoluto qué o a quién se puede pisar en
esta desenfrenada carrera.
A golpe de látigo se aumenta la potencia ofrecida por los dos caballos
y, durante los momentos álgidos de la carrera, todo el ser está
unificado en torno al instinto animal. Puede que pase victorioso por debajo
del arco del triunfo pero, por haber violado con su destructividad las
leyes de la vida, el ego instintivo se va a ver frenado por unas leyes
universales que son justas y, en ocasiones, tajantes. Está claro que
el empuje, el arrojo, la fuerza y el poder de ataque son energías considerables,
pero en el universo cada energía o ley está sometida a otra de orden
superior. "Quien a hierro mata, a hierro muere", dice el refrán y,
también, "ojo por ojo y diente por diente". Quizás estos adagios
nos hablen de las consecuencias kármicas de actos irreflexivos, tiránicos
y que no respetan ni la individualidad humana ni la vida en general, a
través de cualquiera de las formas de violencia.
Los dos corceles no sólo indican la necesidad del equilibrio entre
energías externas e internas, sino el manejo de la polaridad acción-reacción,
acto-consecuencia...karma, en definitiva.
9.3. EL ARCANO 7 DEL TARO COSMOPSICOLOGICO.
En el Arcano 7 podemos visualizar un Carro en movimiento dinámico.
No es un carro inmóvil ni un lento paseo triunfal recogiendo honores
y flores de las multitudes.
EL fornido conductor lleva con energía las dos riendas del carro, para
así conjuntar y acoplar perfectamente a los dos caballos, uno blanco
y otro negro, el uno claro y el otro obscuro, el primero brillante y el
segundo absorbente. Los dos corceles simbolizan la ley de la polaridad
manifestada en el mundo de la acción (karma significa "acción" en
sánscrito) y, de ahí, el concepto de re-acción, antítesis
de la acción, espejo reflejado de la acción o fuerza simétrica
producida por la acción. Es decir, un caballo es el universo visible
en acción y, el otro, los planos invisibles (pero sí perceptibles)
en movimiento, que podríamos considerar la reacción o consecuencia
en lo oculto lo que se ha hecho en lo tangible. A partir de ahí se
vuelve a generar algo en los planos sutiles que se manifiesta en un momento
dado en lo visible y tangible, formándose cadenas causa-efecto. De
ahí la ley ariana: "ojo por ojo y diente por diente".
El enigma de la cuestión está en cómo batallar, luchar y vencer
sin verse esclavizado por consecuencias kármicas desequilibrantes que
más adelante pueden perturbar, detener, desequilibrar o incluso tumbar
al jinete y su carruaje. El camina como en el filo de una navaja y un
desliz en el manejo de la trayectoria puede representar un retraso importante.
Solemos hacer analogía entre lo espiritual y lo pasivo, subjetivo,
contemplativo, paciente e interiorizado, pero eso es sólo un 50 por
ciento de la cuestión, ya que lo espiritual puede y debe de manifestarse
hacia fuera y hacia dentro, es decir, en realidades, pues ni sólo lo
objetivo llega a ser "real" ni únicamente lo subjetivo consigue "real-izarse".
Aries, el Carnero, el signo cardinal de fuego, o el más de fuego de
los tres de fuego, da una magnífica enseñanza al respecto, pues
engarza la intuición, el idealismo y la espiritualidad del elemento
fogoso con la bravura, el sacrificio (sacro-factum, acto sagrado) en la
acción y la energía, valientemente contundente en aras de la verdad
del guerrero espiritual.
Cuanto más potente es la fuerza que se ejerce en el sentido de lo blanco,
más poderosa a su vez es la energía de lo negro, cuya fuerza no
se da por vencida ni sometida tan fácilmente. Así, el conductor
del carro va aprendiendo a ser proyectado enérgicamente hacia delante
aprovechando el idealismo puro del caballo blanco y usando los obscuros
intereses egoístas de lo negro como una increíble fuente de experiencias,
las cuales se le van a ir presentando en su línea hacia la victoria
final. Entonces, pues, de lo negro aprende a usar y domar en un sentido
evolutivo las pasiones externas- envidias, rencores, susceptibilidades,
enemistades, etc.- y los instintos internos (miedos, inseguridades, debilidades
y otros).
Por todo y en relación con ello, el Carro tiene estampado el símbolo
solar en su frente pues sin una fuerte y verdadera individualidad interna,
creativa y generadora, la escena degeneraría en competitividad, luchas
estériles y afanes de poder.
Guiar y conducir ese carro del Sol interno no es fácil, pudiendo sólo
conseguir el éxito con la claridad en el centro del yo, que afina con
la vida, la Creación, la transformación evolutiva de las energías,
el afán de libertad espiritual y la búsqueda de la Verdad sin límites.
Sólo así es posible pasar internamente dignificado y limpio entre
arrebatos pasionales, locuras de poder de la mente humana, intrigas subterráneas,
agresividad destructiva, etc. El humeante, desolador y descompuesto campo
de batalla va quedando atrás y el guerrero del Sol continúa adelante
con rasguños, magulladuras, suciedad externa y alguna herida, pero
con los ojos chispeantes y brillantes por haber sido fiel en cada segundo
y por estar llegando al fin bajo el arco triunfal, que no es otra cosa
que la difícilmente asequible puerta a un estado de luz, vida y verdad
superior.
9.4. ARQUETIPO EN RELACION.
Uno de los arquetipos o figuras sitas en el inconsciente humano colectivo
es el Héroe luchador que pasa por cientos de peligrosas acrobacias
y aventuras, aún poniendo en riesgo su propia vida, pero persiguiendo
un noble fin, de cuyo éxito pueden depender la vida, libertad o felicidad
de sus amigos o de otras muchísimas personas, incluso ajenas a la situación.
Ese es el Héroe o la Heroína a los que vamos a revitalizar en nuestro
subconsciente al ir al cine, aunque sólo sea durante un par de horas;
pero a veces pasa que al tomar un camino de rectitud espiritual y búsqueda
de la verdad, la realidad empieza a tornarse más peligrosa, aventuresca,
apasionante y llena de vicisitudes que la propia ficción...Entonces
comenzamos a ser los héroes y heroínas de nuestra propia película.
En otro orden de cosas, el militar ariano, disciplinado, dispuesto a todo,
forjado como acero, y que sabe salir adelante si es preciso solo, en las
más dificultosas situaciones, es otro personaje análogo al Arcano
7. El sujeto competitivo, arrollador, duro, lanzado sin miedo al objetivo
y fuerte peleador cara a conseguir una victoria sobre algo y por encima
de otros, es otro arquetipo en afinidad con el Carro.
Es, en síntesis, el héroe al que admiramos porque nos salva de intensos
peligros, o el competidor agresivo que nos amedrenta con sus poco delicados
empujones.
Puede ser tanto el héroe real o de ficción que dirige con mano firme
al grupo en los momentos difíciles, como el tirano expoliador que no
cesa ante nada para conseguir sus malévolos fines.
9.5. OTROS PERSONAJES.
El Violento es el que no respeta ni la vida ni la individualidad en su
afán de eliminar obstáculos y enemigos, pudiendo llegar a ser el
Criminal, el cual piensa que tiene la potestad para quitar la vida o hacer
chantaje con ella, no vislumbrando que la esencia humana (individualidad,
Sol) es eterna e imperecedera. Pero por violar las manifestaciones de
la vida, siendo una el cuerpo físico, recibe en su momento la lección
en carne propia, no como castigo sino como "pedagogía universal de
urgencia de las leyes naturales".
El Líder Libertador es el que comanda la revolución (y evolución)
cara a una verdadera libertad, exigiendo a su pueblo ciertos sacrificios
pero siempre dando él más que ninguno. El Militar Tirano hace sacrificio
de vidas en aras de supuestos valores de libertad, pero que en realidad
son fines y negocios personales de poder.
El Pionero se coloca en punta de lanza y lo arriesga todo con seguridad
pasmosa, dotes de acción espontánea en situaciones límite, carácter
forjado que no admite sentimentalismos paralizadores y mente concentrada
en la estrategia que dará la victoria. Controla su miedo a lo desconocido,
su apego a lo que ha dejado y su cansancio en los momentos difíciles.
9.6. PALABRAS-CLAVE TRASCENDENTES.
MARCHA DECIDIDA: se ha optado por un sendero que en ningún momento
se debe abandonar, pues la vacilación sería la pérdida de unas
metas claras. Otra cosa es mantener una capacidad de acción espontánea
ante los imponderables e imprevistos.
SUPERACION DE OBSTACULOS: cómo continuar ante la barrera de alguien,
de un factor externo o de una grieta interna, requiere poner toda la fortaleza
a tope, con la conciencia de que esa energía se ha de controlar para
no degenerar en violencia.
VICTORIA: el Arcano habla de triunfo o de llegada a la meta, después
de todo el proceso previo.
CONQUISTA: un Arcano precisa fuerza casi sin límites, en lo físico,
emocional, mental y de la voluntad. Los débiles caen y ni siquiera
llegar a vislumbrar la puerta del triunfo desde lejos.
DOMINIO DE LA DUALIDAD: se vencen las dudas, indecisiones, contradicciones,
espejismos, obscurantismos y criticismos, pasando de manera rauda y decidida
entre ellos.
VALOR: no significa no tener miedo, pues entonces no tendría tanto
mérito, sino superarlo y transmutarlo en una dosis precisa de instinto
de protección.
NOBLE SACRIFICIO: se someten durante un tiempo los placeres superfluos
cara a lograr una más completa plenitud o felicidad. Los sacrificios
exigidos y autoexigidos pretenden un fin elevado y de altura.
9.7. SECUENCIAS.
La aventura se nos inicia apenas sin haberla buscado, desde el momento
en que como un rayo y por la coronilla de nuestra cabeza llegó el impacto
de la existencia de algo superior, más allá de los valles florados,
las montañas, los picos abruptos y nevados, los desiertos con puntuales
oasis, las selvas lluviosas y calientes, los fétidos pantanos y otros.
La necesidad de conducir al pueblo y los amigos hacia esa tierra prometida
es tan fuerte que, visto desde fuera, ellos sienten en nosotros una fuerte
presencia que impregna desde cada uno de nuestros cabellos hasta la silueta
de nuestra sombra sobre la arena.
¡Comienza la batalla!, primero por dentro, tomando la carga de una
responsabilidad y un riesgo, formándose durante unos momentos un desgarre
entre nuestras instintivas debilidades y los objetivos ideales pero...
ya está bien. ¡se acabaron las vacilaciones!. ¡Adelante!, la
decisión está ya tomada y grabada en el alma con las letras del
fuego de la conciencia. Una fuerza irresistible se autofomenta como enérgico
entusiasmo, haciendo que los que nos rodean alcen su mirada caída hacia
el suelo y anclen su vista definitivamente en el horizonte del futuro.
