Cuando un planeta tan poderoso como Plutón moviliza a Neptuno, es inevitable que se produzca un cambio elemental que puede ser a la vez explosivo y vivificador. Cuando Plutón toca Neptuno, despierta en ti aquella parte que procura disolver las fronteras rígidas del ego falso para conectar con algo más grande. Quizá vivas acontecimientos, tanto internos como externos, que perturben tu antigua manera de ver el mundo, alteren tus prioridades y te abran a la posibilidad de una dimensión de tu vida más clara, expansiva y significativa.
También es posible que sientas una irresistible atracción por las enseñanzas espirituales y místicas, la psicología y la astrología, los grupos de meditación o por cualquier culto que te prometa acceder a lo divino. Sin embargo, siempre que Neptuno está en juego, es necesario cierto grado de discriminación, porque de no tenerlo podrías perderte y verte arrastrado hacia cultos o grupos de carácter nebuloso o fanático.
Uno de los aspectos más positivos de este tránsito es que puede estimular tu sensibilidad, tu compasión y tu expresión creadora. Te da la oportunidad de contactar con tus talentos y capacidades latentes y de hacer mejor uso de ellos. Puede que descubras cosas nuevas sobre tu propia persona, tu entorno y el universo. Es un período excelente para explorar nuevos campos de interés, especialmente de carácter esotérico, y encontrar respuestas a las cuestiones esenciales de la existencia.
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