Una época en la que le invade el espíritu del optimismo, esperanza, generosidad y creencia en los resultados positivos. Puede ser una época de reconciliación espiritual, perdón, para dejar a un lado las quejas y asumir una visión más amplia o de mejora del bien de la totalidad.
Tendencia a la grandiosidad o el optimismo, pero puede sentirse decepcionado si los demás no sienten lo mismo, o no cumplen sus promesas. Las ideas que puede considerar dudosas o poco importantes en otros tiempos pueden parecer ahora posibles incluso aunque sean difíciles de alcanzar. Los deseos y la imaginación colorean su perspectiva considerablemente, por lo que no es un buen momento para tomar decisiones prácticas o comprometerse. Puede que también deje de estar menos atento a los detalles y a las tareas ordinarias.
En general, es un buen momento para tomarse unas vacaciones y dejar a un lado sus preocupaciones, para llevar a cabo un deseo que haya tenido desde la infancia, para abrirse a lo milagroso, para soñar en general, irse de aventura o nutrir su vida espiritual.
Potenciales positivos:
Fe y conexión con una realidad más amplia. Visita espiritual. Reconexión con la esperanza y la bondad. Las expectativas de bienestar dan resultados positivos.
Potenciales negativos:
Sensación deficiente de los límites, la realidad, sobre todo si esa ha sido su tendencia. Tendencia a sentirse distraído, incapaz de concentrarse en los asuntos inmediatos. Exceso de generosidad con un toque de ingenuidad. Expectativas exageradas.
Remedios y sugerencias:
Retrase las decisiones en asuntos legales, financieros o comerciales, para tener una imagen más realista. Tiene que entender que los demás puede que no compartan su visión. Intente no pontificar o imponer sus puntos de vista. Intente ser un ejemplo para los demás en vez de convencerlos para que vean el mundo como usted.
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