Los briosos corceles relinchan rebeldes uno del otro pero a la vez sintiendo
la cercanía de la trepidante acción para la que están hechos.
Rápidos preparativos se inician, tomando lo vitalmente imprescindible
y haciendo que el pueblo no se apegue a sus dudas, que en ocasiones le
atraen fuertemente a la inmunda "seguridad" de la rutina, frente a la
"inseguridad" de lo maravillosamente desconocido.
La marcha se inicia entre un gran estrépito y rápidamente se establece
una jerarquía natural, teniéndonos como punta de lanza; luego los
más rápidos y aventados, los vigías, por delante la avanzadilla,
etc.
Después de la fuerte inclemencia de los elementos, las jornadas agotadoras,
los peligros que acechan y atacan, las pequeñas traiciones internas
y otros, mantener la moral y disciplina del grupo es más que delicadamente
difícil: es casi imposible. Sólo una poderosísima individualidad
de líder que saca fuerzas de no se sabe dónde, es capaz de mantener
tan ardua lucha en tan variados y simultáneos frentes: sabemos lo que
debemos hacer, y lo haremos.
9.8. EXPERIENCIAS.
El Héroe Conquistador deja al grueso de la caravana atrás en lugar
seguro y se adentra con un pequeño grupo de valerosos en la obscura
manta de sombra de la noche.
Los osados luchadores realizan la incursión con dos fines: uno, buscar
un símbolo o un signo que indique de forma fidedigna el camino correcto
y, segundo, detectar todos los peligros, trampas y acechos que en esta
recóndita zona puedan socavar la buena marcha de la misión.
La inteligencia activa del Héroe Conquistador está al hilo de cualquier
ruido de las hojas, de los susurros del viento, las variopintas formas
de las nubes a la luz de la Luna, los sonidos de los animales nocturnos,
y de todo aquello que pueda ser un indicativo de salvación o de peligro.
No valen ahora ni las debilidades físicas, ni los sentimentalismos,
ni los conceptos teóricos, como tampoco una voluntad inconsciente.
Sólo la unión entre los instintos más finos y la intuición
desatará las cadenas de la esclavitud.
Pasan innumerables jornadas y al Héroe Conquistador le toca lanzarse
vertiginosamente hacia el ya avistado Arco del Triunfo, para abrir la
brecha al resto del séquito entre un dantesco espectáculo de muerte
y desolación. Las humaredas casi no dejan ver en ocasiones el día
luminoso y azul que con los cielos abiertos se colorea más adelante.
Como un triángulo formado entre los dos caballos y el jinete, el Carro
va dejando una chispeante estela de fuego tras de sí. Ya el Carro es
una sola unidad y nada ni nadie lo puede detener. Su rugiente fuerza enérgica
asusta a la mente dañina y alegra al buscador sincero del edén.
Los últimos metros hacia la dorada puerta ya casi no son imagen de
este mundo, sino un capítulo de una odisea divina u olímpica.
El pórtico es atravesado y un fulgurante resplandor ilumina el cielo.
Todo está consumado. Si uno llegó, los demás llegarán.
9.9. MITOLOGIA.
Por ser el Arcano número 7 remite al septenario, es decir, la finalización
de un ciclo.
En el plano mítico alude a Helios Apolo y recordemos que el Sol se
exalta en el signo del Carnero.
Apolo montado en el Carro del Sol reparte la luz en nuestro mundo y tiene
la privilegiada y experta misión de conducir al astro en su correcto
curso diariamente desde el naciente hasta el poniente.
El Carro sugiere el cuadrado -la materia, los cuatro elementos- dominado
por un triángulo, formado por el auriga y los dos caballos (4 + 3 =
7). Es la señal del dominio del espíritu sobre la materia y de la
materialización de la conciencia en obras prácticas.
Platón en Phaedrus habla del alma humana como un auriga conduciendo
dos corceles, siendo uno el noble estado de la razón y, el otro, el
innoble del deseo pasional.
9.10. LAMINA DERECHA (TENDENCIA ARMONICA).
Los acontecimientos y el decurso del destino van acelerados, pues unos
brazos y manos (prolongaciones activas de la inteligencia) fuertes son
capaces de dar a las riendas los pequeños cambios de dirección oportunos.
Ni la carga de los recuerdos apesadumbrados ni una anticipada sensación
de victoria producen un aflojamiento de las intensas energías aplicadas
en las propias facultades.
Con valor y sudor se consiguen las metas con anterioridad vislumbradas.
El propio ser proyectado en acción va diferenciando lo que es blanco
de lo obscuro, sin la intención de perjudicar a nadie, sólo pretendiendo
definir verdades mediante tajantes realidades.
9.11. LAMINA INVERTIDA (TENDENCIA DESARMONICA).
Las pasiones poco claras y egoístas, al igual que los afanes de gloria,
poder, reconocimientos y derrotas causadas sobre otros, hacen que el carro
esté peligrosamente a punto de inflamarse y chamuscarse precipitadamente.
Una cosa es no abandonar la senda trazada, pero en este caso arrollar
y arrasar se convierte en un placer poco confesable. El conductor del
carro piensa que su energía es ilimitada pues su ego se infla por momentos,
lo cual le hace errar en el momento adecuado y en la intensidad precisa
con la que debe aplicar sus energías.
Su ceguera pasional le inclina a descuidar el difícil equilibrio y
complementación que ha de mantener entre los dos corceles. Un miedo
al fracaso le puede motivar a provocar un rápido desquite o duelo final,
en el cual guiado por odios o rencores es más que probable que sea
literalmente derrotado o que lo perdido (moral o materialmente) sea mucho
mayor que lo logrado.
9.12. LETRA HEBRAICA EN CORRESPONDENCIA.
Le corresponde la letra ZAIN.
Se le asimila el significado "espada" o "flecha" según los autores.
Es el arma o instrumento utilizado por el hombre para vencer y dominar.
La ZAIN expresa la victoria en todos los mundos.
CAPITULO 10. ARCANO 8
Ver lámina
10.1. DENOMINACIONES.
Determinaremos los siguientes tres niveles: LA JUSTICIA UNIVERSAL, LA
JUSTICIA HUMANA y LA INJUSTICIA.
Creo que es clara la gradación en la cual, como en la cúspide superior
del triángulo, se encuentra la Justicia matemática de las leyes
de la vida. En los otros dos vértices del triángulo se hallan la
justicia y la injusticia humanas.
Este Arcano nos introduce en un tema sobre el cual cualquier persona mínimamente
consciente se ha interesado o interrogado repetida y sucesivamente: ¿es
este mundo justo?, ¿si Dios es justo por qué existe tanta injusticia
humana?, ¿que patrones puede seguir el ser humano para actuar y valorar
con justicia?, etc.
El concepto de justicia está ligado al de equilibrio, es decir, a un
término medio entre dos extremos.
La masonería en su filosofía esotérica ha profundizado en la
cuestión, y de ahí que el Templo de Salomón, con el "ojo que
todo lo ve" en el frontispicio, está sustentado sobre dos columnas.
La columna de la derecha es la del Rigor y, la de la izquierda, la Clemencia.
Cualquier acto o valoración de verdadera justicia ha de tener un fin
educativo y compensar adecuadamente los factores como si de un péndulo
se tratara: calibrará perfectamente el daño y el bien que se ha
hecho, con los trabajos o acciones reeducativas que pueden compensar los
desajustes internos, los cuales provocaron el acto del causante del daño.
Esos causantes internos en el que ha cometido una acción desequilibrada
y no acorde a las leyes naturales, han de ser estudiados y tratados íntegramente,
pues pueden ser del tipo físico, psíquico (emocional y mental),
así como espiritual. Entre los factores desequilibrantes físicos
que se han de detectar y ajustar, están muchos y muy variados: alimentación
tóxica y excitante que aumenta la carga agresiva; uso de métodos
evasivos o narcóticos como el alcohol y drogas, los cuales desnivelan
ciertas funciones básicas del organismo y la personalidad; medios económicos
y posibilidades materiales que le ofrece la sociedad, etc.
Entre los elementos disonantes psíquicos se ha de observar y en su
caso corregir la educación recibida, tanto en cuanto a relaciones afectivas
humanas, como posibilidades de comunicación interpersonal, conocimiento
de las leyes naturales de la vida, estudio de síntesis del ser humano
en sus tres niveles (físico, psíquico y espiritual), y otros temas
que generan un cambio de base en la estructura psíquica del ser humano.
Respecto a los causantes espirituales de conductas infrahumanas o antisociales
cabe profundizar en las pautas morales y religiosas inculcadas y rechazadas
posteriormente, el nivel de fuerza de voluntad, y sobre todo la necesidad
de generar una afinidad por la autoliberación a través del trabajo,
debiendo ser éste en la fase reeducativa lo más creativo posible
y afín a las aptitudes vocacionales personales.
Es decir, "aislar" a una persona en una cárcel o, lo que es lo mismo,
sacarla del infierno que se ha generado para introducirla en un infierno
organizado y muchas veces más intensamente involutivo, no es plan.
Veamos ahora qué soluciones nos aporta al respecto la visualización
y estudio del Arcano 8 del Libro de Thot.
10.2. RELACION COSMOPSICOLOGICA.
La analogía esencial del Arcano 8 es con el signo de la Balanza.
Recordemos en nuestra mente que el signo de la Balanza es cardinal, de
aire, positivo, no es ni animal ni humano, siendo domicilio de Venus y
exaltación de Saturno.
Por ser el signo cardinal del elemento aire, representa los factores organizadores
o primarios de la mente cósmica, es decir, sus leyes o principios que,
aún siendo abstractos en su estudio esencial (ej.: fórmula de la
gravitación universal de Newton), son concretos con una precisión
matemática de alto rango u orden, lo cual se manifiesta en los hechos
o manifestaciones de esas leyes.
Por tanto, cualquier planteamiento de justicia, equidad o equilibrio ha
de partir teniendo como centro irradiador al estudio de las leyes físicas,
emocionales y mentales que rigen al ser humano.
En este orden de cosas nos colocaríamos en el nivel de la JUSTICIA
UNIVERSAL.
Es evidente que en la esfera de posibilidades en que se mueve el ser humano,
la perfección absoluta es algo que nos está vedado, pero no se puede
decir lo mismo en el orden cósmico universal, siempre entendiendo que
"Dios escribe derecho pero con curvas".
No cabe duda de que el estudio de las leyes herméticas es fundamental
para entender estas cuestiones.
Visualicemos la dama que representa al Arcano la Justicia llevando en
la mano derecha (polaridad activa, extrovertida), la espada y, en la izquierda
(polaridad pasiva o introvertida), la balanza.
Todo en el universo tiende a volver a un equilibrio original y armónico,
necesitando el ser humano vivir experiencias fuertes y duras, como vivencias
agradables y felices, para irse centrando en el justo camino de enmedio.
