Cuando Urano transita por la Novena Casa, tu visión del mundo y tu manera de enfocar la vida dejan de ser las mismas; tu filosofía de la vida y tus actitudes y creencias religiosas pueden alterarse radicalmente bajo la influencia de este tránsito. Si eres creyente, puede que empieces a cuestionar algunas de las doctrinas básicas de la Iglesia y que experimentes por primera vez una crisis de fe. Si eres ateo, quizá descubras a Dios o tengas la vivencia súbita de una revelación mística o de una intuición que te ilumine sobre el sentido de la vida. De una manera u otra, tu sistema de creencias se verá puesto a prueba por ideas y conceptos nuevos que no se adaptan fácilmente al antiguo marco.
Urano es un planeta impredecible. Así pues, en cualquier momento puede dársete un relámpago de intuición, una imagen o visión interior que te diga qué es lo que «tienes» que hacer con tu vida y cuál es la dirección que debes seguir para llegar a ese objetivo. Algunas de esas visiones o inspiraciones pueden ser útiles y profundas, pero otras pueden ser más bien fruto de una imaginación exagerada. Hay que tomar en cuenta los aspectos formados por Urano en tránsito para aclarar hasta dónde son de fiar tus nuevas ideas y convicciones. Pero incluso si se te ocurre dar carácter absoluto a tu particular visión, no hay que olvidar que Urano puede ser obstinado, pero también es inconstante.
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