Cualquier tensión entre sus acciones conscientes y sus necesidades emocionales, deseos o sentimientos que han estado latentes saldrán a la superficie. Podría percibirlo notando más irritabilidad, tensión en sus relaciones o una falta de entusiasmo y resistencia sutil. Si se descubre comportándose como un niño testarudo y caprichoso, preste atención a lo que necesita. Vuelva a recuperar la energía descansando, cuidándose y reconociendo sus sentimientos.
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