Por eso nuestra limitada visión del ser humano, apenas en lo que ha
sido su trayectoria vital en un ciclo (una vida), queda muy corta si tenemos
en cuenta que, para el espiritualismo y las tradiciones Iniciáticas,
llevamos en evolución mucho más de lo que nos pensamos.
Solemos tender a ver más el hecho externo que la repercusión que
ello tiene en la conciencia. Pasar hambre es en sí mismo involutivo,
pero la experiencia que se registra generará llegado un momento una
tendencia fuertemente evolutiva. Alguien que muere por drogadicción
lo hace en un estado físico, psíquico e incluso espiritualmente
deplorable, pero esa conciencia al haber tocado fondo no volverá en
el posterior ciclo (vida) a cometer el mismo error. Pero esta ley no es
castigadora, sino que obedece a una gran pedagogía universal, que se
ha de entender que pone toda su energía y sabiduría en perfeccionar
al ser humano para llevarlo a más elevados niveles de existencia.
Lo anterior no ha de llevar a una actitud pasiva ante los males humanos,
sino todo lo contrario, pues al entender la esencia del proceso se puede
actuar más conscientemente en favor de la dignificación del ser
humano.
Precisamente las leyes naturales del Karma (acción-reacción) intervienen
de manera bastante tajante cuando un ser humano entorpece u obstaculiza
(consciente o inconscientemente) la realización de otro. Y por lo mismo,
favorecer el proceso concientizador de otros seres humanos o de la humanidad
en conjunto, sin esperar recompensa ni siquiera espiritual a cambio, es
colocarse a favor de la ley natural con todo lo que ello supone.
En los planos ocultos la ley de causa y efecto, según nos revela el
Arcano 8, se manifiesta a su vez en una doble vertiente polarizada. La
primera es activa, representada por la espada y, la segunda, interiorizada,
simbolizada por la balanza. La ley internamente tiene el fin o propósito
final de compensar, equilibrar, estabilizar dinámicamente y ajustar,
por lo que externamente para ello se manifiesta como espada, dividiendo
o cortando en dos y definiendo así lo que es correcto o ajustado a
las leyes naturales, o no lo es. Quizás ese sea el motivo por el cual
en bastantes ocasiones la Justicia Universal nos parece tan injusta, y
es que nosotros tenemos una mínima conciencia de que, a pesar de todo,
esas leyes son tremendamente misericordiosas, pero en un momento dado
se ponen "duras" porque no les dejamos por nuestra torpeza otra opción.
El segundo nivel es la JUSTICIA HUMANA.
Recordemos que la Balanza en su vertiente armónica (domicilio y exaltación)
tiene la doble influencia de Venus y Saturno respectivamente, lo cual
nos lleva a ver la relación con la Clemencia y el Rigor. Es decir,
cualquier valoración o acto de justicia ha de estar guiado por el amor
y por la conciencia de la responsabilidad (Saturno) que se está tomando.
A su vez, la justicia es una compenetración entre la equidad (Venus)
y la severidad (Saturno).
Lógicamente es imposible ser justo sin tener una armonía interna
y externa (Venus), así como sin poseer la profundidad y el peso específico
suficiente.
Por otro lado, el Arcano 8 nos habla de las claves para la estabilidad,
el ajuste y la armonía mental, muy ligadas al estudio y respeto a las
leyes naturales, así como a la búsqueda de las relaciones interpersonales
humanas equilibradas (casa VII). También se precisa para esa capacidad
de balance interno-externo la sensibilidad y la generación de lo bello
y estético (Venus), como el sentido del trabajo constante profundizador
en la materia (Saturno). El Arcano 8 es la justa medida en todo, es decir,
la sintonía armónica entre lo subjetivo y lo objetivo, lo inconsciente
y lo consciente, el oriente y el occidente, el corazón y la mente,
la libertad y la disciplina, etc.
El tercer nivel es el de la INJUSTICIA, que en realidad es la injusticia
en el plano humano, pues en lo divino todo es justo y perfecto, ya que
no existen las limitaciones dadas por nuestro nivel espacio-tiempo físico.
¿Cómo sucede esta injusticia?. Podríamos analizarlo a partir
de las debilidades de los planetas en el signo de la Balanza, que son
el exilio de Marte y la caída del Sol. Esto significa que al predominar
la agresividad o el afán de derrotar al enemigo (Marte), sobreviene
el desequilibrio y la pérdida de los parámetros de equidad, pues
lo que subyace realmente es una oposición o enfrentamiento (casa I
- casa VII) con otro ser, por lo cual no se pueden valorar con justicia
ni los errores ni aciertos, ni del yo ni del otro.
Así, una confrontación destructiva sin respetar la individualidad
del otro ser, ni por tanto la propia (Sol en caída en la Balanza),
no lleva sino al desequilibrio vital y al posterior reajuste de las leyes
naturales sobre el causante del estropicio.
Dicen los códigos de leyes de los países llamados avanzados que
"ante la ley todos los hombres son iguales". Sabemos que en la práctica
eso no es así, debido fundamentalmente a las diferencias sociales,
económicas y de poder entre los estratos sociales. Si bien ese precepto
se cumple a la perfección en las esferas superiores, en nuestro nivel
mundano, ya el hecho de no tener iguales posibilidades desde la cuna de
nacimiento es en sí mismo una injusticia.
Los más débiles son los que llevan en este momento en el mundo muchísimas
veces la peor parte: niños, ancianos, pobres, deficientes, enfermos,
etc. son los que cargan más con el peso de las injusticias humanas,
a pesar de que las leyes (la Balanza) garantizan en la teoría que eso
no es así. Pero la desidia (Venus) e irresponsabilidad (Saturno) de
bastantes políticos y parlamentarios (signo de la Balanza) hace que
para muchos esta sociedad sea una selva donde predomina la ley del más
fuerte (oposición del signo del Carnero).
10.3. EL ARCANO 8 DEL TARO COSMOPSICOLOGICO.
La figura viene representada por una mujer, es decir, considerado que
la justicia es una cualidad que necesita de la interiorización y la
consulta interna.
Sin embargo, ella se encuentra de pie, es decir, en actitud activa, pero
sin precipitación.
Este punto anterior es importante (una mujer de pie), pues el temperamento
luchador y afín a la verdad querría barrer con toda la injusticia
de la Tierra en un instante. Pero recordemos que la Justicia Universal
es más perfecta que lo que jamás podrá entender la mente humana.
Por ello, la justicia requiere una actitud femenina y meditativa, para
poder amoldarse y adaptarse al orden que marcan las Leyes Cósmicas.
La dama mira de frente y se puede decir que es el único personaje que
en el Ciclo de los 22 así lo hace, indicando la imparcialidad y la
precisión en la visión del panorama. Ni más a la derecha ni más
a la izquierda, ni demasiado rigor ni excesiva clemencia...
Situada entre columnas la Justicia no puede dejarse llevar ni por intelectualismos
ni por sentimentalismos, y detrás de sí y del velo hay toda una
trayectoria evolutiva de su individualidad, que es la que le permite mantener
con dignidad su posición. Por otro lado, un acto o valoración de
justicia en su nivel más elevado no sólo ha de considerar el hecho
realizado en sí, sino toda la anterior trayectoria del individuo en
cuestión. Ella, la Justicia, posee en su mano izquierda la precisa
balanza, capaz de dar peso y medida a conductas, emociones, pensamientos
y actos de voluntad humanos con refinada precisión. Igualmente, la
balanza es la tendencia de la Naturaleza a corregir los desequilibrios
y limar los excesos, todo ello mediante la matemática de los Principios
que la rigen.
La espada es el elemento Aire o mental en su manifestación Yang o activa:
"el arma que corta el aire".
Es la espada de doble filo que por ambos corta de manera tajante. Se habla
del "filo de la navaja" o del "filo de la espada". Cuando la ley no tiene
otra opción corta los desequilibrios y desajustes graves por lo sano,
pues el plan evolutivo que tiende a perfeccionarse y generar unas más
estéticas manifestaciones, no puede verse contradicho eternamente.
Es la columna del Rigor, la de Saturno, con la que no se puede jugar irresponsablemente,
sopena de ser puesto "entre la espada y la pared".
Por último los tres escalones a sus pies expresan la necesidad de establecer
equilibrios y valoraciones en relación con los tres niveles del ser
humano (físico, astral y divino), pues si no se trataría de una
arquitectura incompleta.
10.4. ARQUETIPO EN RELACION.
Este Arcano 8 como arquetipo está proyectado en las diferentes ideas
y concreciones, para hacer un código de normas y leyes que armonice,
compense y equilibre las relaciones humanas en sus diferentes sentidos:
familiares, comerciales, intelectuales, etc. Quien más o quien menos
tiene claro que, desde el tráfico hasta un partido de fútbol, se
precisa que exista un código de normas de conducta que garantice la
funcionalidad, la armonía y la justicia.
A partir de ahí, los diferentes sistemas de impartir justicia humana
son más o menos discutibles pero, sobre todo, más o menos cercanos
y próximos a la justicia superior. El arquetipo que representa un juez,
un árbitro, un parlamento, un foro internacional, y otros, es por supuesto
el del Arcano 8 del Libro de Thot.
10.5. OTROS PERSONAJES.
El Arbitro es aquél en el cual se pone en principio una confianza para
que regule la competición de manera equitativa.
El Juez es el que dictamina presuntamente de manera imparcial con base
en un código de leyes que es el mismo para todos.
El Parlamentario es el que ha de representar los intereses de la comunidad
y no solamente del grupo al que pertenece.
El Conciliador es el que armoniza intereses contrapuestos buscando los
puntos de unión y superando los de fricción, sin quitar la entidad
a cada cual.
El Socio, con el cual se tiene unos intereses en común regulados por
principios previamente aceptados. El Cónyuge, con el que debe haber
una comunión (Venus) y mutua responsabilidad (Saturno).
10.6. PALABRAS-CLAVE TRASCENDENTES.
DISCERNIMIENTO: requiere una valentía mental, diríamos, para saber
diferenciar lo que es correcto de lo incorrecto.
SENTIDO COMUN: es ligarse en los proyectos, iniciativas mentales y relaciones
humanas, a un ajuste a los principios que por observación y discernimiento
han mostrado repetidamente ser ciertos.
PUNTO DE EQUILIBRIO: es situarse en aquella posición en la cual los
embates de los extremos, extremistas e imponderables no nos pueden hacer
perder el equilibrio.
TRATADOS, CONTRATOS Y ACUERDOS: deben de servir para fijar unas relaciones
concordantes y consonantes con un compromiso de responsabilidad mutua.
CONFORMIDAD: existe concierto en varios conceptos e intereses. CORDIALIDAD:
como base para desarrollar unas interrelaciones dinámicamente estables.
