Cuando Neptuno entra en la Undécima Casa, es probable que empieces a sentir incertidumbre o descontento en lo que se refiere a tus objetivos e ideales en la vida. No obstante, ésta es una buena época para descubrir y, tal vez, conectarte con grupos u organizaciones que antes no te interesaban o de cuya existencia nada sabías, especialmente los de tipo neptuniano que se dedican a proteger el medio ambiente y sanar el planeta y sus habitantes. En el pasado quizá no te hayas preocupado mucho por cuestiones sociales o humanitarias, pero ahora es muy probable que sientas una ardiente necesidad de explorar y analizar más de cerca esos temas. Hasta puedes tener un atisbo de que los místicos describen como nuestra identidad espiritual y conexión recíproca con el resto de la creación que va más allá de las enseñanzas tradicionales de la Iglesia o los valores establecidos por el estado o la familia. Einstein hablaba de «ensanchar el círculo de nuestra compasión para abrazar a todas criaturas vivientes».
La Undécima Casa está también vinculada con el ámbito de la amistad. En su vertiente más positiva, Neptuno indica amigos que brindan su apoyo, su atención y su presencia cuando los necesitas o bien que te ensanchen el horizonte y te abren los ojos a metas y visiones nuevas, posiblemente de carácter espiritual o metafísico.
En su vertiente más negativa, Neptuno indica amigos que te traicionen, te defrauden o te abandonen. En estos casos, Neptuno no te pide que rompas la relación, al menos no siempre, sino que renuncies a las expectativas desmesuradas que impones a la amistad y que aprendas en cambio de ser más tolerante con los demás, y a aceptarlos tal como son.
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