JUPITER TRIGONO JUPITER: INTENSIDAD: 6 Como sabemos, el astro jupiteriano es el símbolo de la
abundancia, la expansión y los dones benéficos. Obviamente, el
hecho de que usted pueda ser receptivo a este tipo de atributos
depende en gran medida de cuál es su actitud interna, que en
ningún momento ha de ser confiada o ligera. Si llevado por la
bondad de las circunstancias se dejara seducir por un falso
optimismo, entonces podría peligrar la materialización final de
los atributos benéficos que este aspecto astrológico por tránsito
suele presentar. Una cosa es el sano optimismo o la visión
positiva de las cosas, y otra bien distinta es la sobreconfianza
y el permanecer en una actitud pasiva, pensando que la suerte del
momento seguirá arreglándolo todo por sí sola.
Por lo dicho en esta pequeña introducción, queda claro que aquí
se produce una dilatación o expansión astral, según la cual su
aureola de energía se expande y se hace más permeable a
vibraciones positivas y armónicas que de por sí siempre existen
en algún plano, lugar o esfera de los mundos sutiles. La cuestión
es meditar o tratar de entender por qué tales influencias son
captadas por ciertas personas, y por qué en otros casos las
fuerzas de la abundancia permanecen totalmente fuera del alcance
de la mano. En principio, se puede decir que la abundancia no
entra por puertas estrechas, es decir, a través de almas
mezquinas, misántropas o egoístas. Sin embargo, observamos que en
muchas ocasiones son las personas más hurañas y más interesadas
las que llegan a acumular riquezas materiales o inclusive poder
político pero, precisamente, Júpiter nos enseña que hay que ver
la globalidad de las cosas, es decir, observar al ser humano
holística e integralmente. Es perfectamente posible que alguien
esté disfrutando de abundantes recursos materiales pero que
simultáneamente se le presenten infinidad de problemas en otro
nivel, como pudiera ser la salud, las relaciones familiares, la
fidelidad de los amigos y, principalmente, su tranquilidad
espiritual. Por tanto, una de las grandes enseñanzas de Júpiter
es que hay que saber expandirse de manera equilibrada, de tal
forma que si usted sube un peldaño económico o de reconocimiento
social, entonces es preciso que internamente asimile ese nuevo
nivel de experiencias, evitando a toda costa dejarse llevar por
el síndrome de la comodidad.
La expansión genera expansión, igual que se dice que el dinero
atrae al dinero, pero evidentemente el dinero puede también
atraer situaciones propicias para perderlo o para derrocharlo,
igual que es más fácil que una persona con fama caiga en desdicha
social pues, claro está, aquella persona que no es conocida
públicamente tiene menos posibilidades de caída y de pérdida de
reconocimiento por los demás. Es decir, quien más tiene también
está en cada momento apostando más fuerte, pues no es lo mismo ir
a una partida de juego de azar con diez dólares que con cien mil.
Por tanto, el autocontrol se hace necesario cuando usted reciba
frutos kármicos armónicos, que algunas de las personas que le
rodean interpretarán como "suerte".
Evidentemente, éste es un aspecto astrológico por medio del cual
el Olimpo puede fijarse en usted, dicho de forma alegórica, y así
los dioses seguramente le van a enviar un mensajero portando un
don específico, ya sea económico, social, sentimental,
intelectual o de otra clase. Sepa que la generosidad controlada
fructifica, mientras que la generosidad desbordada conduce al
derroche y éste, a su vez, a la pérdida de los recursos. Además,
el buen humor, la tolerancia, la filantropía y los ideales
generan un tipo de ondas telepáticas de gran alcance, que hacen
que usted esté protegido ante las circunstancias desfavorables.
Por eso precisamente decimos que la expansión genera expansión.
La persona que piensa en positivo tiene muchas más posibilidades
de atraer lo positivo. Las circunstancias favorables van a hacer
que usted reciba energías abundantes, pero será sabio e
inteligente si activa adecuadamente el circuito dar-recibir, pues
por ley natural es imposible recibir sin dar.
Su visión de amplios horizontes le hace caminar con conocimiento
de causa y con seguridad personal. Ya sabemos que hay muchos
mundos dentro de este mundo, o muchas esferas dentro de nuestro
universo visible, con lo cual Júpiter lo que permite es dar el
salto de una esfera a la otra, de un círculo menor a uno mayor, y
así sucesivamente.
Y entonces, ¿qué es la suerte?. La suerte no existe, pues ésta es
sencillamente los frutos que se recogen de un trabajo realizado
en tiempos pasados, bien en la vida actual o bien en alguna de
las encarnaciones anteriores. Por tanto, la única suerte de que
disponemos es la acumulación del esfuerzo que hemos realizado
previamente.
ANGULO KARMICO:
Una relación armónica Júpiter/Júpiter por tránsito desde la
perspectiva de estudio kármico significa la recepción de
beneficios y dones logrados en vidas anteriores, especialmente
como resultado del trabajo filosófico, la impartición correcta de
justicia y las labores como buen consejero individual y social.
Es decir, este aspecto astrológico por tránsito le hará recoger
los frutos de su labor como persona de bien, filántropo, mecenas
y protector de la cultura y de las artes, lo cual desarrolló en
épocas pretéritas de su evolución personal. En aquellos tiempos
pasados se ganó una gran respetabilidad social y no dudó en
destinar parte de sus recursos, los cuales eran abundantes, para
beneficiar a la sociedad y a muchas personas individualmente.
Por tanto, para aprovechar al máximo la radiación de este aspecto
astrológico, es preciso que no piense en ningún momento que los
dones materiales y espirituales que pueda recibir son producto de
la casualidad o de simples circunstancias favorables; más bien,
por el contrario, lo ideal es comprender que la mente expansiva,
idealista y con buen juicio es la llave que abre las
oportunidades de riqueza tanto interna como externa.
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