PENDULO: la ley del péndulo habla de los extremos que se acercan o
que, por lo menos, se sabe tienen un punto superior que los une y que
es el lugar donde el hilo está sujeto, aunque los dos extremos desde
abajo no se percaten de que su origen es similar. Es lógico que así
sea pues, el punto que une a los dos extremos, se encuentra en una octava
superior de manifestación.
COMPRENSION: la mente busca la estética de ideas y pareceres, lo cual
presupone buscar puntos de unión comunes.
10.7. SECUENCIAS.
Visualicemos e interiorizamos el péndulo universal en varias de sus
manifestaciones.
Hay algo que une el lento trasvase entre la noche y el día, las fuerzas
centrípetas y centrífugas que mantienen a la Tierra en su órbita,
la depresión de la ola y su altiva cresta, la sístole y la diástole,
el odio y el amor, el fluir de las estaciones entre el invierno y el verano...
Existe algo más por encima del placer y del dolor, los tan comunes
estados humanos, dados por la alternancia más o menos extrema o controlada
de los ciclos de las ondas cerebrales. Nuestra mente trata de sintonizar
con lo superior colocándose por encima de esos excesos o límites.
Nuestra mente poco a poco sintoniza con lo que rige todos esos pares de
opuestos y aprendemos a encontrar la belleza a nuestro alrededor y dentro
de nosotros mismos. Esa estética armónica liga entre sí con precisa
y exacta equidad lo aparentemente inconexo de la vida.
Colocarse por encima de los ritmos y ciclos naturales es saber aprovecharlos
en un sentido evolutivo. Dominar las olas y las mareas es imposible, pero
sí es muy factible y conveniente saber nadar sobre sus ondulaciones
o aprovechar su fuerza para generar energía utilizable.
Esta sintonía mental con el orden en el decurso dinámico de los
fenómenos de la vida, hace que nuestras facultades mentales de manera
natural generen ponderación y discernimiento.
Sólo con esa paz y armonía interior es una realización práctica
el valorar nuestra situación actual, analizar nuestras experiencias
pasadas latentes y decidir con una autodirección clara al futuro, por
encima de los afanes de éxitos o los miedos de fracaso.
Es el cómo no perder el equilibrio ante las opuestas corrientes de
aire del entorno, que como vendavales en competencia nos tienen en el
centro en un prodigioso equilibrio. Así, ninguno de ellos ganará,
y la victoria será nuestra.
10.8. EXPERIENCIAS.
A través del Arcano 8 el ser humano mediante un examen justo es capaz,
sin que nadie le empuje a ello, de compensar los errores que ha cometido
y sus consecuencias. Es decir, reconoce los fallos de su trayectoria vital
y las enmienda. Por ello, ya no necesita tanto recibir la corrección
de las leyes, sino que por propio pie se ajusta al conveniente camino
del medio. Pero es bueno entender que el justo camino de enmedio no es
el de las tibiezas ni las verdades a medias, pues para volver algo que
está peligrosamente desplazado de su centro de gravedad al punto correcto,
a veces se requiere una energía cuasi-ilimitada y un coraje sin igual.
Es interesante saber que el animal -y el hombre en su faceta instintiva-
aprende por la ley del premio y el castigo. Este principio está muy
ligado a las percepciones físicas y psíquicas del placer y del dolor.
Pero en unos niveles superiores de la conciencia no siempre lo físico
e inmediatamente placentero es lo más conveniente ni lo que va a producir
una verdadera y plena felicidad más adelante. Por ello la idea y la
vivencia de lo justo y armonioso no debe de ir tan ligada al hedonismo
(teoría del placer), sino que debe extenderse a la realización de
la verdadera paz y tranquilidad interna, por haber actuado con equidad
y definición de una verdad.
En el Arcano 8 los atributos de felicidad (Venus) y responsabilidad (Saturno)
están siendo sopesados y equilibrados a partir del fiel de la balanza.
Y es que hay una ley oculta que los une.
Por todo ello, cuando el ser humano rompe esa conexión y por una búsqueda
de satisfacción instintiva exclusivamente, desprecia las leyes saturnianas
de la responsabilidad y la madurez, más tarde o más temprano (Chronos,
tiempo), tiene que ajustarse a una disciplina (Saturno), la cual le va
a resultar entonces más pesada y agobiante.
Y en sentido inverso, si la avaricia, la sequedad, la misantropía y
el desprecio a la belleza le caracterizan durante un tiempo, tendrá
más adelante que suavizarse y hacerse más humano y cálido bajo
la influencia de Venus. Mediante la experiencia del Arcano 8 nos situamos
en un nivel superior de relaciones humanas regidas por la madurez responsable
y una bella cortesía.
Si observamos la sociedad actual, lo que predomina son litigios, intereses
confrontados, ataques y defensas, y otros. Todo ello viene dado por el
alejamiento de los principios de la tradición, lo que hace que los
juzgados estén colapsados y apenas se pueda llegar en muchos casos
a acuerdos o tratados de armonía (Venus) y respeto mutuo (Saturno).
Por muchos códigos de derecho que existan, si no se educa en el respeto
a las leyes que están por encima de lo humano, los demás intentos
son incompletos.
Como proyección de ese afán que también tiene el ser humano,
que es el asociarse con personas de intereses, vivencias o concepciones
comunes, nacen todas las formas de unión e interrelación personal
humana, desde el matrimonio, pasando por las sociedades, hasta los clubs
internacionales.
10.9. MITOLOGIA.
En la mitología egipcia se relaciona con la diosa Maat, la divina mediadora
de la verdad.
Después de la muerte física el alma es pesada, confrontándose
en el otro platillo con la pluma de Maat, el principio del orden y la
verdad.
Para pasar la prueba, la conciencia del hombre muerto físicamente debe
de pesar exactamente lo mismo que la pluma, es decir, la balanza debe
quedar perfectamente equilibrada. En la mitología greco-romana, la
diosa Themis extiende su divina influencia sobre la ley abstracta, las
costumbres sociales y la igualdad, siendo también la que regula la
marcha de los acontecimientos.
Por otro lado, la diosa Némesis es la mediadora de la felicidad y la
desgracia.
10.10. LAMINA DERECHA (TENDENCIA ARMONICA).
Las relaciones interpersonales humanas se desarrollan en una línea
balanceada, y esa mágica relación y mutua armonización genera
experiencias más profundas y felices.
Al igual que el ser humano, se armoniza en lo abstracto con unas ideas
de equidad, cabalidad y equilibrio, en lo humano se va poco a poco uniendo
de una manera más completa a aquellas personas con las que existe una
sintonía natural y esencial. Por otro lado, los que se le oponen o
le consideran un enemigo, no generan en él ningún odio, sino afán
de que la verdad se esclarezca.
10.11. LAMINA INVERTIDA (TENDENCIA DESARMONICA).
Los actos están guiados por cualquier cosa menos que por el sentido
común, es decir, mentalmente ni se tiene en cuenta la experiencia ni
lo que guarda en sí una medida y proporción. Una vez desequilibrada
la balanza a un lado, ésta vuelve a volcarse totalmente hacia el lado
opuesto.
Las relaciones humanas están enredadas y más que unas polarizaciones
ricas en experiencias, se llega a enfrentamientos abiertos, declarados
y estériles. La mente se inflama y se considera con facultades para
actuar repartiendo "justicia" a diestra y siniestra de forma absurda e
indiscriminada hasta que, por fin, la ley superior pone un tope. No se
admiten consejos ni observaciones de los que con mente más lúcida
pueden ver el proceso con mejor perspectiva.
10.12. LETRA HEBRAICA EN CORRESPONDENCIA.
Le corresponde la letra HETH, que expresa la idea de un "campo" o la noción
de "cerca".
La espada y la balanza de las leyes naturales van poco a poco situando
al ser humano más "cerca" del equilibrio dinámico del centro.
Así, mediante las sensaciones de felicidad (Venus) y agobio (Saturno),
vamos corrigiendo nuestras disonancias y desarmonías.
CAPITULO 11. ARCANO 9.
Ver lámina
11.1. DENOMINACIONES.
Este Arcano noveno suele ser mencionado como el Ermitaño. Un mayor
acercamiento lo conseguimos si establecemos tres niveles de calidad: EL
PRUDENTE, EL ERMITAÑO Y EL MISANTROPO. En los tres casos nuestra mente
se inclina a pensar en un alejamiento, cuanto menos mental, de bullicios,
jolgorios, las prisas cotidianas y las carreras en busca de más o menos
logros. En parte es así, pues ya veremos que los significados de este
Arcano son muchísimo más amplios.
Parece que al ubicarnos y sintonizarnos mentalmente con el Arcano 9, la
velocidad con que discurre el tiempo cambia. Quizás por eso los seres
humanos huimos tanto de la soledad y el diálogo interno, buscando siempre
la mayoría el tener los sentidos entretenidos en multitud de impresiones,
ruidos y sensaciones, con frecuencia desarmónicos entre sí y poco
relevantes para nuestro ser.
La sensación y las vivencias que produce la soledad es fuerte, siendo
para unos cuantos necesaria y para bastantes una experiencia sin sentido.
Bien hay que diferenciar que no es lo mismo silencio que soledad, aunque
ambos estén interconectados. Claro es que para vivir un silencio externo
hay que procurar alejarse del bullicio de las multitudes, cosa que hoy
no es fácil. Si esto último se consigue, otra cosa bien distinta
es que en nuestro interior exista silencio. Por lo común, un gran desorden
un tanto caótico se manifiesta en nuestra psique interna. Poco a poco,
dejando pasar algo de tiempo, en el ejercicio de introspección los
pensamientos y emociones se enlentecen, yendo lo suficientemente despacio
como para poder observarlos, registrarlos y experimentarlos.
Normalmente no es así, pues por la enorme cantidad de impactos psíquicos
que recibimos del exterior, sumado a los pocos o incompletos momentos
de interiorización, no se registran los fenómenos externos verdaderamente
como experiencias, sino a lo sumo como recuerdos.
Existe una gran diferencia entre recordar algo y haberlo asimilado como
experiencia. Esa superficialidad en el registro de nuestras vivencias
produce una típica sensación de vacío interior y de falta de
peso específico en el alma (psiquis). Ese "peso específico interno"
es el que se desarrolla a partir de la realización del Arcano 9, el
de ese señor tan anciano que porta el farolillo.
