Este tránsito puede producirte un exceso de energía e impulsos instintivos violentos, lo cual puede llegar a provocarte un accidente, ya se trate de una herida o de una quemadura.
Te ves empujado a exteriorizar bruscamente tus sentimientos, y tiendes a perder el control de tus actos y a actuar a despecho del sentido común y de las reglas de humanidad más elementales. Debes tener cuidado en no ceder ante la cólera y la impaciencia. De lo contrario, serás propenso a volverte agresivo, susceptible, y a violentarte con rapidez en cuanto alguien intente llevarte la contraria.
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