Durante este período todo lo que constituía una frustración, una limitación o un obstáculo a tus legítimos deseos de realización y de expansión tiende a desaparecer bajo el impulso de corrientes generosas, de benevolente ayuda, de consideración por parte de los demás. Todo, en esta época, se vuelve más fácil, más moral y más regular. Incluso conservando tus principios, te vuelves más abierto de ideas y más tolerante. Las opiniones religiosas o políticas, el sentido del orden, del deber y de la justicia pierden todo su rigor para dar lugar a unos sentimientos más generosos. En resumen, todo lo que representaba el aspecto más material, más egoísta, más rígido y más duro de tu ser es mejorado, dulcificado, humanizado y espiritualizado.
Es un momento en el que has de enfrentarte con tus obligaciones e inhibiciones para aprender a cómo cambiarlas, mejorarlas y darles una nueva perspectiva. Este período puede traerte nuevas oportunidades profesionales, ofreciéndote más libertad; además de cierto incremento de responsabilidades acompañado de una mayor influencia sobre tu vida social. Cualquier tipo de restricción que aparezca en tu vida en estos momentos te será insoportable, y tendrás la oportunidad de enriquecer tu vida enormemente si utilizas bien tu juicio y lo observas desde una perspectiva más amplia.
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