11.2. RELACION COSMOPSICOLOGICA.
La analogía del Arcano noveno es con el planeta Saturno. Normalmente
se le suele asimilar el signo de la Virgen. Aparentemente la capacidad
de autoanálisis de este signo se encuentra en relación con lo explicado
anteriormente, pero la Virgen está regida por Mercurio, planeta racional
y comunicativo. Esto es bien diferente a la fuerza introspectiva y aislante
de lo superfluo que representa el Arcano nueve. Saturno, en cambio, afina
perfectamente con esa dilatación y aprovechamiento de la dimensión
tiempo ya explicada. El signo de la Virgen puede llegar de por sí a
una auto-disciplina y orden minucioso en sus actitudes, pero la gravedad,
prudencia y profundidad de Saturno es la única que puede proporcionar
todo lo que significa el Arcano nueve. Es una posible pega que se relacione
mecánicamente a Saturno con el terrestre signo del Macho Cabrío,
con lo cual las materiales cualidades de este último no concordarían
con ese registro de experiencias tan puras de las que hemos hablado. Pero
una cosa es Saturno como planeta y otra es el Macho Cabrío como signo,
aparte de que Saturno es igualmente corregente de un signo aéreo o
mental: el Aguador.
Pues bien, pasemos ahora a investigar EL PRUDENTE. No existe directamente
una relación entre edad biológica y experiencia, pues puede pasar
el tiempo sin que exista maduración interna. Pero también es igualmente
cierto que el Anciano en todas las civilizaciones tradicionales ha sido
el Prudente, el respetado viejo que por su cúmulo de experiencias y
su visión más entera de la vida es buscado para pedírsele consejo.
No es tanto la idea de un ser que se aleja o huye de todo, sino más
bien el arquetipo de alguien que no se deja arrastrar por los factores
normales que al ser humano le sacan de sus casillas. El prudente tiene
lo que se llama anclaje interior y ante los vendavales o las tormentas,
sean de aire, agua, fuego o arena, sabe permanecer y establecer un continuo
espacio-temporal en su trayectoria vital.
Todas las civilizaciones Antiguas en sus períodos de esplendor estuvieron
guiadas por sabios prudentes que ponían sus ojos no sólo en los
fenómenos sino en las causas de estos mismos, sabiendo con su consejo
estructurar una sociedad estable que soportara el paso de los siglos.
Saturno es la profundización en los secretos y misterios de lo material.
Todavía tenemos el concepto de espiritualidad o conciencia como un
alejamiento de la materia, pero ya hemos vislumbrado a través de la
ley de los conjuntos de conjuntos que la materia es espíritu densificado
y el espíritu es materia sutil. Por tanto, el viejo Prudente ha penetrado
en Saturno, el planeta de la sabiduría oculta, pero su sapiencia no
sólo se refiere a cuestiones abstractas sino a lo sustancial del nivel
terrestre en el que nos hallamos. Todo es importante y profundo si se
le sabe ahondar en su corazón. Sat - Urno es la urna sagrada, el Sagrado
Cántaro, el Santo Graal, el Cáliz de la Sabiduría, etc., y parecería
que detrás de lo seco que parecía Saturno hay algo que es nutritivo
alimento para los que pasan por la prueba, por el aprisco o por el aprieto.
Lo aparentemente fácil con frecuencia se convierte en una esclavitud
y lo que se asemeja en un principio como más pesado y lento puede resultar
el camino más corto a un superior estado de libertad responsable.
Huir de las dificultades convierte al ser humano en un infeliz prófugo
o frustrado huido del drama celeste o astral. Por ello, la responsabilidad
es la oculta ley que asienta serenamente al ser humano en su vida, como
acto de toma de conciencia de nexos "gravitatorios" entre el ser humano
y las circunstancias y personas que le rodean. Luego, esa noción de
responsabilidad o fase pasiva saturniana se complementa con su período
activo o de voluntad y constancia. Ese acto continuo de perseverancia
conduce a un codo a codo con la vida y ésta poco a poco, por conductos
poco visibles comúnmente, revela sus recónditos secretos. ¿Por
qué el Prudente es el Sabio de la Montaña?. Los picos y cumbres
de la Tierra son puntas o antenas de contacto entre las energías telúricas
terrestres y las fuerzas celestiales. Allí es donde se puede conseguir
el suficiente voltaje como para establecer ese llenado interno del Cántaro.
Por eso, desde siempre, los momentos de mayor inspiración e iluminación
de los Grandes Maestros de la humanidad se han generado en los montes
y montañas, lo cual no quiere decir que las vibraciones de la playa,
más psíquicas y lunares, no complementen la "cercanía a los dioses
olímpicos" de las cumbres.
Comentemos algo ahora del ERMITAÑO.
Este término sí que conlleva indefectiblemente la idea o situación
de aislamiento físico respecto al medio social circundante.
A muchas personas se les plantea la disyuntiva entre su necesidad de recogimiento
por un lado y, por otro, las responsabilidades que poseen y les atan al
mundo exterior. Una cosa es superar el materialismo y otra es abandonar
la materia, siendo esto último por otro lado virtualmente imposible.
Para conciliar estos dos extremos es necesario saber jugar al ajedrez
de la vida, pues este juego tiene una clara relación con Saturno. Para
dominarlo es preciso estar en un notable estado de concentración, así
como poder prevenir con anticipación las siguientes jugadas.
Es diferente tener una visión materialista de la vida que poseer una
filosofía realista de la existencia, y este segundo polo es el que
nos conviene para que la lenta, imperturbable e inexorable marcha de Saturno
no nos coja como cartón de huevos bajo las ruedas del tren. Más
aquí habría que definir lo que es la realidad, la cual ha de ser
considerada conjuntamente en sus diferentes aspectos (físico, emocional,
mental y espiritual), pues si se asimila realidad a materia, se cae en
un círculo vicioso de funestas consecuencias.
En la tradición oriental hindú encontramos el término sánscrito
Sannyasin, que es el peregrino que va ofreciendo su enseñanza por los
caminos sin pedir nada a cambio y llevando sólo su túnica (guerrúa)
y un pequeño cuenco (lotha). Este personaje es el que en la realidad
se puede asemejar más al Ermitaño, aún cuando el significado
exacto de esta última palabra es "el que vive en soledad". Pero también
es cierto que como ermitaños han sido considerados muchos que, sin
serlo, lo que en realidad han hecho es poner un poco de distancia mental
y física respecto al bullicio de las grandes poblaciones.
Ya hoy en día es un poquito más normal para el pensamiento medio
de las masas que alguien se retire durante un lapso de tiempo a un lugar
más tranquilo para meditar y reflexionar. Y esto es muy bueno siempre
y cuando no produzca una desadaptación y falta de integración posterior
al medio común en que se desenvuelve el individuo. Más bien, debe
de generar una prolongación de esa serenidad y silencio interior, estando
ya incluso inmerso en la rutina diaria, la cual va dejando de ser rutina
para convertirse en experiencia.
El MISANTROPO es "el que manifiesta aversión al trato humano". Podríamos
extenderlo en el sentido de personas que no valoran la relación humana,
no por timidez sino por conceptos grises acerca de la vida.
Quizás no tenga que referirse a alguien que está perpetuamente solo
y que huye con desprecio de la relación social, sino a los sujetos
que usan y utilizan esa relación humana interpersonal para obscuros
fines interiores.
Estos grises cerebros lo organizan todo fría y mecánicamente a su
alrededor para extraer el máximo de savia y jugo a las circunstancias.
No existe resquicio para la sensibilidad afectiva ni para el ideal, sino
sólo un practicismo despiadado y un gélido cerebralismo.
La relación interpersonal humana se enturbia con la filosofía de
lo conveniente por la enfermedad interior de la avaricia. Ciertamente,
ese hombre o esa mujer se convierten en misántropos o ermitaños,
aún cuando estén rodeados de gente. Sus riquezas acumuladas quisieran
llevarse tras su muerte para asegurarse de que nadie más les pueda
dar uso. Es una enfermedad crónica casi incurable y la ley del tiempo
va imperturbablemente demostrando que nada, salvo el espíritu, permanece
eternamente. Así vemos a ese viejo decrépito escondiendo su cabeza
bajo ese feo manto, para no ver ni escuchar la luz de su conciencia. Los
años con todo pueden, hasta con los lúgubres intentos de los hombres
y mujeres grises por mantener al mundo sumido en sombras, todo en función
de sus intereses creados.
Ellos se aprovechan de los miedos, temores y debilidades humanas, para
ejercer su dominio en las sombras sobre los sutiles y férreos hilos
de la materia, la cual gracias a su negra labor se vuelve densa, pesada
y una carga aplastante para el más pobre, débil y desamparado.
El feo viejo no quiere ver la luz de frente, pero tampoco le interesa
soltarla para que sea utilizada por otros. Cierto es que mientras esa
fina tela de araña no sea disuelta totalmente desde su centro, se seguirán
moviendo los hilos de la escasez, la miseria y la ignorancia en el mundo.
11.3. EL ARCANO 9 DEL TARO COSMOPSICOLOGICO.
El Anciano va portando la luz, el fuego interno, con la mano derecha.
Es una búsqueda activa de la sabiduría entre las tinieblas que con
frecuencia ofrece la materia. A su paso el velo de obscuridad se va rasgando
y los resplandores del farol se proyectan como triángulo hacia el cielo
(lo abstracto) y hacia abajo (lo concreto).
El Anciano Prudente no tropieza, pues va gradualmente descifrando las
irregularidades del camino a la luz de la linterna, paso a paso, piedra
tras piedra, y adaptando su caminar al terreno. Sobre todo y más que
nada, le caracteriza su prudencia al caminar. Seguro se puede ir junto
a él, pues a su lado las tinieblas se disipan y el tiempo se convierte
en su aliado. Con su manto protege sus secretos y su sabiduría, fuera
de la vista de curiosos, a la vez que se protege del embate de los elementos.
Su digna cabeza está descubierta, representando la total apertura de
sus cualidades más humanizadas y superiores. Su blanca barba y sus
cabellos, como mágicas antenas, se ondulan a ráfagas con el viento,
como veletas espirituales que atestiguan la dirección de las fuerzas
cósmicas. El caminar es firme y seguro, mucho más de lo que podría
parecer por su avanzada edad, pues ese tono de firmeza en el paso lo da
la madurez y seguridad interna.
Capaz de desplazarse como deslizado por entre rocas multiformes y variopintas
alturas, el Prudente continúa penetrando en los secretos de la noche
y de la interiorización.
Su cayado en la mano izquierda es el símbolo representativo de la fuerza
interna, con la cual tantea y se apoya en el terreno de las experiencias
diarias.
Tras de sí, las altas, silenciosas e hieráticas cumbres contienen
y mantienen la sabia historia de miles de millones de años, registradas
en cada piedra, valle, cima, barranco, etc., formando impresionantes sombras
de noche y majestuosas figuras escultóricas naturales de día, como
un inmenso museo de episodios tallados por la mano del tiempo.
11.4. ARQUETIPO EN RELACION.
Como ya se ha explicado indirectamente, el arquetipo en relación con
el noveno Arcano es el del sabio y prudente anciano, al cual en las culturas
elevadas de la Antigüedad todos los asuntos de importancia le eran
consultados. Así, la experiencia, la madurez y la edad espiritual son
colocadas en su justo lugar y suficientemente idealizadas, a la vez que
con una adecuada repercusión en la vida social y en los rumbos a largo
plazo del destino de un pueblo.
