Estás entrando en una época en la que tu capacidad de apreciar el mundo que te rodea se incrementa. Parece que el corazón se expande y rebosa de amor, no por una sola persona, sino por toda la creación. Te conmueve fácilmente la belleza, y te sientes más afectuoso con los demás. Neptuno disuelve los límites, y es probable que en este período sientas el deseo de perderte en otra persona. Pero ten cuidado, porque Neptuno trae consigo la tendencia a idealizar y a no ver con claridad lo que tiene delante. Eres especialmente susceptible a las personas soñadoras y de sensibilidad artística, que te inspiran con sus visiones y su imaginación, y a personas débiles y necesitadas. Permaneces tan fascinado por lo que tienen de bueno y por lo bien que te hacen sentir esos seres maravillosos, que pasas por alto otras características suyas que pueden ser más problemáticas. Pero tarde o temprano descubrirás que no todo es tan bonito como parecía al principio, y finalmente no te quedará otra alternativa que descender a la tierra y establecer la relación sobre bases más sólidas –o abandonarla–.
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