Período en el que se enfrenta de forma realista a las ilusiones, decepciones, conductas adictivas o asuntos que no ha estado dispuesto a ver con claridad en el pasado. Deficiencias graves el alguien o algo que ha idealizado o que le haga volver a evaluar la situación. Puede cuestionarse la profundidad de su honestidad o el compromiso con sus promesas o ideales.

Sentimientos de desapego, desencanto o duda, incluso que puede de cinismo. Tendencia a ver a los demás con dureza, lo que puede generar sentimientos de culpa y desánimo. O puede que se sienta vacío espiritualmente, como si la fuente de inspiración y comodidad se hubiera secado. Es el momento de profundizar, madurar, enraizarse mucho más para nutrirse espiritualmente. Actitud de servicio y autosacrificio, más que idealismo o fantasía, domina el momento.

Potenciales positivos:

Esfuerzos disciplinados para superar los hábitos negativos, lo cual puede reportarle mejoras sustanciales. Reivindicación de la responsabilidad personal y del poder personal. Capacidad para ceder y sacrificarse para cumplir un sueño o rendirse a los apegos negativos.

Potenciales negativos:

Ansiedad, tristeza, desilusión. Incapacidad para ver los aspectos negativos. Menos energía vital.

Remedios y sugerencias:

Puede que le ayude pasar momentos en soledad, incluso hacer un retiro. Simplifique su vida. Evite las actividades y las personas que le refuercen una actitud temerosa o las personas que drenen sus emociones.

No haga decisiones a largo plazo, ya que no puede ver el cuadro completo. Puede que perciba las cosas son más oscuras, más duras y que están más alejadas. Pida ayuda para liberar sus patrones adictivos.