Esto último en cuanto a la vertiente armónica y sublimada del Arcano
9 del Libro de Thot pero, igualmente, los viejos carcamales que con frecuencia
controlan ciertas esferas de poder, continuando con éste hasta la muerte
física, así como impidiendo que cualquier renovación fructifique,
también forman parte de este Arcano como arquetipo disonante o inarmónico.
Son los "padrinos" de los distintos clanes políticos, económicos,
criminales, etc. Es el símbolo de la experiencia y la astucia, al servicio
del mal en este caso. El Ermitaño es igualmente el arquetipo del ser
solitario y meditabundo, a veces ridiculizado por sus "rarezas" y, a la
vez, admirado por tener la capacidad de escuchar los sonidos del silencio.
Todos alguna vez hemos pensado, ante las dificultades, en "retirarnos"
a un solitario paraje o a una alejada isla. Pero, igualmente, sabemos
que una es decirlo y otra es hacerlo. Robinson Crusoe sería un ser
humano vividor intenso de algunas experiencias del Arcano 9, aunque en
un principio hubiera penetrado su portal más por necesidad que por
otra cosa.
11.5. OTROS PERSONAJES.
El Burócrata es el que cumple una rutina del mecanismo organizativo
estatal, quizás con voluntad y responsabilidad acerca de su labor o,
tal vez, disfrutando en apretar un poco más los tornillos espacio-temporales
a los pobres desdichados que dependen de su ventanilla.
El Hombre (o mujer) Gris, según el término usado por M. Ende en
sus cuentos, que con cuasi-mortuorio rostro cumple mecánicamente con
su papel de control necrófilo y estricto al servicio de su "padrino".
Entre unos cuantos de estos últimos, a su vez, se maneja la mitad de
las finanzas y el poder del mundo.
El Filósofo Realista, que con su profundidad y pensamiento abstracto
ata lo concreto y lo pone todo al servicio de lo pragmático.
El Pobre es el que vive el Arcano 9 con su ruina o debilidad económica,
experimentando intensamente la soledad del que en la escala "tanto tienes,
tanto vales" ocupa un puesto inferior.
El Responsable que calladamente toma sobre sí incluso más de lo
que le correspondería, sobrellevando estoicamente el peso sin molestar
a nadie y sin esperar reconocimientos públicos.
El Estoico, que es aquél que posee fortaleza o dominio sobre la propia
sensibilidad, sin dejarse llevar por motivaciones superficiales o sentimentalonas.
11.6. PALABRAS-CLAVE TRASCENDENTES.
INTERIOR: el mundo de la interioridad personal y la sabiduría profunda
en lo real.
MEDITACION: o profundización en las causas de los fenómenos de la
vida.
MADURACION: como progresivo autodominio en las vivencias de la dimensión
espacio-tiempo, ganando en capacidad de control sobre las mismas y en
su asimilación interna serenamente.
SABIDURIA OCULTA: los secretos de las manifestaciones y los enigmas del
devenir del tiempo se abren a la mente seria y concentrada.
PRUDENCIA: no hay precipitación en la toma de decisiones y se tiene
una gran precisión en el uso del factor tiempo, colocándose a favor
de éste y no en contra.
CONCENTRACION: de esfuerzos, de energías, de pensamientos, de voluntad...haciendo
que nada quede desaprovechado ni huérfano, procurando que todo se ajuste
a metas a medio y largo plazo, sorteando con diplomacia las dificultades
presentes.
CONTROL: mediante hilos sutiles, lo que se dice, lo que se piensa, se
siente y se hace, está conectado a la voluntad incluso después de
generado o hecho. Por ejemplo, lo que alguien diga, puede en una cadena
de causas y efectos tener repercusiones incluso mucho tiempo después
de ser vocalizado. Cómo controlar (en ciertos límites) esos efectos,
es cosa del uso de Saturno y el noveno Arcano.
11.7. SECUENCIAS.
Como en la subida a la montaña, vivimos internamente la vivencia del
Arcano 9. Ese sagrado esfuerzo muy íntimo al que en el ascenso tenemos
que recurrir para no desfallecer, es la voluntad interna de Saturno.
El frío aire en la cara nos curte no sólo la piel sino también
las emociones y la propia sensibilidad.
Según ganamos altura, la mente se despeja y va dejando atrás dudas,
temores y vacilaciones. El vértigo se pierde y en plena integración
con el abrupto paisaje conectamos con esa serena presencia de nuestro
ser.
El cayado sirve de apoyo y a la vez de guía en cada paso, siendo cada
uno un eslabón en la larga cadena sutil de las experiencias. El atardecer
da a todo el entorno coloridos apaciguados y a la vez graves, según
el ocaso penetra la cúpula celeste y amortigua los retazos de luz del
horizonte. Comenzamos a escuchar la obertura del silencio, con increíbles
instrumentos situados en cada colina y barranco, en el titileo de las
estrellas que comienzan a despertar a la vista, en el susurro del aire
a los entrantes y salientes rocosos, en la bruma que abajo retoma formas
sin cesar como mares de nubes... Todo nos lleva a un verdadero estado
de concentración en el más amplio sentido, es decir, un continuum
entre el ser y la materia circundante, cuyas majestuosas formas nos conducen
a penetrar lo esencial y real de las cosas.
11.8. EXPERIENCIAS.
El Anciano de la Montaña vislumbra todo el entorno con mágica calma,
pareciendo que todo lo observa dentro de un orden cósmico de inmensa
puntualidad, donde nada deambula al azar ni está fuera del plan.
No existe ansiedad ni angustia en su noble rostro; ni ansiedad porque
el futuro ocurra, ni angustia porque éste no suceda. El sabe que el
curso de la Naturaleza no se equivoca, sino que es el ser humano el que
con su autocontrol y su fortaleza interior se puede engranar armónicamente
en los perfectísimos ritmos de la relojería universal.
Igualmente, el Anciano de la Montaña tiene perfecta conciencia de que,
según el hombre toma su responsabilidad ante el mundo, las propias
leyes le van dando con el tiempo mayor margen en el quehacer de la vida,
pues Saturno genera la fricción del ambiente, como más adelante
crea la voluntad que estabiliza las circunstancias. Así, el lento,
duro y aparentemente impracticable al principio ascenso a la montaña,
se transforma en la liberación de pesadas cadenas kármicas mundanas
y en un ascenso a lo más condensado de la experiencia humana. Aquí
y ahora, en el momento en el que el peregrino está en una medida de
fuerzas con el espacio y el tiempo, cualquier sentimiento, pensamiento
o incluso un cierto instrumento material es clave para lograr la culminación
de los esfuerzos. Pocas cosas lleva el caminante encima, es decir, sólo
lo justo e imprescindible que suponga necesidad, pero nada superfluo ni
sobrante.
Por tanto, el Arcano 9 es lo útil, relevante y necesario, lo cual se
puede entender desde el ángulo materialista como lo conveniente a efectos
de explotación económica o, desde una perspectiva más integral,
lo esencial para que el ser humano consiga la sapiencia y sabiduría
sobre la realidad. En este último caso, usar las cosas convenientemente
como centros de experiencia, pero sin apegarse inútilmente a ellas,
es una de las claves en esa autodisciplina interna. Así, en la relación
humana es la única manera para que ésta sea duradera y enriquecedora,
pues un sentido de pertenencia o propiedad sobre otro enturbia la mutua
compenetración.
11.9. MITOLOGIA.
Es evidente que en las leyendas de Chronos o Saturno encontramos muchísimas
analogías en el Arcano 9, tanto en su obscura faceta de afán y lucha
indigna por el poder, mediante intrigas y subterfugios pero sin dar la
cara, como en su segunda etapa en la cual se estableció en Italia para
enseñar allí a sus habitantes los saberes de la agricultura y otros.
Hay quien le relaciona también con Diógenes, que vivía en su
barril y cuando salía caminando con su lámpara decía: "busco
a un hombre". El se apartaba de los convencionalismos y banalidades sociales
en la certeza de que un hombre auténtico posee el centro de sí mismo.
11.10. LAMINA DERECHA (TENDENCIA ARMONICA).
La voluntad está educada y se conocen las leyes de la naturaleza. La
prudencia es el alma de los sabios. Y esto se aplica también a la discreción
pues, muchas veces, si la palabra es plata, el silencio es oro.
Se recoge y sistematiza la experiencia del pasado, pues se ve claro que
sólo ver pasar el tiempo no es suficiente, más es necesario que
la tradición y la experiencia sean asimiladas, pues partir de cero
sería de necios.
Existe circunspección, cautela, repliegue y meditación profunda
en las pasadas y las próximas jugadas del ajedrez de la vida.
11.11. LAMINA INVERTIDA (TENDENCIA DESARMONICA).
Gran parte de la vida gira en torno a miedos y
autolimitaciones, como el temor a la muerte, a la pobreza, a la pérdida
de poder y dinero, etc.
La sequedad, el cerebro frío y un temperamento rutinario afinan más
con lo lúgubre de las cosas que con lo que desprende vida. El afán
de controlar y limitar a otros ronda la obsesión. La creatividad propia
es inexistente y esa esclavitud interna conduce a urdir de continuo estrategias
para utilizar la energía generadora de otros. Estrujar al máximo
las limitaciones humanas con fines feos y egoístas se convierte en
profesión por vocación.
11.12. LETRA HEBRAICA EN CORRESPONDENCIA.
La novena letra hebrea es THETH, que se suele traducir como "serpiente",
seguramente en relación con la vara del Prudente que, como el cayado
de Moisés, al convertirse en ese serpenteante reptil representa la
energía interna, la seguridad personal, la astucia y la sagacidad.
Según Papus, desde el ángulo oculto la letra THETH representa un
"techado", quizás refiriéndose a un lugar seguro no sólo físicamente
sino en lo espiritual: el "templo" de la Naturaleza o la arquitectura
humana que trata de imitarlo.
CAPITULO 12. ARCANO 10.
Ver lámina
12.1. DENOMINACIONES.
El Arcano del que ahora nos vamos a ocupar es el usualmente llamado la
"Rueda de la fortuna".
Estableciendo tres niveles o estados de la experiencia del Arcano determinamos
las palabras-clave LOS RITMOS UNIVERSALES, LA RUEDA DEL DEVENIR y EL DESCENSO.
Este Arcano es de una importancia capital y expresa multitud de conceptos
que hoy en día para nosotros son nuevos, pero que para los Antiguos
eran enseñados y conocidos en las Escuelas de Iniciación a los misterios
de la vida.
La profunda filosofía hindú deja en su lenguaje tradicional, el
sánscrito, tres fases en el desarrollo dinámico de un acontecimiento:
RAJAS, TAMAS y SATTWA.
En un movimiento ondulatorio, es decir, en el desplazamiento de una onda,
existe una cresta superior y otra inferior, las cuales son simétricas
respecto a un ficticio eje central (ver lámina 2).
