Durante este periodo Neptuno, que está transitando por su propia casa, puede tener una influencia poderosa. Eres más sensible de lo habitual, y puedes tener más fácil acceso a las dimensiones inconscientes de tu personalidad e intuir las corrientes latentes de tu entorno. Es un buen momento para explorar tu interior y mirar hacia dentro para entenderte mejor y encontrar mayor satisfacción en la vida. Quizás en lo material hayas alcanzado mucho en el mundo, pero una creciente sensación de estar incompleto te dice que la vida es algo más. Neptuno está en camino hacia tu Ascendente, lo cual significa que estás al borde de un cambio importante y de una renovación psicológica, si no espiritual, que puede exigir que renuncies a tu vieja personalidad.
Durante este tránsito es posible que tengas ciertas intuiciones e impulsos que, si los sigues, te pueden afectar de maneras que no te imaginabas. El inconsciente es más sabio de lo que solemos creer, y ahora pueden aflorar sentimientos ocultos que se convierten en una urgente necesidad de restablecer el vínculo perdido con nuestra fuente y el resto de la creación. Los místicos lo llaman «la nostalgia de lo divino», la añoranza de Dios, es decir la reminiscencia de una armonía con algo más grande que nosotros, algo que trasciende las fronteras de nuestro ego falso.
Lo mejor de este tránsito de Neptuno es que en última instancia puede tener un efecto depurador sobre tu psique, permitiéndote sentir el amor, la comprensión y la disposición a perdonar necesarios para hacer las paces con personas o acontecimientos del pasado, o con partes de ti mismo.
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