Para los filósofos y esoteristas sánscritos, Tamas es la fase involutiva
o descendente, Rajas es el período ascendente, y Sattwa es el equilibrio
o resultado de ambos.
En lo concreto, Tamas corresponde al temperamento que en el Bhaghavad-Gita
o biblia popular de los hindúes se llama tenebroso, es decir, afín
a lo pesimista, mórbido, autodestructivo y obscuro.
Rajas encarna al tipo psicológico con cierta agresividad externa, luchador
por sus intereses personales, competitivo, arrojado y con afán de gloria
y poder.
En otro orden de cosas más armonioso, Tamas afina con lo introvertido,
subjetivo y psíquico-interno, por lo cual es una de las dos energías
que el ser humano ha de saber controlar y sublimar. Para ello, la imaginación
mórbida se convierte en creatividad subjetiva, la susceptibilidad en
sensibilidad y la tendencia a la depresión en capacidad de interiorización.
Rajas, según va siendo poco a poco realizado de manera consciente,
representa el empuje de la energía humana hacia el exterior, las conquistas
de metas en los mundos objetivos y la generación de cadenas causa-efecto
en el ambiente. Así, la agresividad con el discurrir cíclico del
tiempo pasa a ser energía luchadora por un ideal, la precipitación
en el actuar se regenera en valor y el derroche de energías en creatividad.
Pero ¿qué representa y significa realmente Sattwa?. No es mitad
y mitad de los anteriores Gunas o fuerzas, ni sólo el punto central
entre ambos.
Sattwa es el tercer Guna, denominado estado luminoso o de equilibrio,
después de una fase anterior Tamas-Rajas, es decir, involución-evolución:
"bajó a los infiernos y luego subió a los cielos, colocándose
a la derecha del Dios Padre". Aquí vemos que incluso Jesús o Jhesú,
el que alcanzó el estado de conciencia del Cristo o Crístico (cristal,
cristalización), pasó por ambas fases antes de situarse en la posición
que le correspondía.
Esto nos conduce ya de inicio a relevantes conclusiones, pues se vislumbra
que tanto la caída humana como el acto de levantarse son los dos polos
de una misma cosa, pues no existe la conciencia sin sabiduría, ni la
sabiduría sin la experiencia, ni la experiencia sin la prueba..."el
que pretende llegar al cielo (estado de conciencia o estado vibratorio
mental) sin pasar por el aprisco (aprieto, prueba), es ladrón y robador".
Está claro que el Arcano 10 nos habla de un ciclo completado: una decena
o ciclo decenario a través del número 10 que lo vincula. Es el uno
con el cero a la derecha o, explicado de otra manera, la vuelta a la unidad
o al inicio, pero potenciado por las experiencias (el cero, el círculo,
la conciencia) del ciclo anterior.
Al mismo tiempo, al ser el Arcano 10 en realidad el onceavo en la serie,
al añadir el Arcano 0 (el Loco) al inicio, el Arcano denominado la
Rueda de la Fortuna cierra la primera mitad (11 + 11) del ciclo de los
veintidós.
12.2. RELACION COSMOPSICOLOGICA.
Es generalmente aceptado que Júpiter es el planeta regente o análogo
mayor del Arcano 10, pero veamos ahora qué fundamentos esotéricos
y cosmopsicológicos avalan esta hipótesis. De entrada, la idea de
la Rueda de la Fortuna alude a algo en relación con el Azar, o con
cambios importantes en el comúnmente llamado "destino".
Recordemos que Júpiter se relaciona con los juegos de azar y con lo
que solemos llamar "suerte" que es, diríamos, la generosidad de la
vida o del fluir de los acontecimientos para con nosotros. ¡Qué
curioso que Júpiter representa en el estudio cosmopsicológico tanto
lo dadivoso y desprendido en lo psicológico y personal, como lo que
la vida y las circunstancias nos brindan de manera abundante!. ¿Será
que hay una relación entre ambos polos (generosidad personal-fortuna
en la vida)?.
De inicio, el temperamento jupiteriano tiende a pensar en grande, por
lo que accede a ciertas esferas de vivencias que igualmente son de profusión
y abundancia en todos los sentidos. Júpiter afina con la expansión
y es capaz de abarcarla, pero la cuestión planteada se refiere más
a aspectos no tan claramente relacionados entre sí. Es evidente que
el jupiteriano, por su talante social, se sitúa con cierta facilidad
cada vez más en extensos y ostentosos círculos y colectividades.
Pero, ¿qué ley oculta es la verdadera causa de que a alguien le
salga algo increíblemente bien, cuando a otros haciendo casi lo mismo
no se les han presentado sino dificultades o mediocridades?. Solemos llamar
a este "factor desconocido" como suerte, a la cual los supersticiosos
pretenden acceder con fórmulas propias o prestadas. A esa misteriosa
suerte se le adora de múltiples formas y a muchos les encanta desafiarla
o tratar de medirla, o intentar controlarla. Sabemos por medio de las
leyes de probabilidad que si tiramos, por ejemplo, un dado seis millones
de veces, al término del recuento la proporción de ocasiones que
ha salido el número 1 será muy similar a la del 2, el 3, el 4, el
5 y el 6. Cuanto mayor sea el número de tiradas, la proporción 1/6
para cada uno de los seis números, se evidenciará con más claridad.
Pero ese no es el tema exactamente que discutimos, sino el por qué
a uno que entró en el casino como un pobre desgraciado esa ley matemática
del azar le favoreció totalmente y, a otro, le arruinó en pocas
horas. Es decir, tratamos el tema de la "suerte" en relación con una
persona concreta y no como un número más en el recuento de millones
de tiradas.
Ahora podemos penetrar (o intentarlo) en el centro de la cuestión.
Algunos denominan al Arcano 10 la "retribución" definiéndose la
palabra retribuir como "recompensa o pago de un servicio o favor".
La relación intrínseca se va manifestando más evidente a la luz
del principio del Karma, causa-efecto o acción-reacción. Es sencillo:
recibimos lo que generamos, si bien es cierto que dar para recibir algo
tiene una puntuación kármica muy distinta a la de dar impersonalmente
o por un ideal.
La primera palabra-clave del Arcano que ahora desciframos es LOS RITMOS
UNIVERSALES.
Para nosotros está claro que ciertos acontecimientos físicos e incluso
psíquicos se producen rítmicamente, es decir, espaciados en una
medida concreta en la dimensión tiempo: el día y la noche, la Navidad
con sus regalos, etc. Pero los ritmos universales (macro) y los humanos
(micro) son bastante más completos y complejos, pudiendo pasar que
en una Navidad estemos plenos de felicidad y en las dos siguientes con
infinidad de preocupaciones.
La idea de un maravilloso mecanismo de relojería cósmico, donde
hay rueditas pequeñas (ciclos cortos) perfectamente engranados con
otras mayores (grandes ciclos) es muy antigua. Al igual, la noción
de los movimientos circulares es mucho más vieja de lo pensado, bastante
más que la época en que presuntamente se inventó la rueda. A
través de los conocimientos en Astrología, los antepasados de la
humanidad definieron perfectamente el desarrollo de las líneas de acontecimientos
en la dimensión espacio-tiempo como circulares o, mejor dicho, ESPIRALES.
El movimiento circular en realidad no existe desde el momento que vemos
a la Tierra desplazarse a su vez alrededor del Sol, o éste en torno
al centro de la Vía Láctea y así sucesivamente. La Tierra realiza
circunferencias alrededor del Sol visto desde nuestra estrella, pero
observado el planeta desde un punto externo al sistema solar, describe
espirales, ya que a su vez el Sol se desplaza en el movimiento llamado
"hacia el Apex".
Pero parece que Júpiter por sus analogías no nos habla de restricciones,
obligatoriedad ni imperturbabilidad del tiempo como sucede con Saturno.
Entonces, ¿qué significa esto?, ¿por qué en el Libro de Toth
Júpiter está en relación con los ritmos Universales cuando este
planeta expresa holgura y amplitud en la vida?.
Lo anterior está en contradicción evidentemente con un concepto
fijo y determinista de los ciclos cósmicos y humanos. Júpiter, en
cambio, explica cómo los ciclos permiten un margen importante de libertad,
aumentando ésta según la ética, moral y filosofía del individuo
se vaya ajustando más a los principios de Moral Universal.
LA RUEDA DEL DEVENIR expresa la idea de rotación o cambio de la rueda
respecto al cielo, a los cuatro puntos cardinales...es decir, el zodíaco
y las casas astrológicas, respectivamente. La palabra devenir significa
"llegar a ser". Por tanto, la Rueda del Devenir son los sucesivos ciclos
por los que se pasa para "llegar a ser" o, también, "llegar al Ser".
El sería el centro de la Rueda, que es el eje o el hilo conductor en
el movimiento espiral (espiritual). Ya estudiamos en los capítulos
introductorios al Libro de Thot el axioma Iniciático "vigila atentamente
la rueda del destino y trabaja".
Sobre la rueda el hombre facilita su desplazamiento y el transporte de
cargas, pues el movimiento circular es de lo más potente y versátil.
Rotar y rodar son sinónimos, refiriéndose en el Arcano 10 al desplazamiento
y movimiento del yo y las circunstancias. Esta rotación puede ser en
dos sentidos solamente, uno evolutivo y el otro involutivo. Una vez elegido
el sentido evolutivo, siempre hay una parte de la rueda que sube o asciende
y otra que desciende hacia el suelo. Esta alternancia de los dos Gunas,
Tamas (descendente) y Rajas (ascendente) para buscar el equilibrio dinámico
del tercero: Sattwa. Es necesario dudar para asegurarse, interiorizarse
para exteriorizarse, descansar para trabajar, escuchar para hablar, aprender
para enseñar, mover una pierna y seguidamente la otra para andar...
siendo ese equilibrio lo que genera un dinamismo vital.
El DESCENSO es la tercera palabra-clave del Arcano 10 del Taro Cosmopsicológico,
siendo a su vez la fase Tamas en los 3 Gunas. Hay dos maneras de enfocar
el descenso. Una, cuando el ser humano entiende que necesita una dura
experiencia para afianzar su desarrollo integral y se mete a fondo en
ella para extraer su savia, aún cuando de barro se salpique un poco,
pues sabe que necesita la vivencia para alcanzar estados más elevados.
El otro tipo de descenso es el que no persigue un mayor estado de conciencia
superior sino un gusto por contradecir las leyes mínimas de la belleza,
la vida, la armonía y el sentido común, retardando su desarrollo
personal e incluso intentándolo con otros.
En muchos de los cuentos que llamamos infantiles siempre hay un buen y
un mal camino consejero, una limpia voz de la conciencia y el instinto
que no duda en ponernos en el filo de la navaja, haciendo lo imposible
para que abandonemos la trayectoria del ideal...
Introducirse en niveles inferiores de vibración y experiencia siempre
es peligroso, pero infinitamente más si no existe un ideal o una ética
moral (Júpiter) que salvaguarde y proteja.
12.3. EL ARCANO 10 DEL TARO COSMOPSICOLOGICO.
La Rueda del Devenir figura en el centro, como símbolo o "mandala"
para meditar, centrando la psiquis y la conciencia en el centro de lo
cambiante. Allí todo los radios convergen, todas las energías se
concentran y todas las experiencias adquieren esencia.
Los ocho radios de la rueda hacen referencia a los 8 KOUA de la filosofía
profunda de los chinos, en el sistema del I-Ching. Son las 8 combinaciones
posibles de las energías Yang o activas, simbolizadas por una línea
continua (---) y las fuerzas pasivas o Ying representadas por una raya
partida (- -). Son 8 posibles combinaciones de 3 en 3 (véase lámina
2). El I- Ching, cuyos fundamentos veremos en el apartado correspondiente,
es llamado el Libro del Cambio o de las Mutaciones.
En lo alto de la rueda se encuentra la Esfinge, síntesis de las cuatro
constelaciones fijas del Zodíaco (Taurus, Leo, Escorpius y Aquarius),
representando a lo que no cambia a lo largo del tiempo.
Serpenteando por el pie o soporte de la rueda se encuentran las dos serpientes
armonizadas o en equilibrio (Sattwa). La figura que asciende es la divinidad
egipcia Hermanubis o el Cinocéfalo y la que baja es Tifón-Set. La
primera es el Guna Rajas y la segunda representa a Tamas.
La bóveda celeste se encuentra coronando y enmarcando arriba, recordándonos
que la perfecta Rueda del Devenir es el zodíaco. En la región inferior,
el suelo curvado indica al viajero del libro de Thot, que el horizonte
y sus cuatro puntos cardinales sustentan el sistema de las 12 casas astrológicas,
por las que descienden las influencias estelares.
12.4. ARQUETIPO EN RELACION.
Ya fue comentado el hecho de la veneración que por el fenómeno suerte
se profesa de las más variopintas formas. Esto no ocurre solamente
en lo que a los juegos de azar se refiere, sino que también el amor,
el dinero o las enfermedades son para muchos cuestión de azar o "suerte".
Desde una perspectiva más elevada, el arquetipo de los cambios o las
mutaciones universales, que poseen un algo que los une y les da continuidad,
siempre ha sido motivo de diálogo y debate entre los pensadores y filósofos:
lo cambiante y lo inmutable, el fenómeno y la causa, lo eventual y
lo esencial, etc. Para las grandes y sabias culturas de la Antigüedad,
como los mayas, hindúes y otras, el estudio de los grandes y pequeños
ciclos fue siempre una materia de estudio capital, lo cual dio lugar a
sistemas matemáticos, numéricos, astrológicos, calendáricos
y astronómicos muy complejos y avanzados.
12.5. OTROS PERSONAJES.
La Rueda del Espacio-Tiempo: el tiempo transforma todos los entes, no
creando ni destruyendo nada.
El Centro: como el equilibrio entre el ascenso y el descenso generando
el movimiento. El Centro está inmutable ante la alternancia del Caos
(desorden) y el Cosmos (orden). Giro de los acontecimientos: cierre de
una etapa y apertura de otra.
La Rueda del Zodíaco: a través de las leyes astrológicas se puede
comenzar a entender los ciclos.
El movimiento: lo único que no cambia es el propio cambio. El reloj
universal: todo lo hace manifestarse en su justo momento.
12.6. PALABRAS-CLAVE TRASCENDENTES.
CICLICIDAD: aprovechar la fuerza del ritmo es el único modo de superar
la inestabilidad. El movimiento pulsante y armonioso es el más efectivo,
tanto en lo físico como en lo emocional, mental y de la voluntad.
En los ciclos está la fuerza y grandiosidad de la naturaleza y, por
ende, una adecuada y alternante polaridad entre objetividad y subjetividad,
teoría y práctica, razón e intuición, etc., produce los más
óptimos resultados generadores y creativos.
MUTABILIDAD: la vida es original segundo a segundo para cada persona,
pero se necesita una amplia y expansiva visión de las cosas (Júpiter)
para vivirla.
ADAPTACION: es el aprovechamiento del cambio y no un roce continuo con
él por demasiada rigidez. Hay una aparente y contradictoria paradoja
entre adaptarse y persistir en el empeño, pero no es así.
Con la sana alegría y el optimismo jupiteriano las supuestas pequeñas
derrotas pasan a quedar sólo en calidad de anécdotas, pues lo importante
es ver el todo y no sólo la caída o descenso momentáneo.
FLUIR DE LA VIDA: aquí no podríamos usar con un mínimo de exactitud
la palabra destino, la cual afina más con lo inexorable de Saturno,
el cual marca acontecimientos y experiencias más determinados.
En cambio, Júpiter es la continua expansión de la vida y el agrandamiento
del margen del libre arbitrio, al aumentar las cotas de visión en lo
físico y moral.
12.7. SECUENCIAS.
Ya que Júpiter se relaciona con la expansión, vamos a estudiar un
par de fenómenos interesantes.
Uno, visualizamos el efecto que se produce cuando tiramos una piedra en
un estanque: las ondas se generan periódicamente desde un centro y
cabalgan desplazándose cada vez con menos fuerza y prominencia hacia
el exterior.
Dos, el fenómeno de la expansión también ha sido observado en
lo que al universo se refiere, el cual está claramente en una fase
de dilatación progresiva.
Es relativamente sencillo de entender que la expansión vital y mental
de Júpiter tiene relación o analogía con el movimiento ondulatorio,
por supuesto en una octava superior, que es la del pensamiento abstracto.
Así, mediante Júpiter y el Arcano 10, el cual está en relación
con la décima letra del alfabeto hebreo (Yod), podemos colocarnos en
sintonía armónica con las vibraciones cíclicas universales, llegando
a alcanzar aunque fuera tenuemente la pletórica abundancia del Zeus
olímpico (Júpiter). Ahí están esos mundos psíquicos de
felicidad y holgura, pero es necesaria una amplitud de espíritu y generosidad
del alma. Recordemos que Júpiter posee la emoción (el semicírculo)
sobre la cruz (la materia), es decir, para que su influencia sea estable
y equilibrada, las miras han de estar conjuntamente puestas en ambos polos.
12.8. EXPERIENCIAS.
Júpiter es regente del Centauro y de los Peces. Veamos si arqueométricamente
existe relación o no entre ambos y el Arcano 10.
Tanto el Centauro como los Peces son curiosamente signos dobles, los cuales
poseen dualidades marcadas que han de armonizarse rítmicamente (Arcano
10).
En el caso del Centauro la necesidad de establecer polos armónicos
que se apoyen mutuamente está entre su parte instintiva (caballo) y
la elevada (hombre).
Por otra parte, al igual que el Arcano 10 habla de evolución-involución,
el Centauro indica el paso del animal al ser humano, al articularse de
forma vertical el fémur del muslo con la cadera, pues este signo zodiacal
rige ambas partes del cuerpo. Luego, una vez que se alcanza el cuarto
reino universal o humano, continúa existiendo la confrontación de
polos opuestos (o complementarios) entre lo intuitivo (caballo) y lo humanizado
(parte superior).
El signo de los Peces es igualmente doble, pues son dos peces uno en sentido
contrario a otro. También es signo común, móvil o mutable, al
igual que el Centauro. En el signo de los Peces la oposición polarizada
es muy fuerte, yendo de los sentimientos más enredados a la inspiración
mística. El signo de los Peces igualmente habla de evolución-involución
(Arcano 10), pero más que nada en lo psíquico.
12.9. MITOLOGIA.
Las ruedas de la visión de Ezequiel, cuyos bordes estaban llenos de
ojos, son símbolos de la actividad e inteligencia divina. Los ojos
podrían representar las estrellas en el zodíaco.
Una rueda y una espada son los atributos del ángel que guarda las puertas
del paraíso.
La Rueda aparece en los textos alquímicos como un símbolo de ascenso
espiritual y descenso. Se podría entender como una referencia al descenso
de Cristo a una forma humana, así como su posterior resurrección.
La rueda de las encarnaciones es para los hindúes Samsara, denominada
así en sánscrito. En el ciclo de la vida ellos consideran que la
rueda marca en espiral: nacimiento - crecimiento - madurez - ancianidad
- muerte del físico - renacimiento...
En la parte ascendente de la Rueda está Anubis, que en la mitología
egipcia dirige al alma para el juicio después de la muerte a la Estancia
de la Verdad.
En la zona descendente se encuentra el malvado Seth. En un lado el alma
asciende hacia niveles superiores y, en el otro, toma un cuerpo físico.
La diosa romana Fortuna, a quien la rueda pertenece, es originalmente
una deidad de la fertilidad.
12.10. LAMINA DERECHA (TENDENCIA ARMONICA).
Siempre existe un giro en los acontecimientos en relación con este
Arcano, el cual será en este caso una sintonía entre las energías
personales y las fuerzas del ambiente social. Esto conlleva una expansión
en el sentido más amplio: emocional, mental, económico, etc. Diríamos
que hemos ahorrado cuando había que hacerlo (Arcano 9) y en estos momentos
corresponde vivir la abundancia con equilibrio (Arcano 10). Existe un
momento adecuado para dar un golpe de timón (la Rueda) y enderezar
el barco de la vida hacia el punto que es ideal. Ahora los vientos soplarán
a favor y no de lado ni en contra.
12.11. LAMINA INVERTIDA (TENDENCIA DESARMONICA).
La falta de previsión, de principios morales a toda prueba, de amplitud
de alma y de trabajo continuo sobre la Rueda del Karma, hace que se avecine
un período involutivo de mayor carga o recorte de la libertad (libre
arbitrio). Se ha derrochado cuando había que apretarse el cinturón
y se ha vivido moralmente con elasticidad superflua cuando había que
cultivarse en lo personal. Esto conlleva un cambio de ciclo necesario
pues no se ha querido aprender por las buenas. La experiencia de tener
las cosas con facilidad se ha tomado con ligereza y se precisa ahora luchar
un poco contra los elementos.
12.12. LETRA HEBRAICA EN CORRESPONDENCIA.
Se le asimila la décima letra de este alfabeto (IOD), que significa
"mano". Es la facultad del ser humano para intervenir en el destino o
curso de los acontecimientos, es decir, para manipular (operar con las
manos) en ciertos momentos los puntos claves de su vida. Así, también,
con sus manos, el hombre toma el timón de su existencia. Para Papus,
la letra IOD representa el dedo y, más concretamente, el índice,
el cual curiosamente está regido por Júpiter. Con el índice señalamos,
ordenamos y dirigimos, organizando lo inferior en entes superiores idealmente.
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